Varios testigos de la estafa millonaria fraguada por Teresa Velázquez, su marido, su hermano y en la que, supuestamente, participó también un abogado profesor de la Universidad de La Laguna, manifestaron en la segunda sesión del juicio que, además de las 84 víctimas que denunciaron la trama, quedan otras que prefirieron no hacerlo "por vergüenza". Una afirmación a la que también se sumó uno de los agentes de la Policía Nacional que participó en la investigación.

Al juicio ya no asisten los acusados Teresa Velázquez, Manuel Alexis Santana y José Luis Velázquez porque confesaron los hechos ante el juez durante la primera vista oral y se conformaron con el relato que efectuó la fiscal Teseisa García. Sin embargo, el procedimiento continúa en contra del abogado de la principal encausada, Antonio Santana, ya que este defiende su inocencia, aunque sigue sin contar su versión. Han acudido a declarar varios de los perjudicados por la estafa inmobiliaria y estos han asegurado que faltan más víctimas por denunciar.

"No lo hicieron por vergüenza", afirmó uno de los testigos, mientras que otro de ellos resaltó que conocía a personas que fueron estafadas por Teresa Velázquez pero que no la denunciaron porque "habían pagado el dinero en negro". Además, un agente de la Policía Nacional que estaba a cargo de la investigación también explicó, en la primera sesión del juicio tras ser cuestionado por una letrada de la acusación particular, que tenía conocimiento de que existen otros afectados.

Por otra parte, una de las víctimas que pagó a la principal acusada 48.850 euros para la adquisición de unos pisos en Bungalows Los Melocotones y Los Albaricoques ubicados en el Sur, manifestó que Teresa les prohibió a ella y a otras personas que conoce, decir que estaban subastando por estas viviendas. "Me dijo que no podía decir nada, supuestamente porque si lo decía alguien iría al juzgado y me quitaría el inmueble", relató la mujer.

Otro de los perjudicados reseñó que la procesada durante una reunión en su oficina situada en el barrio de San Juan le exhibió un auto de embargo de unas propiedades, además de otros documentos del juzgado.

Respecto a si Antonio Santana era partícipe de la trama delictiva o un "instrumento más" de Teresa Velázquez, algunos testigos reseñaron que no habían tenido contacto con él mientras que otros sostuvieron que lo conocían por medio de la acusada y tras reclamar el dinero que habían dado como señal para los supuestos bungalós.

"Él (Antonio Santana) realizaba los contratos de corretaje en el que se fijaban comisiones de penalización en caso de retirarnos, realmente eran borradores, algo que me pareció extraño viniendo de un abogado. Por ello entiendo que ya conocía cómo operaba la empresa Canarias Gestión de Embargos, cuya dueña era Teresa", recalcó uno de los perjudicados que entregó 33.750 euros. El testigo apuntó que cuando le pidió explicaciones sobre su dinero a Santana, este le dijo "te lo puedo acreditar pero no explicar" y que "también me ofreció entregarme 30.000 euros pero yo le dije que le pagara primero a las personas que yo recomendé".

Mientras, uno de los primeros denunciantes del caso, Manuel Fleites, contó ante el juez Pedro Herrera de la Sección Primera de la Audiencia Provincial que, cuando Teresa Velázquez durante una reunión accedió a devolverle 45.000 euros en efectivo, el abogado y también acusado decidió abandonar el lugar porque "no era partidario de que se pagase el dinero de esa manera" ya que por ley debería hacerse mediante una transferencia. El juicio continúa hoy con la declaración de más testigos.