Los familiares y amigos de la mujer que fue hallada muerta en La Higuera Canaria en la Nochebuena de 2016 después de que Víctor de Alejandro le asestara 26 puñaladas en todo el cuerpo, fueron desalojados de la sesión del juicio celebrado ayer tras no soportar el informe de la autopsia.

Después de que el hijo de Mónica Garrido, Martín Vázquez, se sintiera afectado tras el informe de los forenses y se levantara para desalojar la sala, uno de los excuñados de la víctima se levantó para acompañarle e increpó al acusado. "Asesino, eres un asesino. No hay justicia", gritó. También le dijo a la letrada de la defensa que "está defendiendo lo indefendible". Por ello, la juez les pidió que abandonaran la sala y además fueron sacados del edificio de la Ciudad de La Justicia por la Guardia Civil para evitar que le hicieran daño al acusado.

Tras un breve receso, la magistrada le permitió al hijo de la fallecida regresar a la vista oral, gesto que el joven agradeció y además le pidió disculpas a la jueza por lo sucedido.

Los forenses indicaron en su informe de autopsia que Mónica Garrido "tuvo una muerte violenta" tras recibir 26 puñaladas en todo el cuerpo por el hombre con quien, según varios testigos, tenía una relación sentimental.

La autopsia reveló que Mónica Garrido, de 42 años, había recibido una puñalada en el tórax que medía 8,5 centímetros, por lo que perforó la costilla número siete y causó una lesión en el pericardio, hígado y estómago. "El corte se tuvo que producir con una importante violencia para poder causar la herida de esa magnitud en el hueso con ese cuchillo", destacaron.

Asimismo, la víctima tenía cinco heridas en la parte lateral derecha del cuello y dos más superficiales a nivel del mentón. En el lado izquierdo presentaba un corte grande de siete centímetros que "impresionó" a las médicos forenses porque se unía con otro corte formando una V. Además tenía una herida más pequeña en el cuello de "tanteo, que se utiliza para impresionar a la víctima".

Mónica Garrido tenía también cinco heridas a nivel del tórax, una en el esternón hecha de forma irregular por tropezar con la estructura ósea, una lesión en la mama derecha y dos en la izquierda.

Los peritos revelaron que la víctima tenía heridas de defensa, una de estas iba del codo a la muñeca y medía 17 centímetros, así como dos cortes en la mano derecha e izquierda. También tenía lesiones en el muslo y una herida en la rodilla. Igualmente, revelaron que Mónica pudo caer al piso tras las puñaladas en el cuello, existiendo la posibilidad de que el acusado continuara acuchillándola cuando ella estaba en el suelo.

Según el informe, la víctima se encontraba "frente a frente al acusado", los médicos forenses creen que ella estuvo en movimiento tratando de evitar las heridas. "Las lesiones que están en el cuello afectaron a órganos de vital importancia para mantener la vida y seccionaron tanto la yugular como la tráquea", afirmaron.

"Las heridas iban dirigidas a causar la muerte", en específico las del cuello al ocasionar una sección total de la tráquea y generar una asfixia respiratoria agravada por el shock hemorrágico e hipovolémico. Además, declararon que la víctima perdió tres litros de sangre.

Por su parte, el acusado tenía dos heridas incisas y superficiales en las manos, las cuales según la perito se pueden producir "por llevar a cabo un apuñalamiento o agarrar un cuchillo por la hoja sin hacer mucha fuerza".

El médico forense especializado en psicología afirmó que el homicida no presenta ningún trastorno o patología mental genuina. A su vez, destacó que trató de cambiar sus versiones, intentando "engañar a los forenses", hizo énfasis también en que Víctor de Alejandro no tuvo intentos de suicidio, si no más bien "gestos suicidas", es decir, llamadas de atención a la víctima.

Mónica Garrido, de 43 años de edad, recibió 26 puñaladas después de presuntamente tener una discusión con Víctor de Alejandro en la vivienda donde ella residía, ubicada en La Higuera Canaria, Telde. El hombre alegó durante la primera sesión del juicio que eran amigos. Sin embargo, dos policías revelaron que este en su primera declaración afirmó ser el novio de la víctima. Mientras, varios testigos afirmaron que Mónica y Víctor tenían una relación sentimental.

El fiscal pide 12 años de prisión por el delito de homicidio. Los dos abogados de la acusación particular ven asesinato, por lo que la letrada de la acusación del hijo de la víctima solicitó 25 años de cárcel y el abogado de los padres y las hermanas de Mónica Garrido 31 años. La defensa pide dos años de prisión o cinco.