Parques y Jardines ha podado de forma selectiva los laureles de la plaza de San Juan, una acción con la que, además, se pretende minimizar la presencia de la mosca blanca algodonosa. En el marco de estas labores se verificó el estado de los aljibes donde semanalmente se deposita el agua para el riego drenado de los monumentales ejemplares. El objetivo es incluir estos ejemplares en el catálogo de árboles singulares de Telde, por su carácter monumental y emblemáticos. El Ayuntamiento está preocupado por uno de los árboles de la plaza, el ficus más próximo a la basílica, que desde hace años padece “una grave enfermedad que le ha llevado a tener un diagnóstico de ‘UVI’ y que está siendo tratado con endoterapia por microinyección.