La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Los esqueletos de la ciudad

Edificios abandonados componen parte del conjunto urbanístico del casco urbano l El Palacio de la Cultura, uno de los más destacables

Los esqueletos de la ciudad yaiza socorro

Hay edificios históricos y construcciones que pasan a la historia. El municipio posee inmuebles e infraestructuras en ambas categorías y en muchas ocasiones, estas se fusionan para dar paso a una imagen triste y melancólica de lo que fueron los grandes tiempos de la ciudad, cuando aún persistía la ambición política suficiente (a veces sin medida alguna) para enfrascarse en proyectos de gran potencial o en vistas a impactar positivamente en el desarrollo económico y social del municipio.

No hace falta irse lejos para encontrar edificaciones potentes, destinadas a cumplir grandes planes en sus documentos originales, que acabaron transformando el entorno en un fantasmagórico espacio. También es fácil señalar inmuebles con una gran valor patrimonial, que cumplían una función específica y en muchos casos primordial en el municipio, que hoy en día se encuentran en desuso.

El mismo casco teldense (compuesto por los barrios de San Gregorio, centro neurálgico del comercio, y San Juan, centro histórico y cultural del municipio) poseen las mayores manifestaciones de esplendor del pasado y de proyectos pretenciosos que acabaron en el tintero acumulando polvo. Quizá uno de esos grandes esqueletos que observa desde hace años el crecimiento y los cambios que han transformado la ciudad de Telde a lo largo de las últimas décadas es el aspiracional auditorio de San Gregorio.

Palacio de la Cultura. El que iba camino a convertirse en el mayor escenario de Canarias acabó convirtiéndose en uno de los mayores palomares del municipio, ubicado en el mismo centro de la ciudad de Telde. El proyecto fue redactado en 1997, pero la primera piedra no se colocó hasta el año 2010. Las ilusiones por ver ejecutado el que sería el icono de ocio y entretenimiento no solo de la ciudad de Telde sino de todo el Archipiélago canario permanecieron los primeros años de construcción, en los que se llegó a invertir unos 15 millones de euros. Una suma considerable de dinero que apenas dio para realizar el esqueleto del inmueble. El Ayuntamiento calcula que para concluir con este trabajo pendiente haría falta la misma cantidad que fue invertida, o incluso más. Derruirlo, por lo pronto, tampoco es una opción. Por lo pronto, el Consistorio ha optado por vallarlo por un montante de 80.000 euros con el fin de evitar que continúe desarrollándose el vandalismo y garantizar la seguridad ciudadana, ya que aventurarse en su interior podría ocasiones algunas situación de peligro (especialmente a los pequeños).

Multicines de Arnao. La idea de construir unas salas de cine en pleno centro del barrio de San Gregorio está ligada al sueño de convertir el municipio en un espacio dedicado a la cultura y el entretenimiento. Junto al Palacio de la Cultura, planeado en el mismo espacio a pocos metros, los cines debían servir como refugio a los enamorados del arte visual. Muy al contrario, hoy en día es uno de los principales focos de suciedad y el centro de diana de los vándalos del municipio. La idea surge a finales de los años 90, pero no se materializa hasta su inauguración en 2004. Los multicines de Arnao gozaron de éxito durante los primeros años de su actividad, pero no cumplieron ni la década cuando tuvieron que cerrarse por falta de ventas. El capricho costará más de seis millones de euros a las arcas municipales por la demanda interpuesta por la concesionaria del servicio, la empresa familiar de los Melo.

Parquin de San Gregorio. El único proyecto de la zona por el que todavía quedan esperanzas. El parquin subterráneo, ubicado bajo la explanada frente del abandonado teatro y de los multicines, podría ser una realidad el próximo año, pues el grupo de gobierno incluyó en la lista de los presupuestos del Fdcan de esta anualidad un total de 1,5 millones para hacer realidad este proyecto. Un total de 1.000 plazas para aparcar repartidas en tres sótanos, mientras que la superficie se destinará a una plaza pública en la que podrán celebrarse verbenas y celebraciones de las fiestas del barrio y eventos importantes. A pesar de que el gobierno municipal asegura que los trámites están en marcha, la realidad es que las obras deberían haberse comenzado a finales del año pasado. El casco continúa sin cubrir sus necesidades en cuando a aparcamiento, y los comerciantes reclaman que se impulse la actuación (que paraliza del mismo modo el crecimiento de la peatonalización del barrio).

Urbanización de Arauz. La zona fantasmal del municipio se halla a escasos metros del casco comercial de San Gregorio. Decenas de parcelas en donde las malas hierbas crecen sin control, los escombros se arremolinan entre la tierra infertil y las ratas se esconden entre la basura desprendida sin remordimiento en el suelo. La urbanización de Arauz es otro de los grandes sueños, de las aspiraciones políticas que no consiguieron superar las dificultades administrativas o económicas; y que además, ha costado más dolor y puñaladas económicas a la administración pública. Solo quedan los recovecos de lo que a principios de siglo se contemplaba como una nueva zona residencial planteada para albergar más de 800 viviendas. La falta de acuerdo entre el consistorio y empresa promotora de las obras, Santana Cazorla, a la hora de concretar el pago de una serie de certificaciones fue una de las causas que desembocó en la parálisis total de un proyecto estrella. Ni si quiera se acabaron las redes de alumbrado y saneamiento de aguas, lo que provoca también el bloqueo de la edificación de los solares actualmente.

Antiguos juzgados. El caso Faycán, la crisis económica a nivel estatal y el proyecto para ubicar las oficinas municipales en un nuevo inmueble en El Cubillo fueron los tres factores que imposibilitaron la rehabilitación del inmueble que albergaba los antiguos juzgados de Telde, ubicados en la calle Párroco Hernández Benitez. En el proyecto inicial, impulsado por el exconcejal Guillermo Reyes (Ciuca) durante el mandato de 2003 al 2007 con un presupuesto de 800.000 euros, se buscaba trasformar el interior del edificio en la nueva sede de la concejalía de Urbanismo e incluso se realizó un concurso público que obtuvo la empresa municipal Juan Verde para llevarlo a cabo. El estallido de uno de los casos de fraude y malversación más sonado de Canarias impidió continuar con los trámites para ejecutar las obras, y aunque el gobierno siguiente buscó el método para continuar con los albores de este proyecto, las dificultas económicas y los problemas de peso que encontró la constructora al analizar el estado del inmueble imposibilitaron que se retomase el proyecto, que aún espera un mejor destino.

Edificio de Usos Múltiples. No falta mucho para que el que es considerado como el proyecto más caro del denominado Plan Zapatero en la provincia de Las Palmas, salga de la lista de inmuebles inacabados del casco de la ciudad. El que será la futura sede de todas las oficinas municipales de la administración local (por un montante inicial de cinco millones de euros destinados a su construcción) lleva unos diez años esperando por su apertura, y en el camino ha chupado de varios lotes económicos que han servido para su rehabilitación (ya que su desuso durante los años posteriores a su ejecución estropearon algunas de las instalaciones) y para implantar los sistemas básicos necesarios para su funcionamiento y buen rendimiento. El último paso que se han dado es la dotación del mobiliario y las persianas, que han sido adjudicadas a las empresas Panel Standard y Total Ekip, respectivamente, por un total de 84.719,89 euros. La idea, según explica el grupo de gobierno, es abrir la primera planta (destinada a la atención ciudadana) en primera instancia, antes de terminar el resto de secciones.

Otra s edificaciones. El casco urbano no es el único espacio del municipio que sufre las desidias que traen consigo los edificios abandonados. Cristales rotos, basura e incluso ratas son los componentes de inmuebles como los colegios desafectados de Ojos de Garza, La Breña o El Goro, del centro comercial nunca inaugurado del barrio costero de La Garita (situado frente a la playa y al lado de un parque infantil, fomentando las travesuras infantiles) y de la histórica Casa de la Condesa situada en uno de los parques municipales de Jinámar, quemada en múltiples ocasiones y sirviendo como domicilio a varios okupas en los últimos años. También los cimientos del silo de la que fue la fábrica de la Cinsa, situado en el polígono industrial de Salinetas y posible candidato a bien de interés patrimonial, forma parte de esta infinita lista de construcciones inacabadas, abandonadas y torturadas por el paso del tiempo.

Compartir el artículo

stats