Los jugadores del club de petanca y bola canaria Playa de Hoya Pozuelo sufren desde hace años los desperfectos de las instalaciones de la cancha municipal, situada en el barrio de La Garita (frente al colegio público).

Sin embargo, desde hace unos días admiten que la situación se ha vuelto insostenible por los múltiplos actos vandálicos que se han llevado a cabo. De hecho, el pasado 9 de mayo denunciaron a la Policía Nacional el destrozo de los muros de este espacio deportivo. "Nos encontramos con los escombros repartidos por el suelo, estaba todo hecho añicos", explica el presidente del equipo. Una semana más tarde tuvieron que volver a recurrir a este cuerpo de seguridad, pues se encontraron que las instalaciones habían vuelto a sufrir destrozos de gran magnitud. "La situación se ha vuelto insostenible", admite el jugador.

Por otro lado, culpan al Ayuntamiento de Telde por la falta de atención y de amparo que les han aportado. "Hemos pedido la rehabilitación de la cancha múltiples veces, pero no hemos recibido respuesta por ninguna parte: en los meses anteriores a las elecciones pasadas, la actual alcaldesa visitó en tres ocasiones este espacio y nos prometió que por poco dinero podría realizar obras de adecentamiento", rememora con enfado.

Por otra parte, admiten que hace un año los operarios municipales retiraron la puerta de acceso al campo deportivo y sostienen que aún no ha sido sustituida. "También quitaron unas vallas en mal estado, en donde había riesgo incluso para los pequeños que asisten al colegio que hay cerca: sin embargo, nunca se volvieron a poner y la cancha está completamente desprotegida", asevera el presidente.

A raíz de estas actuaciones, el jugador de bola canaria admite que usualmente se producen botellones en el interior del recinto e incluso menores se introducen para jugar. "El mal estado en el que están los muros supone un riesgo para los pequeños", explica. También asegura que los vecinos se introducen en la zona para pasear los perros, "y cuando llegamos nos encontramos los excrementos ahí tirados", añade.

Pero no sólo de escombros y defecaciones caninas se encuentra invadido el campo de petanca de La Garita: la basura es otra de las principales quejas de los deportistas. Botellas de plástico, cartón, latas y papeles sucios, entre otro tipo de objetos. "Esta se acumula en un parterre situado detrás de un muro y han aparecido varias ratas por la zona: es un foco de infección", explica alertado.

El club de petanca y bola canaria se fundó hace 12 años. Durante los primeros años llegaron a inscribirse hasta una veintena de miembros, pero ahora apenas quedan seis jugadores. "Se han cansado de esto: el vandalismo es reciente, pero la falta de limpieza y mantenimiento es de siempre", explica el presidente, que admite que "cansa mucho llegar con las ganas de pasar un buen rato y encontrarte con que tienes que pararte a recoger y limpiar lo que otras personas han dejado tirado".

El equipo está federado y ha participado en multitud de competiciones a nivel regional e incluso nacional. Entrenan tres veces por semana, aunque admiten que esta situación les desanima cada vez más. Por otro lado, la presidenta de la asociación de vecinos La Sal, Julia Martel, también admite que el problema salpica directamente a los miembros del colectivo.

"Tenemos un pequeño local en el recinto destinado a los jugadores de petanca del club, que asisten regularmente a la cancha: pero ahora está todo echado a perder, no nos atienden en la institución pública y ya no sabemos a quien acudir", asevera la vecina preocupada.