Muebles, sillas de playa, una nevera, botellas y colillas, una bicicleta estática, plásticos y rastrojos que han ido perdiendo su forma durante los incendios que se han ido sucediendo al lado de un edificio abandonado al final de la calle Doña Perfecta en el barrio de La Pardilla de Telde han conformado, progresivamente, un vertedero. La situación se viene denunciando por parte de la comunidad de vecinos de los dúplex que viven al lado de la edificación, los cuales notificaron el último altercado la noche del 14 de febrero a través de las redes sociales.
A raíz de los repetidos acontecimientos, el Ayuntamiento decidió trasladar los contenedores de residuos sólidos y orgánicos lejos de las residencias y ubicarlas en frente del parque de la localidad, comunica Juan Luis Tavío, residente afectado, que es un tramo difícil y peligroso para los viandantes puesto que el ancho de la acera es de unos 40 centímetros. Al trayecto se suma que los contenedores están situados en la urbanización colindante y dificultan el transporte de la basura.
Tavío declara que "se ha producido más de veinte incendios en los últimos años" y lamenta que el Consistorio "ha hecho una dejación de la zona, tanto es así que nos han dejado sin contenedores alegando que se quemaban y le han quitado el servicio a la urbanización, pero si vas a la iglesia verán que también hay hogueras". Asimismo, las 20 casas que están construidas en las dos calles se ven dañadas por la falta tanto de pintura en la señalética como de asfaltado en las vías y también por la poda de los árboles.
El edificio abandonado persiste en la misma situación desde hace varios años. Ha sido ocupado en distintas ocasiones y lo separa de la calle principal de La Pardilla un descampado donde también se acumula la basura. En vista de los inconvenientes que ocasionaba, se decidió poner una reja en la entrada del garaje y soldar las puertas principales. No obstante, Tavío expone que hay problemas de prostitución y consumo de drogas en el complejo.
Un muro al final de la calle sin salida que hay al costado izquierdo de la edificación es lo que limita y contiene la basura para que no se desperdigue con el viento fuerte que suele haber en la zona residencial. Un vertedero improvisado a unos pasos de la entrada de La Pardilla. Santiago Luchoro, vecino de las casas amarillas, informa de que mantuvieron una reunión en la comunidad hace unas semanas, en la cual decidieron mandar fotos a distintos medios para que se hicieran eco de la situación, "pero nadie se mueve". Contabiliza unos cinco incendios a lo largo del pasado año y espera que la situación no vuelva a repetirse a lo largo de este por la tranquilidad y seguridad de los habitantes.
"Hay coches que vienen a dejar escombros porque ven que no pasa nada y otros le prenden fuego", señala Tavío. De ahí, la presencia de espacios oscurecidos y cenizas en el tramo relleno de desperdicios de unos 8 metros. "Solicitamos urgentemente que pongan los contenedores de residuos sólidos y urbanos para evitar que el perímetro de la urbanización sea un vertedero de bolsas de basura", reclama, y puntualiza que los domiciliados pagan entre unos 300 y 500 euros de IBI.
Por su parte, el concejal titular del área de Servicios Municipales, Eloy Santana, comunica que, en primera instancia y para realizar la recogida de esa basura de ese emplazamiento se debe notificar desde disciplina urbanística un aviso a los propietarios de la edificación abandonada y, en caso de no haber respuesta, actuaría el servicio de recogida de basura y limpieza del Ayuntamiento de oficio.
A partir de enero del presente ejercicio se adjudicó el contrato de la recogida de basura y limpieza viaria a la UTE SUFI, conformada por la empresa del Grupo Sacyr y Santana Cazorla Servicios, como adjudicataria. Fuentes de la entidad mencionan que el aseo de la calle colindante a Doña Perfecta atendería a una notificación extraordinaria que el Consistorio habría de hacerles para poder maniobrar y recoger los desperdicios. La coordinación entre los técnicos de la concejalía y el equipo operativo de la UTE se pondría en marcha, no obstante, habría de comprobarse primero si la calle está recepcionada en el registro de la administración local.
