Cierre de filas en torno a la jefa de servicio de Seguridad del Ayuntamiento de Telde por el grupo de gobierno y el sindicato CSIF ante las críticas vertidas por vecinos de Melenara y feriantes por la prohibición de instalar chiringuitos en las fiestas patronales de este barrio costero. En sendos comunicados, ambos coinciden en la gran labor realizada por la funcionaria, aunque discrepan en el reparto de responsabilidades, ya que el sindicato afea la actuación de los políticos y reclama una rectificación pública al alcalde.

Así, mientras el grupo de gobierno se defiende de las críticas a la concejalía y a la funcionaria argumentando que se actuó según la legislación y se informó debidamente a los afectados, el sindicato carga las tintas contra el alcalde, Héctor Suárez, por su afán de protagonismo y también contra el resto del gobierno porque "los políticos están para gobernar" y no para "plantear dudas sobre ellos públicamente".

De hecho, advierte de "que no permitiremos un linchamiento público de cualquier trabajador o trabajadora municipal, que lo único que ha hecho es realizar sus funciones con profesionalidad acorde a la legalidad y velando por la seguridad ciudadana, no cediendo ante intereses políticos o particulares".

Desde la concejalía de Seguridad el concejal del área, Agustín Arencibia, recalca que el plan de seguridad se explicó a la comisión de fiestas y feriantes e incluso se les dio la alternativa del antiguo campo de fútbol. Por ello, opina que "lo que es del todo inaceptable es que ahora haya acusaciones públicas a la labor no solo de la concejalía, sino de una funcionaria que siempre se ha caracterizado por su rigor y profesionalidad y que lo único que ha hecho es cumplir con lo legalmente establecido y tratar de aplicar el plan de seguridad elaborado por un técnico externo y que está avalado por la junta de seguridad, que presidió Suárez.

Sin embargo, desde el CSIF se culpa al alcalde del ataque a estos profesionales, "centrando toda la atención y haciendo creer a la opinión pública, organizadores y feriantes que la imposibilidad de colocar los chiringuitos recae en la trabajadora municipal y redactor del plan. Lo que debería hacer es apoyar lo acordado por los profesionales de la seguridad e informar a todos los interesados que no se puede porque la normativa reguladora lo impide".