Parecía que la imagen de la ciudad a la que los teldenses han estado acostumbrados en los últimos años ha sido la de un cementerio de proyectos nunca culminados, en donde yacen infraestructuras en huesos de hierro y hormigón estancadas que a veces parece que permanecerán en ese estado para toda la eternidad: el Palacio de la Cultura en pleno casco comercial; los multicines de Arnao o el parquin subterráneo de San Gregorio son algunos de los espacios que aportan la estampa de mal estado al municipio, y especialmente a su casco.
Sin embargo, un halo de esperanza se expande por todo el territorio y entre la escombrera emergen nuevas edificaciones que rellenan los espacios libres, sucios y desamparados que salpicaban en el municipio. El desatasco del área de Urbanismo sumado al interés de las empresas privadas en invertir por suelo teldense resulta en el resurgimiento del ladrillo en el municipio, especialmente en el sector inmobiliario. En apenas unos meses se ha impulsado un buen puñado de proyectos para la construcción de viviendas (tanto a nivel particular como mediante promociones) en diferentes puntos de Telde, aunque predominan los distritos del casco y la costa.
Desde el pasado septiembre se ha favorecido la promoción de más de 100 viviendas, repartidas entre una decena de nuevos edificios que en la mayoría de casos ya han comenzado a construirse. La inversión privada que se ha puesto en estas edificaciones supera los cinco millones de euros, de los cuales dos pertenecen al proyecto de la empresa Canfoto, que pretende construir un inmueble de tres plantas con capacidad para albergar 40 viviendas en la calle San Agustín del barrio de Marpequeña. En su mayor parte, los proyectos oscilan entre la elevación de pequeños edificios con seis u ocho viviendas que se ubican en parcelas vacías entre espacios ya edificados. De este modo, da la sensación que el municipio va rellenando huecos, que en muchos casos solo acumulaban basura y en otros servían como zona de estacionamiento. Y precisamente el proyecto con mayor inversión cumple con esos parámetros, pues el nuevo edificio se ubica en un espacio que actualmente sirve como vertedero y por el cual los vecinos de la zona han presentado más de una queja. Linda con el edificio de infantil del colegio del barrio, por lo que los padres de los pequeños han manifestado en más de una ocasión la preocupación que sienten por una posible filtración de ratas en las instalaciones educativas.
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De este modo, la nueva promoción de viviendas no solo favorece el aumento de la población en la zona, sino que soluciona uno de los problemas de salubridad que afectaban a la comunidad de vecinos. Asimismo, está previsto que junto con las viviendas el edificio también posee un aparcamiento con 49 plazas y 43 trasteros, con un presupuesto total de 2.278.993 euros.
También este es el caso de una de las parcelas de la calle Santiago de Compostela, ubicada en la zona de La Barranquera. Aunque hace unos meses que se levantó un muro en el terreno, en los últimos tiempos ha sido uno de los focos de suciedad del casco del municipio. Sin embargo, en unos meses se convertirá en un inmueble de 15 viviendas, 15 trasteros y 13 plazas de garaje con un montante de 842.915,70 euros que promociona Construplan. El precio de las viviendas oscilan entre 108.000 y 199.000 euros, dependiendo del número de habitaciones y los metros cuadrados (siendo la más pequeña de 46 y la mayor de 70 metros cuadrados con terraza). A pesar de que aún no ha comenzado la obra, la empresa ya ha podido vender varios de los pisos.
Ambos inmuebles aún no han empezado a edificarse. Sin embargo, otros como el nuevo edificio de la calle Zarza (en el barrio de San Juan, junto a la entrada a San Antonio) ya están a punto de terminarse. En este caso, el inmueble ha sacrificado una de las parcelas que los vecinos y trabajadores del barrio usaban para estacionar sus vehículos. Como contrapartida queda el crecimiento del barrio hacia el este, en una de las pocos espacios libres. El proyecto cuenta con 1.103.0009 euros de presupuesto, impulsado por la empresa Preconte y contará con 25 viviendas con sus respectivas plazas de garaje y trasteros.
De los nuevos inmuebles del casco destaca por la rapidez de la obra el nuevo edificio de la calle Luis González Pérez, en pleno casco comercial frente al Palacio de la Cultura que nunca se culminó. Este inmueble también ha sacrificado uno de los terrenos de estacionamiento de la zona comercial, aunque los avances con respecto a la recuperación del proyecto del parquin subterráneo de San Gregorio podría ser el bote salvavidas para los vecinos y foráneos que necesiten un lugar donde aparcar el coche en el mismo centro de Telde.
Proyecciones
También cabe mencionar otros inmuebles en proyección como el futuro edificio de Habitat en la orilla de la circunvalación que conecta con la salida de Telde, en la calle Matías Jiménez Ruiz (zona de Arauz, cerca del futuro polideportivo de La Barranquera), que albergará un centenar de pisos que oscilarán entre dos y tres dormitorios y que tendrán un precio igual o superior a los 116.000 euros. A este proyecto se le concedió la licencia de obra hace casi un año, pero aunque sí que se ejecutaron movimientos de tierra aún no se ha cimentado nada y es uno de los inmuebles más esperados en el municipio, entre muchas cuestiones porque ayudará a reducir el impacto visual negativo del barrio en su camino hacia San Gregorio.
Asimismo, aunque el aumento de la concesión de licencias de obras para promociones de viviendas ha experimentado un repunte importante con respecto a años anteriores (hace apenas unas semanas que se impulsaron los expedientes de obra para edificar viviendas de entre seis y ocho viviendas en barrios como Salinetas, Las Huesas o La Herradura) lo que realmente sorprende es el incremento de lo que refiere a modificaciones y ejecución de inmuebles nuevos destinados a viviendas unifamiliares. "Hay muchas personas que quieren residir en Telde y no es de extrañar", apostilla con contundencia la concejala de Urbanismo, Lidia Mejías. Sean las razones que sean, lo cierto es que se nota que la crisis del ladrillo está paliando poco a poco y según los datos, la aprobación de permisos para construir aumentó en 2019 casi en un 40% con respecto al año anterior (otorgándose un total de 86, frente a los 63 de 2018). Y el incremento es más impresionante si se compara la situación con el año 2014, en el que apenas se concedieron unas 40 licencias en todo el año.
Eran los temidos años de la crisis del ladrillo, así como la época en que la administración pública debatía las fórmulas para lidiar con el temido Plan de Ajustes que estableció el Estado en el año 2012 y que supuso los dolorosos recortes en personal y servicios. "Ahora podemos notar que la recuperación económica del Ayuntamiento está en marcha y eso se traslada al área de Urbanismo, que siempre ha sido el impulso motor y el corazón de la administración", apunta la concejala orgullosa, aunque también analiza la situación y considera que "las empresas privadas no invertirían si no confiaran, por eso no solo hay recuperación económica sino en fiabilidad del sector privado en la administración".
La concejala no desaprovecha la ocasión para alabar al equipo de trabajadores del departamento. "Estamos trabajando con muy poco personal, pero el área se está volcando para que volvamos a estar orgullosos de nuestro municipio y que además se llegue a convertir en motor de la Isla", asevera, aunque también apunta que "desde el grupo de gobierno sabemos la necesidad de viviendas que necesita el municipio y no solo se aboga por la inversión privada, sino también en la pública; a través del Plan General de Ordenación se establecerán espacios idóneos para el desarrollo de las promociones de viviendas sociales a través del Gobierno de Canarias".
