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La obra del cruce de Melenara agrega dos carriles nuevos y amplía aceras

Los promotores calculan que en verano el centro comercial y la gasolinera estarán listos

Vista general de la obra del nuevo área comercial que tendrá el cruce de Melenara. | | ANDRÉS CRUZ

Hace dos meses que comenzaron las obras de construcción de la nueva área comercial del cruce de Melenara, en donde estará ubicada la primera tienda de supermercados Aldi, una nueva estación de servicio de Disa y además un pequeño centro comercial. Cuando finalice, sobre verano de este año, la imagen de la zona se verá completamente renovada. No solo porque contará con estas nuevas infraestructuras en un espacio estratégico, sino porque el proyecto incluye además mejoras tanto a nivel estético como de movilidad.

En concreto, los trabajos supondrán la construcción de nuevas vías y de grandes aceras. Por un lado, está prevista la ampliación de la carretera de entrada al parque empresarial. La demolición de antiguas naves ubicadas en la calle Ignacio Ellacuría durante el año pasado ha permitido ganar un gran espacio en esa vía, lo que supondrá la inclusión de un nuevo carril y un desahogo considerable para el tráfico. «Lo que después el Ayuntamiento, en colaboración con los empresarios, deberá decidir la dirección que tendrán los tres carriles con los que se quedará la calle», explica Iván Sánchez, el arquitecto.

Por otra parte, en los planos también está prevista la construcción de una segunda carretera paralela al acceso principal de la playa de Melenara, que conectará directamente con la rotonda Juan Rodríguez Betancor. De esta forma se agiliza mucho más la circulación en la zona, que es uno de los mayores problemas que denuncian los vecinos de los barrios adyacentes, El Calero y Casas Nuevas. En este sentido, Sánchez recuerda que las empresa que han impulsado todas estas obras, Hijos de José Monzón y Comunidad de Bienes Hermanos Álvarez Monzón, están ubicadas en el municipio y su apuesta no se limita al futuro rédito económico que saquen de las infraestructuras, sino que esperan elevar también la calidad de este punto de la localidad.

De hecho, por eso mismo la entidad va también a construir una pequeña plaza pública junto a la superficie comercial, que dotarán de zonas ajardinadas y mobiliario urbano que puedan utilizar los vecinos diariamente. «Lo que buscamos es dar vida al espacio», añade el arquitecto, que también agrega que para ello construirán aceras anchas para permitir la movilidad peatonal.

Sobre los trabajos afirma que avanzan a buen ritmo. Las obras que deben efectuarse en esta parcela, que cuenta con unas dimensiones de 5.000 metros cuadrados, pueden dividirse en cuatro proyectos; la tienda de alimentos, un pequeño centro comercial con nueve locales, una gasolinera con estación de lavado y finalmente el espacio libre que se preparará para la urbanización.

«La gran apuesta de los promotores realmente es el espacio central, el del aparcamiento, en donde ubicaremos más mobiliario para ofrecer a la ciudadanía un lugar donde estar», defiende el arquitecto. «Podríamos haber aprovechado los casi 10.000 metros cuadrados de la parcela para construir edificaciones más grandes e incluir los aparcamientos dentro, pero el concepto es distinto porque optamos por el espacio libre», añade.

Sánchez insiste en que el área comercial debe estar en consonancia con las necesidades ciudadanas, por lo que desde el primer momento en que diseñaron las infraestructuras pensaron que debía lucir como parte de una ciudad y no de una zona industrial. «Teníamos claro que esto tenía que desarrollarse como un espacio urbano, que parezca que es parte de una ciudad y no de un extrarradio», sostiene ilusionado.

Por esta misma razón explica que «hemos sido muy cuidadosos con la calidad de los materiales que utilizamos, porque queremos que sea como la que se exige en una ciudad; contará con adoquines, zonas verdes, mobiliario, iluminación... Elementos que normalmente no se introducen en aparcamientos al uso», explica emocionado Sánchez.

Una decena de empresas trabajan desde hace dos meses sobre el terreno para tener a punto todas las edificaciones en verano. Las entidades principales que efectúan los trabajos son Sinergia, que se encarga de toda la obra civil, y Lopesan, que lleva a cabo los trabajos de la urbanización y la estación de servicio. Por otro lado, Regisal Soporte Ooperativo se encarga de la gestión del supermercado.

«Luego hay numerosas subcontratas que efectúan tareas más específicas», añade el arquitecto, que detalla que actualmente trabajan en la obra una treintena de personas. «Pero porque no hemos empezado todo lo que tenemos entre manos; calculo que en unas semanas habrá aquí unos 150 obreros», calcula.

El mayor reto con el que cuentan en este proceso es el traslado de la estación transformadora, que estaba en la calle Nelson Mandela, y pasará a ubicarse en esta parcela. «Es una inversión importantísima y un proceso que depende de muchos trámites burocráticos», detalla Sánchez.

Obras paralelas

«La compañía de Aldi tiene pensado abrir sobre el mes de julio, así que el resto de obras se han adaptado para concluir por las mismas fechas de forma paralela», avanza el arquitecto. De momento, la del supermercado es la que se encuentra más avanzada, con la estructura principal prácticamente concluida. Este edificio cuenta con dos plantas sobre rasante; la primera destinada para el aparcamiento, con casi un centenar de plazas para estacionar, y la segunda para la tienda.

El segundo inmueble, que estará situado justo al lado -creando una forma de L-, empezó a edificarse hace unas semanas y en estos momentos se están instalando los cimientos. Cuenta con un sótano, que será destinado al almacenaje, y dos plantas sobre rasantes. En la primera se ubicarán cuatro locales y en la superior otros cinco. «La empresa ahora mismo está promocionando estos espacios para su alquiler; hay mucho interés, pero aún no se ha cerrado nada», concreta.

Asimismo, Sánchez adelanta que este edificio está pensado principalmente para la instalación de negocios de restauración. «Sobre todo en la planta alta, en donde habrá una terraza de seis metros y es más óptimas para instalar mesas y sillas», expresa.

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