Los peritos revelaron ayer que el autor del crimen Víctor Ayoze Gil y su presunto cómplice, José Manuel H., estuvieron juntos justo después de que el principal acusado acabara con la vida de su novia.
En la cuarta sesión del juicio que se lleva en contra de Gil por estrangular hasta la muerte a la que era su pareja, Yurena López, la mañana del 31 de marzo de 2017 en Lomo Magullo, Telde, los investigadores resaltaron que el procesado escribió a su amigo y supuesto encubridor un primer mensaje para verse sobre las 11.47 de la mañana, tras haber dado muerte a su novia, en el que le preguntaba si podía pasar por su casa, a lo que José Manuel H. respondió que sí.
Esto, según los peritos y contando los minutos que Ayoze pudo tardar para llegar a casa de su amigo, más una serie de llamadas y mensajes que se recibieron justo después demuestran que los dos acusados estuvieron juntos durante al menos las cuatro primeras horas posteriores al suceso.
Además, sobre las 14.12 horas, cuando se presume que todavía estaban juntos, Ayoze le envió un mensaje a su supuesto encubridor en el que le decía: “Buenas tardes, para que veas un cachorro de bully”. Algo que, según los investigadores, fue hecho con el fin de despistar y de que José Manuel H. tuviese una coartada con la cual situarse en su vivienda a efectos de que se hicieran pesquisas.
Ayoze envió un mensaje a su amigo para “despistar” y que este tuviese una coartada
Una conclusión a la que han llegado los peritos después de analizar el móvil de la pareja del presunto cómplice, ya que este no tenía teléfono y utilizaba el de su mujer para el momento de los hechos, por lo que se dieron cuenta de que la esposa de José Manuel H., tras “no entender el mensaje del cachorro de bully”, decidió llamar a Yurena para ver si su marido se encontraba con el autor del crimen ya que “sospechaba que algo estaba pasando”. “Hay muchos mensajes que demuestran que los acusados estuvieron juntos durante esa franja horaria porque Mercedes, la mujer de José Manuel H., intentaba ponerse en contacto con su marido vía llamadas y mensajes mediante el móvil de Víctor Ayoze Gil”, sostiene una de las peritos del Cuerpo Nacional de Policía.
Sin embargo, la agente también sostuvo que existía la posibilidad de que antes o después del mensaje del cachorro de bully el presunto encubridor hubiese llegado a su casa para volverse a ir con el autor del crimen. Asimismo, especificó que entre las 12 del mediodía y las 16.20 horas Gil tuvo que envolver el cuerpo de la víctima porque sus padres llegarían a casa y se darían cuenta de lo sucedido, justo en la franja horaria en la que sitúan a José Manuel H. junto al principal acusado.
“Después de los primeros mensajes en los que quedaron para verse ambos procesados, el móvil pasó a estar siempre con Mercedes, por lo que las llamadas y mensajes entre el teléfono de Víctor Ayoze Gil y la esposa de su presunto cómplice se hicieron mientras el terminal estaba en casa de José Manuel H., y con el fin de que este y su pareja se mantuvieran en contacto”, insiste la perito. En el informe pericial de los móviles también se descubrió que Gil se envió mensajes desde el telefono de Yurena después de haberla matado, así como que la víctima tenía guardado el contacto del chico con el que estaba saliendo con el nombre de “Eli”.
Los agentes añadieron que llegaron hasta José Manuel H. no por la confesión del autor del crimen, sino por la manera en la que encontraron envuelto el cadáver ya que algo así “no podía ser obra de una sola persona”. “En ningún momento durante su declaración nombró a su amigo, dimos con él a raíz de las investigaciones posteriores al hallazgo del cadáver en la que varias personas dijeron haberlos visto juntos, una de ellas en la casa del principal acusado el día de los hechos”, explicó la perito.
El autor del crimen se mandó mensajes a sí mismo desde el móvil de su novia después de matarla
Pese a esto, tanto en el envoltorio, como en la bolsa en la que se encontraron las prendas de la víctima, se hallaron nueve huellas de las cuales sólo pudieron identificar cuatro que correspondían a Gil ya que el resto de huellas eran imposibles de identificar.
Las pruebas también ponen de manifiesto que Yurena no se fue a la finca ese día con su novio, sino que se quedó en casa mientras este le daba de comer y paseaba a los perros, que eran de ambos.
Los hechos
Según la fiscal delegada de Violencia sobre la Mujer, María Luisa Ordóñez de Barraicua, relató en sus conclusiones provisionales que entre los días 26 y 28 de marzo de 2017 la víctima, de 23 años, le comunicó a Víctor Ayoze Gil su intención de terminar la relación sentimental, este le pidió que le diera hasta el 3 de abril para “asimilar la situación”. Sin embargo, el 31 de marzo entre las 10.00 y 11.00 horas inició una discusión con la joven, la empujó sobre la cama y de forma “totalmente sorpresiva y sin que ella tuviese la posibilidad de defenderse”, se colocó a horcajadas encima de Yurena dejándola inmovilizada y la ahorcó con ambas manos hasta que le ocasionó la muerte. Después, envolvió el cuerpo de la joven con la supuesta ayuda de su amigo y también acusado en bolsas, film y cinta americana, pero cuando iba a enterrarla se arrepintió y confesó los hechos ante la Policía Nacional.
Por ello, pidió una condena para Víctor Ayoze Gil de 22 años de cárcel por el delito de asesinato con las agravantes de parentesco y género, así como la atenuante simple de confesión. Mientras, las acusaciones particular y popular han solicitado 25 años con las mismas agravantes pero sin la atenuante. Por su parte, el abogado defensor del autor del crimen interesó 15 años por el delito de homicidio. En cuanto a José Manuel H., las acusaciones requirieron tres años de prisión por un delito de encubrimiento, entretanto su defensa ha solicitado la libre absolución. El juicio continúa hoy con la comparecencia de los forenses.
