El teatro Juan Ramón Jiménez acoge mañana a las 20.00 horas un concierto de Javier Ojeda, conocido por ser el vocalista del famoso grupo de los 80 Danza Invisible. En esta entrevista, el cantante hace un repaso de su trayectoria profesional y de sus influencias. Considera que su generación creció escuchando mejor música que en la actualidad, que considera que domina los medios más comerciales.  

Para comenzar por el principio, por sus orígenes e inicios en la actividad musical. ¿Cuáles fueron sus motivos e influencias y referencias en el mundo de la música cuando dabas tus primeros pasos?

Yo soy un producto genuino de los 80. Mis primeras influencias son la new wave inglesa de la época, también bandas como Talking Heads y referentes más antiguos como David Bowie o Roxy Music. Posteriormente me abrí muchísimo a la música negra en todas sus verientes. Soul, funk, reggae, africana, latina…

Supongo que los comienzos no fueron tan fáciles, que supuso trabajo y esfuerzo daros a conocer, ya como miembro y vocalista de Danza Invisible.

Pues se va a sorprender, pero en mi caso sí fueron fáciles. Yo entré en la banda en febrero o marzo de 1982. Y en otoño, de ese mismo año, ya estaba grabando mi primer disco. Era una época con muchas oportunidades para las bandas que ofrecían un concepto nuevo, como era nuestro caso.

Y luego llegaría el reconocimiento de toda esta trayectoria y obra de Danza Invisible, ¿qué factores o momentos contribuyeron a todo ello? En este sentido, ¿cómo fueron asimilando toda esta valoración que se hizo del aporte tan significativo de la banda a la escena musical?

Yo creo que tuvimos la suerte de que nuestra popularidad fue, más o menos, gradual. Nuestros primeros trabajos no tuvieron la repercusión esperada. Eso nos hizo mucho más sabios de cara al futuro. A partir de nuestro cuarto disco, se puede decir que empezamos a consolidarnos y ya en 1988, con el disco A tu alcance, fue la locura. Lo bueno es que ya habíamos sufrido algún traspiés previo, lo que nos hizo mucho más sólidos como músicos y como personas.

En esta línea, ¿cómo vivieron aquellos efervescentes e históricos años 80, que impactaron tanto en la realidad de la música?, ustedes que fueron historia viva de esta época. ¿Y qué aspectos positivos o negativos destacaría al respecto?

Lo positivo, el ambiente fantástico de celebración, la incorrección, la explosión de colores y libertad; el gran momento de la industria discográfica española y la buena acogida de los medios a todo este movimiento que, no lo olvidemos, salió del underground. Lo negativo, durante algunos años parecía que toda la música española, anterior a la Movida, no tenía valor alguno, es como si fuese arrollada por el vértigo de los nuevos tiempos. Otra cosa negativa sería nuestra ingenuidad al tratar asuntos financieros y contractuales, nos engañaron en multitud de ocasiones.

En dicha trayectoria de Danza Invisible, ha existido un desarrollo de diversos estilos, sonidos y referencias musicales. ¿Cómo se fue experienciando este desarrollo por parte de la banda y del público, qué resaltarías sobre ello?

A la vez que evolucionábamos como oyentes, también lo hacíamos como músicos. Como te comentaba al principio, nos abrimos mucho más estilísticamente. En parte, porque notábamos que componiendo nos empezábamos a repetir en ciertos esquemas. El público en general acogió bien esta evolución que, no lo dudes, fue sincera y alejada de cualquier ambición comercial. Luego, hay una pequeña parte que se ha quedado con lo que hacíamos en los primeros discos, no queriendo saber nada más de nuestra evolución posterior.

Hemos visto como distintos grupos y obras de estos años 80, con el tiempo, han sido igual e incluso más valorado en la actualidad que en aquella época; con una especie de nostalgia y querer regresar a estas bandas y sonidos. ¿Ha notado esto que le comento con referencia a Danza Invisible?

Mi teoría es que en nuestra época confluyeron una serie de factores, que hicieron que la época fuese única, sobre todo, porque las emisoras de radio y televisión daban cancha a todo lo que ocurría. Estoy absolutamente convencido de que éste vuelve a ser un buen momento musical, pero ya has de rastrear las nuevas propuestas en internet y medios alternativos. Lo grande de los 80 es que el underground se hizo masivo y esa generación ha escuchado una mejor música popular, más interesante y arriesgada musicalmente que la que se hace en la actualidad, que domina los medios más comerciales.

Su carrera ha continuado en estos años, ya de forma personal como Javier Ojeda, desarrollando esta diversidad musical y sonora. ¿Cómo cree que ha sido recibida por el público y cómo lo ha relacionado con Danza Invisible, su reacción ante la ausencia del grupo y su actual trabajo?

Al principio fue difícil, porque luchaba por diferenciarme de lo que hacía con Danza, a la gente le costaba verme en otro formato. Posteriormente, me he dejado llevar solo por lo que me apetecía hacer, independientemente de cómo sonase; y creo que, finalmente, el público ha acabado valorando estupendamente lo que hago en solitario. No en vano, soy uno de los principales compositores de Danza Invisible y, al final, eso se nota. Pero, esta trayectoria como solista, me ha permitido tocar con músicos maravillosos y crecer muchísimo como intérprete.

¿Cuál ha sido su posible relación con el público canario? ¿Conoce algo de la escena e historia musical canaria y qué podemos esperar, mutuamente, en este concierto que va a dar próximamente?

Yo adoro el público canario y sé que allí soy apreciado. Algo conozco de la escena canaria, claro está, soy aficionado a la música y siento interés por la creatividad de cada zona. Tanto si es más pop o rock, como si es más folklórico. ¡Y tengo varios amigos músicos allí! El concierto va a ser delicioso y sorprendente, porque en Gran Canaria apenas se conoce mi faceta más íntima y creo que a la gente le va a gustar.

Por último, si es posible, nos gustaría conocer lo planes de futuro que tiene a más corto y largo plazo.

Voy a publicar un nuevo disco en solitario (su título: “DeCantando”), dentro de un mes aproximadamente, seguramente en Telde tocaré algún adelanto. También estoy preparando un festival de música soul-funk, en Torremolinos, y un ciclo de conciertos temáticos sobre el vino, todo esto para julio.