La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Las Palmas ha condenado a 13 años y ocho meses de prisión al hombre que violó a su hija adoptiva desde el año 2010 y hasta el verano de 2016, después de adoptarla en África y acogerla en su vivienda en Telde. El encausado aseguró en el juicio que la joven estaba "poseída" y que por eso "se lo inventó todo".

La Sala condenó al procesado por un delito continuado de agresión sexual a trece años y ocho meses de cárcel, a indemnizar a la víctima con 18.000 euros y además le impuso la prohibición de acercarse y/o comunicarse con la afectada a menos de 500 metros durante 20 años. Asimismo, una vez cumplida la condena, tendrá la medida de libertad vigilada por un periodo de ocho años.

La joven explicó durante el juicio llevado en contra de su padre adoptivo que comenzó a ser abusada y agredida sexualmente por el procesado una vez que llegaron a España. "Llegamos en 2010 y a las dos semanas empezó a tocarme los muslos en las mañanas. Yo me hacía la dormida y me ponía encima la manta para que dejara de hacerlo", aseveró la víctima.

La afectada reveló que recibía amenazas del condenado cuando no se dejaba abusar, las cuales consistían en decirle que la devolverían a África si no accedía a sus deseos. "Me sentí obligada, se tumbaba sobre mí y yo no podía sacármelo de encima hasta que terminaba de penetrarme", lamentó. "Cuando yo no cumplía durante el acto sexual como él quería se molestaba y después buscaba cualquier excusa para pegarme", resaltó la víctima.

La agredida denunció que intentó contarle a su madre lo que le estaba sucediendo pero ella no "le prestó atención". Además, relató que todas las agresiones ocurrieron en el cuarto de sus padres adoptivos y que mientras vivió con ellos no la dejaban salir ni hablar con nadie.

La fiscal solicitaba una condena de 14 años de prisión, la acusación particular pidió 15 años, ambas por un delito continuado de agresión sexual. Mientras, la defensa, requirió para el procesado la libre absolución.