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A la caza de un chollo

Cientos de personas se trasladaron hasta el centro comercial de El Mirador para disfrutar de las ofertas de liquidación en Eroski - El supermercado suma promociones en más de 10 secciones

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Liquidación en el Eroski del Mirador

O ferta especial esta semana, rezan múltiples carteles planchados en el suelo del único supermercado Eroski de la comunidad autónoma, ubicado en el centro comercial de El Mirador. Hace unas semanas que se anunció el cierre de la tienda, en la que trabajan más de 60 empleados, para abril y las reacciones entre los clientes habituales han sido variadas. La estampa de un local vacío es común en el imaginario social desde hace varios años, pero para algunos la clausura ha sido una sorpresa e incluso viven con pena la primera jornada de liquidación.

"Nunca había visto a más de diez personas aquí", expresaron sorprendidos Jonathan Sosa y su pareja al llegar al recinto, que durante las primeras horas de la mañana se encontraba a rebosar. "Este supermercado ofrecía productos diferentes; lo bueno es poder ir a varios supermercados para disfrutar de las diferentes promociones que oferta cada uno y así la experiencia de compra es más completa, pero parece que la competencia es muy fuerte", resaltó ayer Lorena Martín, vecina de Las Palmas de Gran Canaria, que se acercó hasta el local para echar un ojo a los productos rebajados. "La realidad es que no venía mucha gente de forma habitual; pero yo solía pasarme y encontraba buenas ofertas", asegura.

Parece que la mayoría de clientes se asomaba a los estantes del recinto de forma ocasional en los últimos años y solo la llamada de promociones por liquidación ha atraído su atención. "Alguna vez que pasaba a mirar las tiendas del centro comercial entraba en el Eroski, compraba algún producto suelto; nunca una gran compra", sostuvo Teresa Navarro, otra vecina de la capital. "En mi caso he querido acercarme y aprovechar para comprar productos para el cumpleaños de mi hija", expresó. "Están vendiendo los productos que se van a caducar mucho más baratos, por lo que me cuadra para hacer una 'merendola'; también están muy bien de precio los libros infantiles y me sirve para que la niña regale a sus compañeros de clase un detallito".

Cientos de personas se arremolinaron durante la mañana por las secciones de la tienda que gozaban de rebajas, lo que supuso durante la jornada colas de más de media hora de espera. Electrodomésticos; móviles o televisores; colchones; prendas de vestir para todas las épocas del año e incluso carritos para bebés o maletas de viajes. Más de diez secciones del supermercado gozaban de ofertas económicas, por lo que el entusiasmo de los clientes no cesó hasta que su recorrido no concluyó por todos los rincones de la tienda. "Estamos ilusionados, aunque vemos que los precios se equiparan bastante a los de otras cadenas y no nos gusta mucho que no se responsabilizan si hay fallos técnicos", sostuvo Ricardo Pérez, que en la primera media hora escogió un televisor.

"Nosotros acabamos de llegar, pero tampoco vemos mucha cosa", confesaron desilusionados Alejandro Morales y Priscila Zurita, una pareja de Valsequillo. "Hay muchísima gente, pero por la curiosidad; mirando por encima no hay nada que nos haya llamado la atención", acordaron. Y esa fue la sensación general de la mayoría, e incluso algunos destacaron que "no merece la pena acercarse si vienes de lejos, porque no hay mucho donde rascar", contó Esther, que quiso aprovechar el traslado hasta el centro comercial para comprar productos para bebé como pañales "y me he dado cuenta de que los precios son los de la media de todos los supermercados; lo único que ha merecido la pena es el troley", expresó indignada. De hecho, el equipaje de mano fue uno de los productos estrellas con un 20% de descuento y su pasillo quedó prácticamente vacío.

Por otro lado, familias como los Rodríguez Pejenante, originarios de San Bartolomé de Tirajana, defendieron que el Eroski "vende algunos productos míticos canarios, como las papas Vela Latina, que no se encuentran en un ningún otro sitio", afirmaron, a la vez que sienten el cierre de esta cadena en Canarias a pesar de que "no nos ha sorprendido, porque nunca venía nadie". Muchos achacan este problema a los altos precios de sus productos y a la fuerte competencia que se encontraba a su alrededor, como el Lidl o el Alcampo. Asimismo, no han faltado empresas del mismo sector que ya se han interesado por el local, uno de los más grandes del centro comercial con 11.000 metros cuadrados.

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