La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El acusado de abuso sexual asegura que tras la denuncia hay enemigos narcos

El hombre es investigado por publicar falsas ofertas de trabajo para captar a las víctimas

Fernando M. C., acusado de abusar de tres mujeres en su vivienda, ayer en el juicio en su contra. | | JUAN CASTRO

El acusado de abusar sexualmente de tres mujeres en Telde mediante entrevistas de trabajo negó los hechos y aseguró que tras las denuncias hay enemigos suyos narcotraficantes. En la primera sesión del juicio que se sigue contra Fernando M. C., en la Sección Sexta de la Audiencia Provincial de Las Palmas por, supuestamente, abusar de dos mujeres y agredir sexualmente a una tercera, el encausado manifestó que se dedicaba a publicar ofertas de trabajo y entrevistar a los candidatos para otras empresas o personas y que les atendía en su despacho que quedaba en su vivienda en Telde.

“Soy titulado en publicidad y por eso me dedico a reclutar personal para terceros”, narró el acusado, a la vez que dijo que no recordaba muchas cosas. Al ser cuestionado por el fiscal respecto a su condena anterior por un delito de abuso sexual, Fernando M. C. recalcó que puede ser debido a un grupo de narcotraficantes que “se ha inventado estas historias y enviado a mujeres a su casa para posteriormente realizar las denuncias falsas” ya que él ha hecho campañas antidrogas y que las víctimas solo buscaban compensación económica. También indicó que se declaró culpable en el juicio anterior ya que tiene una sordera del 50%, no llevaba puesto su audífono y su abogado se lo recomendó pese a tener una carta en la que la denunciante “hablaba bien” de él.

De igual forma negó tener una cama en su despacho como aseguraron las víctimas y un policía. En el caso de la víctima que explicó haber sufrido una agresión sexual por parte del sexagenario, este contó que alguien le dio los datos de la agredida porque él estaba buscando una empleada de limpieza y que cuando ella llegó al domicilio se comportó “muy cariñosa y sociable”. “Me dio un abrazo y un beso, noté que estaba muy cerca de mí e insinuante”, reseñó. En un momento dado, sostuvo que la víctima le dijo que le gustaba el cine y que quería ver una película, por lo que la invitó a ver una. “Salió del despacho y me quedé viendo la tele, ella se acercó a mi cama mostrándose insinuante y yo me dejé llevar. Acto seguido se montó sobre mí y mantuvimos relaciones sexuales”, dijo.

Sin embargo, esta afectada contó entre lágrimas que había acudido ese día para comenzar a trabajar como interna en casa del procesado. La víctima dijo que él se comportó amable con ella desde el primer momento y que este le dijo que dormirían en la misma cama al caer la noche, aún así no tuvo miedo porque estaba acostumbrada a cuidar a personas mayores. “En un momento empezó a toquetearme y yo le pedí que parase, cuando me di cuenta ya me había quitado la ropa mientras me decía que era bonita. Yo me quedé en shock y completamente acobardada”, lamentó la mujer. Según la acusación, se encontraba en situación de vulnerabilidad en el momento de los hechos al carecer de empleo y tener tres hijas a su cargo. Además, en ese momento carecía de dinero para regresar a su casa tras la agresión, por lo que tuvo que esperar al día siguiente para poder marcharse.

Otra de las afectadas relató que Fernando M. C. le tocó el pecho durante la entrevista. Por su parte, una testigo explicó que este la encerró en la vivienda y al notar las actitudes extrañas del hombre le pidió salir a comer con su pareja, algo que lo “enojó muchísimo” por lo que tras aprovecharse del descuido del procesado decidió escapar lanzándose por la ventana del piso. El fiscal solicitó un total de 17 años de prisión por dos delitos de abusos sexuales y uno de agresión, aunque entiende que tras la no comparecencia de una de las agraviadas, el investigado resulte absuelto por uno de los delitos de abusos. Mientras, la defensa pidió libre absolución y aseguró que la víctima de agresión se contradice y que, además, tiene un trastorno depresivo que le obliga a medicarse. El juicio quedó visto para sentencia.

Compartir el artículo

stats