El artista Felipe Juan presenta en las Casas Consistoriales su nueva muestra ‘Doorluz’, compuesta por 36 pinturas y 32 poemas que tienen de motivo principal las puertas 

La cuarentena desencadenó dos realidades para la mayoría de personas; la necesidad física de salir debido al enclaustramiento impuesto y el deseo de escapar a otra realidad ajena a la pandemia. El artista Felipe Juan recoge esas sensaciones en su nueva exposición Doorluz, inaugurada el pasado viernes en las Casas Consistoriales, en la plaza de San Juan de Telde. 

La muestra está conformada por un total de 36 pinturas en acrílico que fueron elaboradas por el autor durante el confinamiento y los meses posteriores, cuando la normativa de movilidad era más restrictiva que nunca. Además están acompañadas por un total de 32 poemas, elaborados por 32 personas diferentes a los que el artista solicitó participar. «Aunque en otras muestras ya he invitado a escritores a que envíen pequeños relatos que sigan el motivo principal que yo trato, en esta ocasión yo mismo me he atrevido a hacer también una pieza escrita», confiesa emocionado. Por otro lado, resalta que en esta colección también se encuentra también una canción compuesta por el cantante Juanfra, que la pudo interpretar durante la apertura. 

Según explica Felipe Juan, la desesperación generalizada del momento inspiró esta nueva obra, pero siempre desde un punto de vista esperanzador. Por esa razón el motivo principal de sus cuadros son las puertas, que en la mayoría de piezas se muestran abiertas de par en par o entrecerradas, de modo que permite ver la realidad que queda al otro lado: una explosión de colores vibrantes que conforman preciosos paisajes. Paraísos que simbolizan la situación que anhela la sociedad una vez concluya la pandemia por coronavirus. 

El pintor adelanta que únicamente en tres piezas de este conjunto pictórico pueden observarse que las puertas están cerradas. «Revelan las situaciones en las que no siempre se puede escapar o hacer algo para cambiar la situación», contextualiza. Espera que las personas que puedan llegar a visitar la obra, que estará disponible de lunes a viernes hasta final de mes, salgan con una percepción diferente de las circunstancias. Más esperanzados. 

«Siempre he tratado que mis cuadros reflejen temáticas positivas», explica Felipe Juan, que además resalta que en cada pieza muestra la iconografía típica de toda su trayectoria artística, que casa con esa idea de la alegría, la ilusión y la esperanza: girasoles, mariposas o puestas de sol, entre otras. «Las nuevas colecciones que hago siempre beben de las anteriores, para mí es una oportunidad de indagar en los recursos ya presentados e incorporar nuevas reflexiones que tenga», explica. «También cabe destacar el uso que doy del color amarillo, siempre ha sido así; me evoca felicidad, buenas vibraciones», añade emocionado. 

Por otro lado, el autor quiere destacar que en esta ocasión utilizó como soporte la madera y la tela para realizar las obras. «Lo curioso es que como empecé a trabajar en el confinamiento no podía comprar material, así que muchos de los cuadros expuestos se realizaron con materiales reciclados e incluso están pintados sobre otras pinturas que en su momento hice y deseché», explica. En total el proceso se alargó hasta los nueve meses, añade. «Es el tiempo medio que tardo siempre en crear las muestras, como un embarazo», sostiene riendo.