Un grupo de padres y madres de alumnos del colegio Príncipe de Asturias se concentraron este jueves a las puertas del centro escolar junto a sus hijos para protestar por la paralización del proyecto de rehabilitación del edificio infantil del complejo, que lleva cerrado desde principios de diciembre por la caída de cascotes.

Aproximadamente se manifestaron unas 70 personas entre adultos y niños durante poco más de media hora. Durante el encuentro, los afectados gritaron al unísono "¡que arreglen el colegio!" mientras portaban señales de obra con símbolos de desprendimiento y peligro como crítica a la situación. "Estamos asombrados de que esto haya llegado hasta este punto", sostuvo Miriam Pineda, una de las manifestantes y madres del centro.

"Está claro que esto es una dejadez por parte de todos los organismos: se echan la pelota los unos a los otros, pero al final las instalaciones siguen absolutamente deterioradas y a nosotros no nos importa de quien es la competencia", explica Pineda.

El corte de suministro eléctrico que sufrió el centro desde el lunes hasta el miércoles por la mordedura de una rata a un cable de luz subterráneo se ha convertido en la gota que colmó el vaso. "Tenemos miedo por la seguridad de los niños, y además los servicios mínimos están continuamente mermando" , aseguran los padres, que añadieron que "a pesar de que ya se ha arreglado el problema de la luz y del agua, vamos a manifestarnos porque llevamos meses esperando a que el colegio se arregle" .

De hecho, sostienen que no pararán de movilizarse hasta que vean que el proyecto se pone en marcha. "Hemos esperado un tiempo muchísimo más que prudente, pero ya parece que se están incluso riendo de nosotros", asevera Pineda. "Después de cuatro meses desde la caída del cascote en infantil, el deterioro no ha hecho más que acrecentarse y todas las promesas que nos han hecho no se han cumplido en absoluto", asegura la madre con enfado.

Por otra parte, desde la Asociación de Madres y Padres de Alumnos se ha repartido entre los tutores de los pequeños un escrito para recoger firmas que será enviado a todos los organismos públicos -Dirección de Infraestructuras Educativas, Concejalía de Educación de Telde y Dirección Territorial de Educación- con la intención de manifestar el malestar general.

Desperfectos

La preocupación de los progenitores aumenta cada día, ya que no sólo el edificio de las infantes se encuentra en malas condiciones: también el edificio principal, que está precintado por vallas de plástico y cintas de balizar, e incluso el patio del colegio presenta daños. El Gobierno de Canarias se comprometió a ejecutar las obras para arreglar las aulas de los pequeños antes de que finalicen las clases, pero ante la presión por los desperfectos del resto de instalaciones escolares declara que la competencia pertenece al Ayuntamiento de Telde. Así lo aclaró ayer Ana Dorta, directora de Infraestructuras Educativas. "El deterioro del centro es fruto de la falta de mantenimiento, y eso es responsabilidad única del Ayuntamiento de Telde" , explicó.

"Los patios están llenos de baches en donde asoman hierros: es un peligro para los niños, que en las horas de recreo están continuamente corriendo y saltando por ese suelo levantado", reiteran los padres, que hacen hincapié en la protección de los menores y manifiestan su inconformidad con las medidas de seguridad actualmente impuestas.

"Las vallas no sirven para nada, los niños no entienden que no las pueden cruzar y además están continuamente cayéndose por el viento: pedimos que por lo menos se instalase una red en las fachadas del edificio principal, pero nada", asegura Pineda. En este sentido, desde la Concejalía de Educación, dirigida por Marta Hernández, han desechado la idea por carecer de personal calificado para trabajar a más de dos metros de altura.

"Hay un riesgo muy grande para los pequeños: esto es un centro de enseñanza donde todos los días vienen niños y es de risa las formas en las que los están tratando", denuncia Pineda.