La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Testigos de un atropello en Las Huesas declaran que fue con intención de matar

La Audiencia juzga a un conductor acusado de tentativa de homicidio al arrollar a un vecino con su coche en 2011 | El fuerte impacto levantó por el aire al herido

El encausado, ayer, durante su declaración en la Sección Primera de la Audiencia Provincial. juan castro

El atropello de Juan C. O. por parte de Ayoze C. B. R. sobre las 13.50 horas del 20 de junio de 2011 en el barrio teldense de Las Huesas fue totalmente intencionado y con la idea de hacer daño al herido, según declararon ayer varios testigos en la primera jornada del juicio que se celebra por un delito de tentativa de homicidio en la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Las Palmas. No obstante, el encausado y su abogado defendieron que no hubo tal tentativa de homicidio, sino que un accidente provocado por la víctima al arrojar una piedra contra el parabrisas del vehículo de Ayoze que le hizo perder el control fue el causante de la pérdida del control del coche que lo estampó contra el suelo.

Unas declaraciones, las de los testigos, que apoyan lo expresado por el agredido y refutan la del procesado, aunque los ocho años transcurridos se notaron en el recuerdo del suceso por los declarantes, aunque tanto la fiscal, el abogado de la acusación y el de la defensa intentaron que se ciñeran lo más posible a lo sucedido. Así, si hubo lanzamiento de una piedra contra el vehículo conducido por Ayoze por Juan C. O., si este estaba en el asfalto o en un terreno cercano cuando fue atropellado o si algunos de los testigos pudieron realmente ver lo ocurrido desde su ubicación fueron algunas de las hipótesis manejadas por las partes para recalcar su visión de los hechos o desmontar los argumentos de la otra.

La vista se inició con el anuncio de la incomparecencia de dos peritos por bajas médicas y de la ausencia de un testigo de la defensa -más tarde apareció y declara hoy-, una situación que el letrado de Ayoze C. B. R. alegó para solicitar la suspensión del proceso porque se vulneran los derechos fundamentales de su defendido y se incumplen varios artículos de la Constitución, pero fue rechazada por la Sala.

Ayoze: "Me asusté y me fui"

Ayoze y Juan C. se conocían de siempre -de hecho a Juan C. le llaman Paquito- son vecinos de Las Huesas, no eran amigos, pero sí existía una relación indirecta, ya que una hermana del encausado salía con un hermano de la víctima e incluso iba con su pareja al domicilio familiar.

El procesado declaró que conducía y adelantó al coche del atropellado, con el que intercambió gritos, "él me pegó, me tiró la gorra al piso y me fui asustado al coche". Luego, afirmó, regresó a la zona para aparcar porque vive allí, pero recibió el fuerte impacto de una piedra contra el parabrisas, le hizo perder el control de su vehículo y se estampó contra la acera, pero no sabía que había atropellado a Paquito. Añadió que luego fue a comisaría y a preguntas de la fiscal si tenía intención de matar a su vecino, fue contundente: "Si hubiera querido matarlo, lo habría hecho cuando estaba en el suelo boca abajo".

Juan C: "Me dijo que me mataría"

La versión del atropellado difiere del todo de la del encausado. Indicó que no recuerda mucho de aquel día, solo que fue atropellado y se despertó en el hospital después de haber estado en coma. En su relato, Juan C. O. aseguró que lo ha pasado muy mal en estos años, que tiene secuelas del atropello y que apenas puede dormir y toma muchas pastillas.

Recuerda de aquel día que Ayoze -al que conocen en el barrio como Peña- iba con un coche distinto al habitual y que conducía de forma temeraria por la zona y que él le dijo 'déjate ir' y ahí empezó el enfrentamiento. Primero, alegó, le dio un golpe a su coche -que estaba aparcado en doble fila en la calle, según reconoció- por la parte delantera izquierda y luego por la derecha. "Iba a quitar el coche porque temía lo peor, ya que bajó a mucha velocidad, pero salí corriendo hacia el solar, no le lancé ni una piedra ni un objeto, solo sé que cuando me desperté en el hospital estaba amarrado". Lamentó, además, que Ayoze incumpla la orden de alejamiento -la defensa de este le recordó que no fue admitida su denuncia- e indicó que le dijo a su hermano que no fuera más al domicilio familiar porque se reía de su madre.

Los testigos que declararon ayer coincidieron en que oyeron un ruido ensordecedor en la calle por el sonido del acelerador de un vehículo y la velocidad a la que se dirigía cuesta abajo, después de haber dado un giro para cambiar de sentido de dirección e ir, aseguraron, contra el atropellado. Este, según los testigos, que se asomaron desde un edificio cercano para ver qué ocurría, saltó por los aires, dando varias vueltas y estrellándose contra el piso.

Una testigo indicó que Juan C. O. tenía una piedra en la mano, pero que no cree que le diera tiempo a tirarla antes de sufrir el atropello. El coche rojo [el de Ayoze] iba directo contra él, con intención de atropellarlo, de echarle el vehículo encima, indicaron los testigos. Dos policías locales de Telde citados declararon que su labor consistió en dirigir el tráfico en la zona para que la ambulancia interviniera, aunque uno de los agente dijo que varios vecinos presentes le informaron de que se había tratado de un atropello intencionado.

Compartir el artículo

stats