El hotel emblemático Siglo XVI ya tiene sus puertas abiertas al público. La propietaria, Samara Izquierdo, natural y residente del municipio, efectuó ayer por la tarde su apertura. El inmueble (una antigua casa de cinco siglos de historia), que está situado en el barrio de San Juan, frente a la Basílica y junto al parque de Santa Rosalía, es el primer complejo hotelero que se abre en el casco histórico-artístico de Telde desde hace más de 170 años.
Izquierdo confiesa estar emocionada por la inauguración de este gran proyecto, por el que lleva trabajando más de un año. "Hacía mucho tiempo que quería enfrascarme en algo así, relacionado con la hostelería: estudié Turismo, pero nunca había trabajado en el sector", asevera la joven, que añade que ha podido abrir este negocio con ayuda de su familia. "Han estado implicados muchísimos amigos y familiares: entre todos hemos rehabilitado la antigua casa, no tuvimos que contratar ninguna constructora", explica.
La reforma comenzó en abril del año pasado. Entre todos los miembros de la familia procedieron a ejecutar trabajos de albañilería, a instalar el sistema eléctrico y de fontanería. "Algunas zonas que precisaban de una mano más técnica, como la cristalera del tragaluz en la cubierta, sí han sido ejecutados por empresas profesionales que hemos debido de contratar: el resto ha quedado todo en la familia, hemos puesto mucho dinero, tiempo y esfuerzo en que esto quedase bien", declara. Por otro lado, asevera que el diseño interior fue planeado por la empresa de interiorismo Moba Show Room. De este modo, la estética visual del hotel oscila en decoración dorada, blanca y de madera.
"Hemos dejado intacta prácticamente toda la estructura de la vivienda, sólo hemos alzado algunas paredes para dividir los espacios comunes de los privados: los muros gruesos que tenía el edificio permanecen, al igual que algunas piezas que muestran la historia del inmueble", asevera la propietaria. La cantería de las paredes, los techos altos de madera y las vigas son algunos de esos elementos clásicos, así como ciertas puertas, marcos de ventanas, barandillas e incluso un pequeño banco de madera en una de las habitaciones donde los antiguos propietarios se solían sentar a descansar. Al formar parte del conjunto del patrimonio histórico del municipio, ha adquirido la categoría de hotel emblemático.
Productos locales
El edificio consta de dos plantas (sin ascensor) y una cubierta exterior, donde se sitúa una pequeña zona de chill-out con hamacas, mesas y sillas donde descansar. En el primer piso, a ras de suelo, se sitúa la recepción, que estará unida a una pequeña tienda de productos locales. "Queremos fomentar los productos hechos en Canarias, para que los turistas que puedan hospedarse aquí conozcan nuestra tierra a través de su artesanía", asevera la propietaria. "Las habitaciones, por ejemplo, están decoradas con cuadros que ha realizado el artista Señor Armas y están a la venta también", declara. También tienen en exposición joyas de la arquitecta teldense Paola Velázquez, cervezas artesanas Jaira y sal marina de las salinas de Bocacangrejo, entre otros productos.
En el centro del inmueble se sitúa un patio y una zona común; una cocina, que contendrá un pequeño buffet para que los huéspedes puedan desayunar cada mañana (uno de los servicios que incluye) y las tres primeras habitaciones. En el segundo piso se encuentran otras cuatro habitaciones, y en la azotea se ha instalado una piscina. En total, la superficie del recinto comprende 247,90 metros cuadrados útiles (123,05 en la parte baja, 116 en la primera planta y 8,85 en la cubierta)."Ha sido un trabajo de muchos meses, en el que me he dedicado no sólo a reformar sino también a recolectar datos de la historia de la familia que vivió a finales de siglo XIX y el XX en esta vivienda: la idea es mostrar a los clientes las peculiaridades que tiene la vivienda en la que se van a hospedar, las costumbres que se llevaban a cabo, el estilo de vida de los antiguos residentes y las actividades que se realizaban", cuenta Izquierdo.
Asimismo, admite que aún está en proceso de recabar toda esta información y adelanta que tiene aún más proyectos en relación a la misma como una exposición de fotografías antiguas para mostrar cómo era el edificio antes de su reforma. "He hablado con muchos de los miembros de la familia Verona, que ha sido la principal fuente que dio vida a este lugar: me han pasado muchísimas fotos y me han contado muchas anécdotas, era una familia muy grande que hicieron de este espacio un lugar muy próspero", añade la mujer.
De hecho, a raíz de estas historias pretende bautizar cada una de las siete habitaciones del hotel con un nombre significativo. "Por ejemplo; la primera habitación que vemos al entrar al complejo es en donde Vitoriano Verona, antiguo propietario, ejecutaba sus trabajos como carpintero, así que tenemos pensado nombrarla como 'habitación El Evarista'", asevera la hostelera. "Es una vivienda con mucha historia, el piso inferior podría haber sido una de las primeras casas que se construyeron en Telde hace 600 años... En la fachada hay un arco de estilo gótico que data de ese tiempo, tiene un valor muy grande", explica.
El hotel posee un total de siete habitaciones cada una con baño incorporado y camas dobles para hospedar a parejas y familias de hasta un máximo de tres miembros. Como equipamiento común tienen aire acondicionado, despacho, televisión, hervidero de agua y paquetes con infusiones y un set de limpieza e higiene personal con toallas, champúes y geles. Sin embargo, Izquierdo distingue tres tipos de dormitorios diferenciados por los metros cuadrados, la altura de los techos y la cantidad de amenities que posean: doble estándar, doble superior y doble deluxe.
"También hemos pensado en el hotel como un referente para las parejas recién casadas, dada la cercanía a la Basílica de San Juan y a las Casas Consistoriales, en donde se celebran las bodas por lo civil", asevera Izquierdo, que añade que ya han reservado varias parejas que celebrarán su boda en los próximos meses.
