Un mensaje de renovación y una reflexión profunda sobre la situación de la sociedad actual y de la Iglesia Católica. El sacerdote Juan María Mena abrió ayer las fiestas del Santo Cristo de Telde con un pregón atípico, como él mismo describió, que buscaba aflorar el análisis entre los fieles.

El acto comenzó tras la solemne misa celebrada en la Basílica de San Juan a las 19.30 horas. El sacrificio, la solidaridad, las tecnologías e incluso la ecología fueron algunos de los temas que quiso sacar a colación durante el discurso, siempre relacionándolos con la imagen de Jesucristo crucificado y su papel en la vida de los cristianos.

Mena comenzó alabando la figura del Cristo de Telde, asegurando "que nos sigue iluminando en nuestro caminar de fe y esperanza". Para el pregonero, esta imagen evoca la historia, la tradición, el presente y el futuro de la comunidad católica "y de toda nuestra Iglesia de Canarias".

"Su rostro está esculpido en tantos rostros crucificados de nuestro tiempo", expresó, para enlazar algunos ejemplos actuales como "los inmigrantes que mueren intentando llegar a su sueño europeo, las mujeres y niños asesinados por quienes más les debían querer y cuidar, los cristianos perseguidos y masacrados por el fanatismo absurdo".

Durante su intervención también nombró la figura del Cristo como un ejemplo de rebeldía que batallaba contra las normas impuestas por las instituciones de su época, tales como el Templo de Jerusalén. En este sentido, pidió a los fieles un esfuerzo para renovar una Iglesia "en situación de emergencia pastoral y misionera" e incluso expresó la necesidad de plantear un nuevo concilio vaticano. "Nada hay que temer de revisar y reformar lo necesario desde la sencillez del Evangelio; solo tengamos miedo al miedo", expresó confiado.

Por otro lado, manifestó que la sociedad se encuentra en una "crisis de compromiso comunitario" que desemboca en ultraindividualismo y vacío, motivado en parte por el uso excesivo de las tecnologías que en muchas ocasiones podría alejarnos más que nos acercan a los demás. "Queremos ofrecer espiritualidad, donde triunfa la superficialidad y el materialismo; proponemos la comunidad cuando el individualismo reina; damos razones para creer pero hoy pensar da pereza", manifestó.

Finalmente, recordó las tragedias de los incendios que acaecieron el mes pasado en la cumbre de la Isla, así como en el Amazonas, y destacó que "la Creación, pobre e indefensa, está siendo crucificada y violada por el desarrollismo voraz e irresponsable". Asimismo, concluyó con un mensaje esperanzor: "Las benditas cumbres castigadas estos días resucitarán de sus cenizas como el pino canario cuando tiene buenas raíces...", finalizó el pregonero con un tono optimista.