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Árboles singulares, las esmeraldas de Telde

El Ayuntamiento tramita su catálogo de árboles singulares en colaboración con el Cabildo | Entre los ejemplares más destacados resalta el oro de risco, único en la Isla

Las esmeraldas de Telde

El municipio de Telde cuenta con más de 30.000 árboles en los 1,3 millones de metros cuadrados de espacio verde. Sin embargo, solo una treintena de ejemplares han podido ser clasificados por el Ayuntamiento como verdaderas joyas de la corona. Valorando no sólo sus características físicas, sino también su valor histórico e incluso cultural, el área de Medioambiente ha incluido en el futuro catálogo municipal de árboles singulares ejemplares tan especiales como el drago de El Gamonal, de casi 300 años de edad, o la palmera canaria de la Casa Condal, la más alta de todas las de Telde. 

Un faro gigante indica la entrada al casco histórico teldense desde el sector norte desde hace más de 200 años, aunque no todo el mundo es capaz de percibir su presencia en una primera hojeada. La palmera canaria situada en el patio exterior de la Casa Condal, en el barrio de San Juan, ha estado ahí presente desde hace más de dos siglos, pero no muchos saben que de las de su especie es la que más destaca en esta localidad por su altura, ya que supera los 30 metros. Por este motivo ha sido clasificada tanto por el Cabildo insular como por el Ayuntamiento como uno de los árboles singulares del municipio, una de las esmeraldas que componen todo el entramado de vida verde en Telde.

Aunque según los registros del área de Medioambiente hay más de 30.000 ejemplares de árboles y arbustos, sólo una treintena ha tenido el honor de alzarse con la protección municipal por sus características científicas, históricas o incluso por su valor cultural y social. El concejal a cargo de este departamento, Álvaro Monzón, explica que tras un arduo y extenso trabajo de investigación ya han podido esclarecer qué ejemplares únicos y grupos pueden alcanzar la categoría de singular y recibir los cuidados y valoración necesaria para garantizar su conservación.

Y precisamente entre las especies que más destacan se encuentran las palmeras. No es casualidad, porque de entre todos los árboles con los que cuenta el municipio, casi la mitad son de esta clase. En concreto, Telde cuenta con 12.000 palmeras. Por eso, además de la altísima de San Juan, también se incluyen en el catálogo el palmeral del Bailadero, a apenas unos kilómetros de distancia de la que es considerada la joya. En un extenso terreno privado que puede apreciarse desde el barrio de San Francisco, una decena de palmeras centenarias se yerguen con buena postura imprimiendo una bonita postal. Por otro lado, también forman parte de la lista el conjunto de la finca de La Herradura, propiedad insular, y finalmente la palmera de La Colomba, situada en el espacio natural protegido de Los Cernícalos. Con sus 29,4 metros de altura es la probablemente la segunda más alta del municipio.

La segunda especie vegetal que más se repite en el documento son los dragos, y el que primero viene a la cabeza por su impresionante tamaño es el de Los Arenales. En lomo de Cuevas de Cubas, se encuentra este increíble ejemplar, que cuenta con unos 260 años de edad, dos metros y medio de diámetro de base y más de nueve en su copa. Por otro lado, el documento tiene en cuenta más grupos de este tipo de árbol. Los dragonales de Salinetas son un buen ejemplo para destacar no sólo peculiaridades físicas, sino también de carácter social. Su historia comienza con el esfuerzo de Miguel Benítez Torres, trabajador de la CINSA en los años 60 y cultivador de estos ejemplares. Tras su jubilación el movimiento vecinal y ecologista ha reclamado constantemente su conservación. Para finalizar en esta categoría, pero sin considerarse menos importantes, están los dragos centenarios del terreno desértico de Rosiana.

Asimismo, el resto de ejemplares que se encuentran en el listado para su posterior protección son de especies muy dispares. El barranco de los Cernícalos es quizá el espacio que recoge más árboles con caracteres únicos; en este extenso terreno protegido puede hallarse el segundo sabinal más grande de toda Gran Canaria, con 10 metros de altura, 13 de diámetro de copa y dos del perímetro del tronco. También el conjunto de alcornoques ubicados donde antes se situaba la terraza de cultivo de la popular familia del Castillo; la sauceda que comprende más de ocho kilómetros del terreno y la encina de la Colomba, con casi 300 años de vida, son ejemplares que se alzan con la medalla de oro.

El catálogo también incluye una especie muy particular, frágil y endémica de Canarias. Oro de Risco es un arbusto en peligro crítico de extinción que ha sido incluido en el Libro Rojo (nacional) de Flora amenazada al soportar un alto grado de fragmentación. La mayoría de sus poblaciones cuentan con muy escasos efectivos. Ahora mismo sólo se encuentra en Telde y, por tanto, todas las instituciones públicas canarias con fondos europeos investigan para que esta especie se perpetúe.

Entre algunos de los árboles que destacan en su singularidad, está el Mancey cubano del jardín romántico de la antigua Casa de la Mujer, en el barrio de San Juan; una rareza no sólo para el municipio sino para toda la Isla y se dice que fue traído por sus antiguos dueños tras un viaje a Latinoamérica. El clavero de la Casa Condal también supone otra exquisitez procedente del extranjero, siendo de una especie nativa de Indonesia. Sus botones ( flores que aún no se han abierto) secos se denominan clavos de olor y se usan como especia en las comidas.

La lista continúa con árboles tan conocidos por toda la ciudadanía como los míticos naranjeros de San Juan, los laureles de la plaza del barrio o el árbol bonito de San Francisco, entre muchos otros, Lo que es seguro es que ya está cerrada. El Ayuntamiento se encuentra ahora inmerso en un largo proceso administrativo para poder hacer realidad el documento, que será complementado con una ordenanza. Una de las primeras tareas es dar audiencia a las personas afectadas, aquellas que son propietarias de terrenos en donde se sitúan árboles seleccionados; también se están redactando los informes preceptivos técnicos y jurídicos. Los siguientes pasos lo llevarán a una primera sesión plenaria para su aprobación inicial y después, tras un período de alegaciones, a una segunda sesión para terminar el proceso. Monzón augura que para mediados de año, en el verano, todo pueda resolverse y que las esmeraldas del municipio sean finalmente protegidas como merecen.

Las esmeraldas de Telde

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Las esmeraldas de Telde

Las esmeraldas de Telde

Drago de El Gamonal.

¿SIGUE SIENDO LA ADMINISTRACIÓN ENEMIGO DE LOS ÁRBOLES?

Las políticas medioambientales han variado considerablemente a través de los mandatos. El colectivo de ecologistas Turcón llegó a considerar al Ayuntamiento de Telde como enemigo de los árboles por los métodos inadecuados de poda de los árboles urbanos y las talas constantes en diferentes puntos del municipio. Aunque en los últimos años se han efectuado medidas más positivas con respecto al conjunto arboreo del municipio, la plataforma ecologista aún considera que hacen falta más avances. “Las podas siguen siendo desorbitadas; los cortes excesivos matan no sólo a los árboles, sino también a la fauna que en ellos habita”, explica Honorio Galindo, miembro del colectivo, que añade que desde el Ayuntamiento se prioriza la economización de los recursos antes que la calidad en las actuaciones. “Para hacer una buena poda quizá necesitas a más trabajadores, pero prefieren hacerlo mal y con menos gente”, asevera con dureza. Por otro lado, celebra la aprobación del futuro catálogo de árboles, aunque le preocupa que la protección a las especies singulares no se materialice. “No olvidemos que las multas medioambientales no se están cobrando, ¿se cobrarán las sanciones por destrozos a la arboleda?”, se pregunta. | J. P.

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