Las compañías de transporte marítimo Naviera Armas y Fred Olsen aseguran que no golpearon al cachalote muerto que varó el miércoles en el muelle de Taliarte. Ambas empresas reafirman que sus embarcaciones tienen instalados sistemas sonar, aparatos que se utilizan para navegar y detectar objetos bajo el agua. Asimismo, señalaron que no sólo hacen uso de este tipo de técnicas, sino que además desde el puesto de control los operarios al cargo manifiestan una actitud activa durante los viajes de los navíos y los ferrys para evitar accidentes como este, u otros.

De este modo queda aún sin resolver qué embarcación pudo ser la causante de la muerte del animal, aunque según los expertos que examinaron al cetáceo se trata de un barco de alta velocidad o fast ferry.

Por otro lado, el cachalote inerte pasó la noche del miércoles al jueves en el muelle de Taliarte para ser transportado ayer al vertedero de Juan Grande, donde los veterinarios del Instituto de Sanidad Animal, de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, dirigidos por Antonio Fernández, procedieron a realizarle la necropsia.

Los operarios del embarcadero tuvieron que realizar tres intentos para retirar el animal del agua, ya que en dos ocasiones el cetáceo se resbaló de las cuerdas que lo sujetaban para transportarlo hasta el vehículo que lo alcanzaría hasta el vertedero. En ambas ocasiones el peso, de nueve toneladas, no estaba bien equilibrado y volvió a caer al mar. La fuerza de la caída lo alejó del muelle y tuvieron que volver a amarrarlo dos veces por las aletas.