Unos 120 militares del Mando de Canarias partieron ayer hacia Mali para participar durante seis meses, de mayo a noviembre, en una misión auspiciada por la Unión Europea para proporcionar al ejército de este país africano entrenamiento militar y asesoramiento en las cadenas de mando y control, logística y gestión de recursos humanos.

Este es el primero de los dos contingentes de tropas que aporta el Mando de Canarias a esta misión, ya que los miembros de la segunda expedición saldrán el próximo martes hacia su nuevo emplazamiento. En total, serán unos 173 militares destinados en el Archipiélago los que engrosarán el contingente español, compuesto por 250 miembros, según los datos oficiales. Serán cinco las militares destacadas en Canarias las que participará en esta nueva misión. El personal que estará medio año realizando su labor en Mali se distribuye entre las diferentes unidades que componen el contingente, como el Grupo Táctico (GTFP), equipos de instructores (ETTF), asistencia sanitaria, unidad de transmisiones (Utrans) o apoyo logístico (NSE).

No obstante, el espíritu castrense no está exento de emotividad a la hora de la partida a tierras lejanas y el aeropuerto de Gando fue ayer por la mañana un nuevo ejemplo de cómo los besos, las lágrimas y el anhelo de su regreso de sus familias antes de que se embarquen no se puede combatir. Los hombres y mujeres que se marchan ya están acostumbrados a estas despedidas, pero no por eso su ánimo es impasible y menos cuando dejan a hijos, parejas y padres en tierra con la congoja de miles de kilómetros de distancia y tantos meses sin estar con ellos.

Lágrimas, besos, abrazos y palabras de despedida se volvieron a mezclar en el aeródromo de Gando, escenas que se repetirán el próximo martes con el resto de la tropa que se embarcará hacia una misión de la que regresarán a finales de noviembre.

El momento de la despedida se acercaba a medida que los militares iban facturando su equipaje en los mostradores. Los macutos sobre la cinta transportadora era el primer aviso que tenían sus familias para saber que el tiempo de su marcha se acercaba y cuando ya era un hecho, de las conversaciones, las risas y las carantoñas, se pasó a los ojos humedecidos, a las caras entristecidas y a los adioses con la mano. Se iniciaba la cuenta atrás para el regreso deseado.

Tres despedidas, dos natalicios

Ayoze Ojeda y Sonia Hernández, un matrimonio residente en La Pardilla, eran una familia más que se dio cita en el aeropuerto de Gran Canaria, pero han vivido tres veces esta situación. La última, hace una década, cuando él fue destinado a Afganistán.

Ahora, además, se repite un hecho que hace que su marcha no sea tan triste, sino que se convierta en una feliz noticia para la joven pareja. Ella está embarazada de tres meses y su segundo hijo, tienen uno de nueve años, que cumple 10 en octubre, nacerá si salen bien las cuentas, precisamente en noviembre, cuando Ayoze regrese de África.

Pero él, probablemente no podrá asistir al nacimiento del nuevo miembro de su familia porque aún seguirá en Mali. Por unos días no podrá estar, pero tampoco le pilla de sorpresa. Su primogénito también nació cuando él estaba de misión en el extranjero y no llegó a tiempo.

Una historia curiosa que relataba ayer Teresa de La Luz, suegra del soldado, vecino del barrio de La Pardilla. "Ya le pasó la otra vez y casi seguro que volverá a ocurrir que se vuelva a perder el parto, pero es su profesión y debe ir donde le envíen".

No piensan ver los noticiarios, para qué aumentar una preocupación que aunque pasen los años "no se termina una de acostumbrar, solo queremos que esté bien allí y que vuelva para estar con su familia de nuevo".

Bamako y Koulikoro

El teniente general Carlos Palacios Zaforteza, jefe del Mando de Canarias, despidió a esta primera rotación de la Brigada Canarias XVI, que tendrá como destino la capital de Malí, Bamako, y el campo de entrenamiento de Koulikoro, a 60 kilómetros al noroeste de Bamako. España es el país que contribuye con más personal de los 28 estados de la Unión Europea que están presentes en esta nación africana.

La EUTM Malí no es una misión ejecutiva, los militares que la integran no participan en actividades de combate ni acompañan a los soldados malienses en sus operaciones. Su misión consiste en el entrenamiento militar, el asesoramiento principalmente a las cadenas de mando y control, logística y gestión de recursos humanos, además de la instrucción de derecho internacional humanitario.

El despliegue de las tropas del Mando de Canarias, donde el Regimiento de Infantería Canarias 50 es la unidad base de este contingente, comenzó con la preparación de los soldados en noviembre de 2018. Ha supuesto más de cinco meses de duro trabajo y esfuerzo en los que se han realizado multitud de actividades de instrucción y adiestramiento, con tres ejercicios en el campo de maniobras de Pájara, en la isla de Fuerteventura.

Asimismo, se realizó un ejercicio de integración y evaluación entre los días 28 de marzo y 1 de abril, que tenía como finalidad cohesionar al personal de las diferentes unidades que componen el contingente, además de lograr la unificación de los procedimientos que serán empleados en la misión.

De hecho, la antigua prisión militar de La Isleta se ambientó para simular la base maliense del campo de entrenamiento de Koulikoro, una de las dos zonas de operaciones de la misión.