El policía nacional que intentó asesinar a su exmujer tras asestarle cincuenta puñaladas la mañana del 4 de marzo de 2017 en Telde se encontraba de baja médica por problemas psicológicos y el acusado afirmó que estaba siendo medicado por ello. José Francisco B. O., de 43 años de edad, admitió los hechos ayer ante la jueza Pilar Parejo, y sostuvo que perdió "la cabeza". La mujer, mientras, afirmó que tuvo que hacerse la muerta porque ya estaba agotada y creyó que de esa manera culminaría la agresión, pero el hombre siguió con el ataque y le asestó varias puñaladas en el cuello. "Yo creía que era un sueño", aseveró la mujer, que está bajo tratamiento psicológico por estos hechos.

El acusado también declaró que culminó la agresión cuando reaccionó y vio la cara de terror de la víctima. "Cuando me di cuenta estaba encima de ella, con la camisa llena de sangre y el miedo en su rostro. No terminaba de asimilar lo que ocurrió. Tenía miedo de mí mismo", aseguró el policía. "Vi que tenía un cuchillo en la mano, lo tiré y me senté. No tuve la intención de matarla", manifestó, "la vida me la destrocé yo", sentenció el procesado.

También explicó que acudió ese día al domicilio con "la intención de alquilar el garaje y el trastero" de su propiedad para poder costearse un piso en alquiler durante el tiempo en que la agredida pernoctase en la vivienda. Por ello, aseguró, fue a pedirle el mando del garaje, a lo que esta se negó ya que tenía sus pertenencias guardadas allí.

El hombre sostuvo que debió acudir al psiquiatra después de que la mujer le pusiera una denuncia por haberla amenazado, por lo que también entregó su arma de reglamento. "Me denunció por decirle que quería arreglar las cosas por las buenas o por las malas", relató el encausado.

La relación sentimental de ambos comenzó entre 2010 y 2011 y culminó en 2016 pero, tras encuentros casuales, la mujer quedó embarazada por lo que el acusado le pidió que regresara a casa para asegurarse del bienestar de su hijo. Sin embargo, la relación volvió a quebrarse y fue en ese momento cuando empezaron los problemas. Incluso, el hombre llegó a dudar de su paternidad y también le pidió a la víctima que abortara.

La agredida recalcó que, tras romper con la relación en noviembre de 2016, le pidió al acusado que notificaran a la familia de su separación después de Navidades y que le diera tiempo para poder conseguir un trabajo e irse de la vivienda. "A finales de enero él ya no compraba nada de la casa, ni siquiera para hacer la comida. Él me ofreció su casa y me dijo que se iba a alquilar un piso", relató la afectada.

"Presenté una denuncia porque le tenía miedo, después la retiré por mal asesoramiento de la abogada que me tocó", lamentó la mujer, que además reseñó que habían establecido un acuerdo en el que él pagaría un alquiler para que ella y su hijo tuviesen donde vivir y la manutención del menor. Por ello, aseguró que se fue a vivir con su hermana ya que le tenía miedo por la denuncia que le interpuso. Sin embargo, ella regresó a la vivienda y él decidió irse para que ella "no lo volviera a denunciar".

Los hechos

El 4 de marzo de 2017 la agredida escuchó cómo el acusado intentaba abrir la puerta del domicilio, por lo que decidió poner en marcha una grabadora. "Me reclamó por tener la llave pegada y empezó a recriminarme por el pago de las facturas. Yo le dije que le pagaría en cuanto tuviese trabajo", manifestó la afectada.

"Le dije que me diera tiempo para sacar mis cosas del garaje, por eso no le di la llave", relató la víctima. Además, aseguró que cuando fue a hacer el biberón de su bebé de 11 meses, sintió cómo una fuerza la agarraba. "En ese momento empezó a dolerme todo, me golpeaba y yo intenté morderle pero me dolía tanto la boca que no pude", recalcó la víctima entre sollozos.

Cuando la mujer estaba en el piso, el acusado se levantó para coger un cuchillo. "Yo me levanté y corrí hasta la puerta, cuando la abrí vi que había alguien, pero él me alcanzó y la cerró", reveló la agredida.

El vecino que estaba presente cuando la agredida abrió la puerta, declaró que al oir los gritos trató de tumbar la puerta y no dejó de golpearla hasta que la Policía llegó. "En un momento ella abrió la puerta y él se acercó y me la cerró en la cara, me asusté porque vi que el hombre tenía un cuchillo y que ella estaba ensangrentada", aseguró el testigo. El padre del acusado también admitió que trató de abrir la puerta cuando escuchó los gritos de los vecinos, pero que su hijo nunca lo hizo. Afirmó, además, que se lastimó al tratar de tumbar la puerta.

La fiscal Cristina Coterón solicitó 15 años menos un día de prisión para José Francisco B. O. por el delito de tentativa de asesinato.