Las lluvias que cayeron ayer de madrugada en la costa de Telde, así como goteras en el tercer piso. Un total de 11 auxiliares y enfermeros que trabajaban en el turno nocturno tuvieron que proceder a reubicar con rapidez a todos los pacientes que corrían el riesgo de mojarse o que directamente estaban afectados por la humedad.

El agua pudo infiltrarse en los plantas superiores del centro porque faltaba la capa más fina del exterior del techo del inmueble y la zona no estaba impermeabilizada. El consejero de Política Social del Cabildo de Gran Canaria, Juan Diaz, explica que en las últimas semanas se estaba llevando a cabo una obra de rehabilitación de la cubierta del edificio (una actuación en la que se invirtió un total de 1,38 millones de euros y que está siendo gestionada por la empresa pública Tragsa).

"Hacía tiempo que se había comprobado que la infraestructura necesitaba una mejora en esa zona", sostiene y añade que "se estaba trabajando en esta zona del techo y se había retirado parte de la estructura más superficial, con la intención de aplicar un producto en los siguientes días para impermeabilizar". La lluvia se adelantó esta madrugada, causando diferentes estropicios en el interior de la infraestructura.

En total fueron 53 las personas mayores que fueron trasladas a otras zonas del centro con la ayuda de los trabajadores y de los cuerpos de seguridad que se trasladaron hasta el inmueble sobre las tres de la madrugada; cuatro agentes de la Policía Local, cinco bomberos y un cabo del Consorcio de Emergencias y varias operarios más de la Policía Nacional. La directora de la residencia también estuvo presente durante las actuaciones de realojo, analizando en qué sectores del inmueble podría haber espacio suficiente.

Finalmente se decidió que algunos de los residentes ocupasen las habitaciones con camas libres de la segunda y la primera planta, otros esperasen en el salón principal y una treintena en el salón de actos del piso inferior, en el que se dispusieron las camas separadas por hombres y mujeres y divididas por biombos. Todo el proceso se alargó hasta casi cuatro horas -de las tres a las siete de la mañana-. Los cuerpos de seguridad ayudaron a trasladar el mobiliario necesario por las salidas de emergencia, principalmente las camas de los mayores.

El Cabildo Insular ha procedido a trasladar a la mayoría de estas personas a otros centros de mayores de propiedad insular, ya que las obras de reforma de la cubierta del inmueble no concluirán hasta el próximo mes de febrero. En concreto, el consejero explica un total de 41 usuarios fueron repartidos entre las residencias de Vecindario; El Sabinal; Santa Brígida y Hoya la Plata en Las Palmas de Gran Canaria. Por otro lado, nueve pudieron quedarse en el edificio teldense. "Todas las personas se encuentran bien", resalta Diaz.