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Una misión léxica de dos siglos

Tres generaciones de una familia recuperan las palabras y expresiones canarias desde 1864

Julio González Padrón. | LP/DLP

Palabras como chirgo (chorro de agua), ñangeta (miedoso) o fotingo (coche viejo) son más o menos conocidas en el vocabulario canario, pero todas han formado parte del lenguaje de los isleños. Julio González Padrón, jubilado de la marina mercante, historiador y escritor, se ha dedicado los últimos años a recopilar los vocablos populares y expresiones de todas las islas para verterlas en su décimo libro, ¿Quien sos tú? Este no ha sido un trabajo que haya realizado solo; contó con la documentación sobre el léxico que ya recopiló anteriormente su bisabuelo y su padre.

Su investigación comienza sobre el año 2015. «Encontré un viejo baúl en mi casa que contenía los documentos de mi bisabuelo, en donde estaban escritas numerosas palabras que usaban los canarios en su época», contextualiza el autor. Los folios más antiguos, escritos a mano, estaban datados en el mes de octubre del año 1864. Su interés por recopilar la mayor cantidad de expresiones y vocablos populares de las islas fue continuada muchos años después por su nieto -padre del escritor-, que pasaba a máquina todo el material que recogía a lo largo de los años. «Mi padre heredó de mi bisabuelo la primera tienda de textil que se instaló en el municipio de Telde; era la única que había en todo el Sur de Gran Canaria, así que se acercaba gente de todas partes», explica González.

Lenguaje propio

Las formas de hablar de cada cliente variaban considerablemente según el municipio al que pertenecieran. «La pésima comunicación que existía entre los pueblos por aquella época provocaba un lenguaje propiO en cada uno; mi padre quedaba sorprendido y sentía la necesidad de apuntarlo todo», añade el historiador. «Pero eso no es todo, incluso según la zona del municipio muchas veces se generaban palabras diferentes; por ejemplo, una de las formas que tenían los vecinos de la playa de Melenara de llamar a la gente miope era ópidos», expresa. «Era algo único de esa zona de la costa», explica.

Y como esta anécdota, González atesora cientos, ya que esa diversidad y riqueza léxica que descubrió por la documentación de sus antepasados fue la que le llevó a retomar la tarea de sus antepasados y acabar con la publicación de esta pieza literaria, que cuenta con un total de 282 páginas. Pero para llegar a ese punto primero tuvo que recorrerse numerosos pueblos de todas las islas del Archipiélago, con la intención de hablar con los residentes y hacerles recordar la forma de hablar de sus propios antepasados. «Fue un trabajo súper laborioso que duró unos tres años», recuerda.

¿Quién sos tú?, como se ha titulado el libro finalmente, hace referencia a una de las experiencias que vivió González en el proceso de investigación. «Quedé con un señor en uno de los pueblos del municipio de Tías, en Lanzarote, para que me contase expresiones antiguas», empieza a relatar el autor, que destaca que el vecino le acabó por preguntar a poco de empezar la entrevista esta curiosa pregunta; ¿Quién sos tú? «La gente se piensa que el sos es argentino, pero es castellano antiguo que seguimos usando los canarios y que acabó llegando a Argentina», explica, concretando que aunque en un principio pensó titular su obra simplemente como Léxico canario, finalmente optó por la otra forma en honor a ese señor.

González quiere dejar claro las peculiaridades de su libro. “Esto no es un diccionario, es un tratado sobre el léxico canario”, advierte.

«En este libro recojo palabras escritas como las diría un canario de a pie e incluyo su significado de una forma llana, sencilla, que llegue al pueblo», defiende. La obra separa la colección de palabras por las letras del abecedario y en cada una añade una frase para contextualizar su significado, así como se explica su procedencia. Además incluye una serie de poemas sobre Canarias elaborados por el escritor Jose Antonio Gómez Gómez.

«Los canarios tenemos muchas palabras de origen portugués e inglés”, sostiene el escritor, que pone de ejemplo gaveta como influencia galaico-portuguesa y cambuyonero como ejemplo anglosajón. «Es una deformación de la expresión inglesa can buy on?», explica. Por otro lado, el libro también recoge arcaismos (palabras del castellano antiguo que desaparecieron en la península, pero no en Canarias). «En El Hierro, por ejemplo, los niños siguen contestando a los adultos usando ¿señor?, en vez de ¿qué?», asevera el historiador.

Aunque la obra fue publicada en junio del año pasado (editada por la mujer del escritor, Alicia García), aún no se ha efectuado una presentación oficial. «Tengo pensado hacerla una vez concluyan las restricciones de aforo, para que pueda ir mucha gente», confiesa González, que también espera poder realizar un tour por las Islas para mostrar el libro. «Y no es lo único, también iré a Madrid y me han invitado incluso a Panamá», asevera.

La distribución de esta publiación mediante la plataforma de Amazon ha permitido su lectura en numerosos países latinoamericanos, donde el autor sostiene que ha tenido mucho éxito. Y no es esto, incluso en la ciudad de San Antonio, en el estado de Texas, en Estados Unidos, se han puesto en contacto con él. «Me quedé muy sorprendido, pero resulta que allí hay mucha influencia canaria porque fue un grupo de canarios quienes fundaron la ciudad. Aún así, quizá lo más impresionante es la lectura del Papa Francisco I. «Un contacto mío se la envió y me consta que le gustó mucho», conluye orgulloso.

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