El cachalote varado en la playa de Melenara pereció a causa de un trauma severo, producido por un fuerte golpe que le causó diferente lesiones y tardó entre 15 y 30 minutos en morir. El impacto, causado muy probablemente por una colisión con una embarcación, fracturó la mandíbula del mamífero, cortó casi dos metros de la parte posterior de la aleta dorsal -pedúnculo- y otras dos aleta más.

Antonio Fernández, doctor en Veterinaria, especialista europeo en Patología Veterinaria y catedrático de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), se encargó de la necropsia del cachalote, un ejemplar de siete toneladas de peso y una longitud de unos nueve metros que iba junto a su madre, ya que estos cetáceos van solos cuando miden 12 metros.

En su examen del animal, realizado en una zona cedida por la empresa que gestiona el vertedero de Juan Grande, a la que agradece su trato, Fernández encontró "una serie de lesiones altamente compatibles con un trauma severo", que apuntan a una colisión probablemente con una embarcación con peso porque el animal medía siete toneladas y las lesiones fueron mortales.

"Ahora haremos un análisis complementario para comprobar los traumas que tiene son en vivo y que al animal lo que lo mata es el trauma, pero tenemos que hacer cuantas pruebas mejor para demostrarlo. Los patólogos contestamos el qué, el cómo y el porqué, pero no el quién" apunta este experto.

El animal ha sido enterrado en una zona especial de enterramiento en el vertedero de Juan Grande como cualquier residuo.