En la tercera sesión del juicio que se sigue en la Ciudad de la Justicia en contra de Teresa Velázquez, Manuel Alexis Santana, José Velázquez y Antonio Santana por estafar 2,7 millones de euros a 84 personas, entre ellos empresarios y políticos de la Isla con la supuesta venta de inmuebles en el Sur, un testigo reveló que intentó ser socio de la principal acusada y autora confesa.

J. R. afirmó ayer a preguntas del letrado de la defensa de Antonio Santana que llegó a tener una conversación con Teresa Velázquez para proponerle ser su "cooperador necesario", sin embargo, destacó que esto solo lo hizo porque "estaba buscando información de alguna manera" sobre si el negocio por el que ya había entregado 37.000 euros existía.

De igual forma, destacó que si llegó a mantener comunicación con el abogado y procesado Antonio Santana, respecto a los contratos de corretaje de los cinco bungalós que la principal acusada le había ofrecido. En dichos documentos afirmó que consiguió cláusulas que le parecieron extrañas como que no podía informar a nadie sobre la compra que estaba haciendo así como a una penalización a la que se enfrentaría si desistía de hacer el negocio, unas condiciones que le parecieron "abusivas".

Por este motivo discutió con Teresa Velázquez quien, a su juicio, es una "persona demente" ya que cuando el testigo no aceptó las cláusulas "ella empezó a romper el documento". A pesar de ello, el afectado decidió continuar con la operación porque Santana medió entre la procesada y él, además de incluir los cambios en el escrito.

Además, el testigo también expresó que el investigado Antonio Santana le dijo que "no me preocupara por mi dinero y que me daba seguridad de que se iba a realizar el negocio", aunque reseñó que jamás entregó dinero a Santana.

Otras tres testigos que comparecieron ayer matizaron que jamás tuvieron algún contacto con el abogado de Teresa, si no que se enteraron de que él existía porque la acusada les comentó, tras varios meses de darles excusas por no entregarles los bungalós por los que habían pagado, que ahora las cosas sí iban a ir bien porque ya tenía con ella a un letrado "experto en blanqueo de capitales y profesor en la Universidad de La Laguna".

Por ello, tras ver los contratos y firmarlos, las víctimas decidieron seguir adelante con la compra de los bungalós hasta que Teresa fue detenida el 27 de septiembre de 2014. El juicio continúa mañana con la declaración de más testigos.