El proyecto de regeneración paisajística de la autovía del Sur, la GC-1, ha abordado la mejora de la imagen y rehabilitación del Polígono Industrial de Jinámar con obras en el talud del margen izquierdo del Barranco Real de Telde y una inversión del Cabildo de 265.342 euros. Las obras, impulsadas por la Consejería de Política Territorial del Cabildo de Gran Canaria, buscan poner fin al estado de abandono de un espacio de gran impacto paisajístico, según ha informado la titular de ese departamento, Inés Miranda, en un comunicado.

El talud se encontraba muy degradado, con fuertes pendientes y cortes en el terreno, sin vegetación y numerosos hoyos, generados por su inestabilidad y por la erosión producida por las lluvias. Además, en el área se habían colocado cinco vallas publicitarias ilegales de grandes dimensiones y otras tres de menor tamaño.

Con las primeras obras se han retirado todas las vallas publicitarias y se han suavizado las pendientes para mejorar así su estabilidad, además de reperfilar todo el talud, rellenar los hoyos y colocar escollera en su base. Posteriormente, se ha instalado una malla antihierba que facilita su conservación, se ha cubierto con rocalla volcánica y grava, un sistema de riego y se han plantado cardones, buganvillas y adelfas.

Todo ello se ha completado con la limpieza mediante medios mecánicos y manuales de residuos y vertidos, que se extendían por 5.353 metros cuadrados del entorno; y el acondicionamiento de los senderos peatonales que conectan el área con la avenida Joan y Víctor Jara de Jinámar. Para mejorar la conectividad con la parada de guaguas que da acceso a El Cortijo y la zona comercial de Las Terrazas, se han balizado los senderos con hitos de madera, se han modificado las rasantes, y se han ejecutado escalones con peldaños de madera, en los puntos de más pendiente.

Por último, la estación de bombeo de aguas residuales de este espacio también ha sido renovada. En concreto, se ha pintado, se ha realizado el chapado en laja de su cerramiento, muros y otros elementos, se han levantado muretes y se ha colocado escollera en el entorno. Los trabajos han mitigado el grave deterioro que presentaba esta zona, que coincide con la salida 6 de la autovía, y el impacto visual negativo que suponía.

La consejera ha incidido en que esta actuación constituye «una regeneración del medio», que contribuye a «la creación de paisaje, e invita a la ciudadanía a su cuidado, apartándose de acciones agresivas contra el entorno».