Una tala de aproximadamente una decena de árboles, en concreto de ficus, para evitar una tragedia en la calle Tenesoya, en El Calero y que ha sido acogida con satisfacción por los vecinos. La compañía eléctrica Endesa ante la peligrosidad que suponía la ubicación sobre una vivienda de esa vía pública de un cable eléctrico de media tensión, que puede producir una descarga de 20.000 voltios, decidió realizar el soterramiento de esta línea y encargar a una subcontrata la tala de los ejemplares afectados por el levantamiento de la acera.
Fuentes de la operadora explican que "hemos solicitado y obtenido del Ayuntamiento de Telde todos los permisos necesarios para ejecutar estas obras por razones de seguridad, ya que nos preocupaba que este cable de media tensión pudiera provocar una tragedia si se desplomaba, ya que está incluido en una línea eléctrica denominada Valderrama y puede descargar hasta 20.000 voltios". La decisión, según las mismas fuentes, se ha tomado por responsabilidad y para garantizar la seguridad, "ya que en nuestra vigilancia de las líneas advertimos este riesgo y se ha procedido a su eliminación".
Los trabajos realizados en la calle Tenesoya de este barrio de Telde han consistido en el soterramiento de la línea en un tramo de 400 metros y con las indicaciones realizadas por el Ayuntamiento de Telde. Su ejecución se ha llevado por delante una decena de árboles, aproximadamente, que estaban plantados en la zona de aceras donde se ha hecho la intervención.
Esta ha consistido en el levantamiento del pavimento de ese tramo de aceras para cavar y colocar esa línea de media tensión. Para ello, antes una empresa contratada por la distribuidora eléctrica realizó la tala de los ficus de la calle Tenesoya, quedando los alcorques donde se plantaron con un mínimo recuerdo de su presencia durante estos años.
Sin embargo, los residentes y comercios de esta calle no desaprobaban la retirada de estos ejemplares. Para ellos, afirmaban algunos, solo han sido una molestia desde que empezaron a crecer, "ya que teníamos que cerrar las ventanas para evitar que las ramas entrasen o los bichos que estaban en ellas; sus raíces se metían en las casas, además de que por las aceras no se podían pasar de tan estrechas que se han quedado con los árboles".
Ahora el aspecto de las aceras de la vía es otro, más diáfano para el paso de sus vecinos, aunque todavía queda por finalizar los trabajos, un plazo que desde Endesa se estima sea en breve. Mientras, los alcorques ahora vacíos de sus inquilinos permiten un mejor paso por las aceras, aunque varios vecinos indican que deberían rellenarse para hacerlos uniformes con el resto de la acera y evitar caídas. Una tarea que corresponde a la concejalía de Vías y Obras.
Desde Parques y Jardines, su titular, Álvaro Monzón, indica que "la tala de estos árboles no significa que se pierda zona verde en el municipio, ya que somos partidarios de la compensación medioambiental, es decir, que cuando se eliminan ejemplares plantaremos más en otros lugares o más adecuados al entorno y subsanar la huella ecológica".
