No se ve en Jinámar una unión vecinal tan grande desde 1984, cuando decenas de colectivos del barrio lucharon por la implantación de servicios e infraestructuras básicas como colegios y centros de salud en el barrio. Casi 40 años más tarde, las agrupaciones ciudadanas vuelven a unirse para denunciar el escaso desarrollo que ha tenido esta zona desde el pasado siglo. Francisco Suárez, presidente de la Asociación Thenesor, manifestó hace unas semanas la intención de denunciar ante Europa y el Ministerio Fiscal la pérdida de fondos europeos destinados a mejorar esta localidad en los últimos 30 años.
Hace unas semanas manifestaron su intención de denunciar ante el Ministerio Fiscal y ante Europa la pérdida de fondos en los últimos años
Hemos hecho pública nuestra intención, pero ahora invertiremos un tiempo en redactar un documento detallado de las inversiones perdidas. Queremos buscar además apoyos en los partidos políticos con representación europea. Nos extraña la forma en la que se han invertido los fondos; como por ejemplo la construcción de las piscinas o los criterios técnicos que siguieron para realizar el tanatorio, que nunca se abrió. Los vecinos tenemos muchas dudas sobre cómo se han hecho las cosas. Las administraciones públicas utilizan el dinero, pero no ofrecen información de nada.
¿Calculan cuánto dinero ha podido perderse?
No puedo arriesgarme a dar una cifra. Necesitamos más investigación, pero es mucho. Lo que queremos es que quede claro en qué se ha invertido y cuál es la intención de gastar en un lugar que después no se mantiene. Nos impresiona porque la clase política de los años 80 eran personas mayores sin estudios, que no quita que pudieran tener capacidad para gobernar, pero es que ahora son todos universitarios y se entiende que deberían tener un espíritu de lucha más combativo. Pero es todo lo contrario, es gente formada con muchas ganas de vivir la vida y con poco sentido de la responsabilidad. Eso es lo que se percibe en el barrio; porque ahora mismo si algo destaca es el abandono.
Usted y otros líderes vecinales tomaron la decisión de unirse a finales del año pasado para alzar vuestra voz. ¿Es la primera vez que se formula un movimiento ciudadano tan grande?
Podríamos decir que en realidad es la segunda. El año 84 se formó un gran movimiento vecinal en el que formaron parte muchos colectivos; fue cuando se luchó para la construcción de centros escolares, de salud y otras infraestructuras para el barrio. Pero después de eso no se ha visto algo así.
¿No ve que se haya producido grandes avances sociales?
Hemos iniciado esta nuestra lucha porque vemos que Jinámar está muy mal. Hacía muchos años que no tenía deficiencias como ahora. Después del año 2000 las inversiones están muertas; vienen, pero no las vemos reflejadas por ninguna parte.
Pero las instituciones venden mucho la mejora continua de las infraestructuras básicas como el asfaltado.
Telde no ha recepcionado el polígono, así que las competencias las tiene el Gobierno de Canarias. Cuando se invierte dinero es porque otras instituciones dan dinero. Pero en los últimos años el dinero viene y no se invierte. Empezaron a asfaltar las calles y a medio trabajo se llevaron las máquinas. Además, el asfalto es defectuoso y pediremos responsabilidades a la concejalía correspondiente y al jefe de servicios, que es el que aprueba las actuaciones. En 38 años las instituciones han tenido tiempo suficiente para descalificar Jinámar como un barrio pobre.
¿Cree entonces que la continua clasificación del barrio como marginal no ha permitido avanzar a su comunidad?
Los partidos políticos han cogido el gusto de nombrar a Jinámar para conseguir dinero de Europa. En los años 80 se estableció como zona deprimida y han ido tirando así del hilo. En los 89 y 90 las inversiones se materializan, pero después no. Hay una falta de responsabilidad por parte de los partidos políticos y queremos que Europa haga balance de la gestión que se hace con los dineros.
“Los colectivos pequeños del barrio no nos beneficiamos con el Plan Integral, nos ningunean”
El Plan Integral de Jinámar fue creado con la intención de combatir esa idea de pobreza.
La opinión que tenemos desde todos los colectivos es que el Plan Integral de Jinámar se hace a espaldas de los vecinos y no representa. Que rehabiliten las viviendas y los entornos está muy bien y lo apoyamos, pero después hay un gran cantidad de ingresos en el mismo Plan que la institución de Telde utiliza para el clientelismo político. Los colectivos pequeños del propio barrio no salimos beneficiados, nos ningunean. Pero grandes organizaciones como Cruz Roja o Yrichen, que no tienen siquiera sede en Jinámar, se les ofrecen todas las inversiones. Es cierto que los pequeños colectivos carecen de una estructura de grandes recursos y técnicos; pero quizá con las subvenciones que nos diesen podría crearse una red que canalizase a todos los colectivos. Podrían poner un equipo multidisciplinar al servicio del barrio, para el desarrollo comunitario y unificar a todos los colectivos en una red.
¿Cómo está afectando la crisis de coronavirus a nivel económico en el barrio?
En Jinámar como en todos los sitios está afectando con mucha dureza esta situación. Pero vergüenza le debería dar a los gobernantes que en el barrio hayan ocho puntos del banco de alimentos en un sólo kilómetro cuadrado. Nosotros estamos en contra del asistencialismo, a la gente hay que enseñarle a pescar, no abrirle las bocas. Están paralizando el desarrollo y creando una sociedad sin ilusión de lucha; si lo dan todo hecho, la mayoría de la gente no tiene espíritu. El problema es que esto se traslada después a la siguiente generación, esto va de padres a hijos. Parte del problema recae también en los propios vecinos, porque si no nos movemos esto está claro que esto nunca saldrá adelante. Queremos que nuestra voz sea una sola, por eso nos hemos unido todos.
