El artista Luis Arencibia Betancort ha sido homenajeado en Leganés con un programa de actividades que contiene rutas guiadas por la ciudad para conocer sus esculturas, además de exposiciones con múltiples obras. Para recordar al artista fallecido en marzo, del pasado año, se creó la Asociación Cultural Homenaje a Luis Arencibia. Más de 200 personas apoyaron esta Plataforma y entre sus fundadores están el ex–alcalde de Leganés José Luis Pérez Raéz, su viuda, Luz María Blanco Manzanas, Eugenio Villareal Francisco Arroyo Martín, Miguel A. García Álvaro e Idaira Arencibia Blanco. Además, contaron con la cooperación del Ayuntamiento de Leganés que puso a disposición de la asociación espacios culturales como las salas de exposiciones Antonio Machado y de José Saramago, así como de la Biblioteca Central y el Salón de Actos de las Dehesillas. Con la participación directa y constante de Luz MaríaBlanco y Eugenio Villareal organizaron las exposiciones con un amplio número de obras pictóricas, grabados y dibujos. También se adentra en los carteles conservados en el archivo municipal, pues Luis Arencibia elaboró toda la producción municipal durante casi dos décadas. Las cabezas que formaron parte de su producción en su última etapa tienen una gran presencia. El programa se completa con conferencias y paseos guiados por el Museo de Esculturas al Aire Libre.

Arte para la ciudadanía

Luis Arencibia llega a Leganés en 1971 aunque fue cuestión de azar. La intención primigenia era trabajar en la empresa de tractores John Deere. Sin embargo, un empleado familiar del marido de su tía María Dolores Arencibia Gil le informa que el Ayuntamiento de Leganés necesitaba personal. Y allí fue. Desde el primer momento, Luis Arencibia Betancort siempre quiso acercar el arte a los ciudadanos desplegando una intensa labor cultural encargándose inicialmente de la gestión del archivo municipal.

Leganés y su hijo adoptivo teldense

Tras constituirse los ayuntamientos democráticos en 1979, trabaja como Técnico y Asesor artístico en el área de Cultura. Seis años después obtiene por oposición la Plaza de Funcionario como Técnico Superior de Administración Especial y el nombramiento de Director del Área Artística.

Luis Arencibia impulsó el desarrollo cultural de Leganés desde el primer momento siendo responsable de numerosas iniciativas artísticas. En 1982 crea la primera Sala Municipal de Exposiciones de Leganés donde se muestra la obra de grandes artistas españoles contemporáneos destacando los académicos José Hernández, Manuel Alcorlo y García Ochoa. No dudó en promocionar a los artistas locales potenciándolos según su calidad. Además expuso piezas originales de museos como El Prado, el Arqueológico Nacional, la Real Academia de Bellas Artes, Museo de Ciencias, el Reina Sofía, etc. [La Voz de Leganés, junio-1998].

A partir de 1984, Luis Arencibia funda y dirige el Museo de Escultura al Aire Libre, que se ha solicitado que lleve su nombre. Este espacio es una aportación artística innovadora en toda España. Otro aspecto de este Parque–Museo son los depósitos temporales precedentes del Museo del Prado y del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, logrando el traslado a Leganés de 50 esculturas de gran formato en el año 2000.

Esta miscelánea de obras de muy distintas épocas y estilos incluye composiciones figurativas y otras de tendencias más modernas. Reflejan el recorrido de la escultura española a lo largo del siglo XX y principios del XXI albergando producciones de algunos de los más destacados escultores españoles: Martín Chirino, Jorge Oteiza, Agustín Ibarrola, Pablo Serrano, José Hernández, Francisco Leiro, Susana Solano, entre otros muchos. Con estas obras nuestro artista amplió la proyección del museo municipal a escala nacional.

Al mismo tiempo, Luis Arencibia comienza a fraguar un proyecto de embellecimiento de su localidad de adopción. Nuestro artista ejecuta este programa de ornamentación urbana mediante esculturas en la década de 1990 con el surgimiento de nuevos barrios y nuevas infraestructuras.

«Esta invasión de esculturas en el centro de la ciudad se le ocurrió a Luis Arencibia, responsable del área artística y de exposiciones del Consistorio», afirmaba la prensa madrileña. «Arencibia se ha propuesto humanizar una ciudad fea y poco armónica como Leganés o cualquiera de sus localidades vecinas. […]. Es una manera de enseñar las obras al público y de evitar que la ciudad agreda visualmente a los ciudadanos», redactaron en El País, en 1998. Para la elección de las piezas escultóricas, Luis Arencibia primará la calidad artística del escultor y buscará principalmente un estilo que fuera cercano a la figuración. De esta manera, el monumento sería más comprensible para la comunidad en la que se iba a instalar.

Desde el punto de vista de la gestión del patrimonio económico municipal de su área, Luis Arencibia fue siempre un concienzudo gestor. «A veces es preferible sustituir el mármol de las fuentes por un material más asequible, como el granito, y aprovechar el remanente de dinero en añadir una escultura», sostenía para El País. De esta manera evitó que Leganés fuera copado de piezas repetitivas de fábrica meramente decorativas sin gracia e interés artístico.

Se puede afirmar sin error alguno que nuestro artista dibujó el semblante actual de Leganés. En pocas plazas no está su rastro con obras surgidas de sus manos o bien obras llegadas por mediación de sus contactos con el mundo del arte. Así Leganés cuenta con obras de Pepe Hernández, Pepe Viera, Fernando Bellver, Alfredo Alcaín, Manuel Alcorlo, El Roto, Ana Juan, Isabel Muñoz, Amalia Avia o Carmen Pagés.

Algunas de sus esculturas más impresionantes presiden las plazas y parques de Leganés: El caballo del agua, La sirena de la Plaza de la Inmaculada, El Hidróforo o El reloj de sol, son ya piezas icónicas de la ciudad. No cabe la menor duda que Luis Arencibia ha renovado Leganés transformando una ciudad dormitorio en un espacio más humanizado.

Otras iniciativas en pro de Leganés fueron la restauración del órgano barroco de la iglesia de San Salvador y la publicación de diversos libros sobre la historia y el arte en Leganés. Destacan Leganés. Patrimonio de una ciudad (1999) donde recoge los monumentos, los edificios y las fuentes más importantes y singulares. En esta misma línea publicó Leganés. Arte en la calle” (2001).

Por otro lado, realiza el primer libro de fotos antiguas que nuestro artista recogió casa por casa, Leganés. Imágenes de antaño (2001). Asimismo, dirige e ilustra tebeo sobre su historia Leganés, una ciudad, una historia (1994).

Luis Arencibia amó Leganés a la que no solo embelleció aportando su espléndida creatividad, sino que en ella residió y formó su familia. Por su amplia labor cultural es nombrado Hijo Adoptivo de dicha Ciudad en 1997.

De Telde a Leganés

Luis Arencibia Betancort nace en Telde en 1946. Hijo del pintor José Arencibia Gil y Rosa Betancort Santana, su vida transcurre en el barrio de Los Llanos de San Gregorio. Realiza sus primeros estudios en la Escuela Nacional del citado barrio. De esos años recordaría la mala comida y la abundante mantequilla.

En 1956 ingresa en el Instituto Laboral de Telde con calificaciones brillantes. Si bien quiso estudiar Arquitectura, al terminar el Bachillerato ingresa en el Curso Selectivo de Perito Industrial de Las Palmas (Universidad Politécnica) y prosigue sus estudios en la Escuela de Aparejadores. Sin embargo, no le gustaba.

Entre marzo y abril de 1961, aburrido de esos estudios, decide entrar en Acción Católica y al año siguiente cursa Filosofía y Teología en el Seminario Mayor de Tafira. Estos estudios los combina con diversos viajes a la Península hasta 1968, cuando fallece su padre. Luis Arencibia abandona los estudios y comienza a trabajar como docente durante un curso académico en el Instituto de Guanarteme por mediación del sacerdote Manuel Alemán Álamo. Al año siguiente marcha a Madrid retomando sus estudios de Licenciatura en Teología por la Universidad de Comillas.

Dos años después presenta su tesina El personalismo en la obra de San Juan de la Cruz, matriculándose seguidamente en la Facultad de Filosofía de la Universidad Autónoma matritense. Aprueba los dos primeros cursos y al comenzar el tercero la Universidad es clausurada por el gobierno franquista debido a las movilizaciones y protestas estudiantiles contra la dictadura siendo nuestro artista partícipe en esos actos reivindicativos como militante comunista.

En 1973 prosigue con los estudios de Filosofía en la Universidad de Comillas logrando su licenciatura. Al mismo tiempo inicia su actividad política en la Organización Revolucionaria de Trabajadores (ORT). Al año siguiente se incorpora a la organización socialista clandestina de Madrid militando en el barrio de Ventas, siendo el responsable de educación política y formación del militante. La abandona en 1986. Durante los años de la dictadura franquista sería detenido en siete ocasiones retirándosele el pasaporte. La inquietud intelectual será una constante en su vida y en la línea de sus estudios se licencia en 1978 en Filosofía y Letras (especialidad de Filosofía Pura) por la Universidad Complutense de Madrid mediante un examen general.

Desde el punto de vista artístico comienza su carrera como dibujante volcándose después en la pintura, el grabado, la escritura y la escultura, en especial la escultura de grandes dimensiones obteniendo sus mayores éxitos como artista.

Si bien la faceta escultórica es la más conocida, su obra de pintor y grabador es también muy relevante. En estas técnicas cabe destacar la influencia de su padre. José Arencibia Gil, en lo que se refiere al dibujo. Para Luis Arencibia la concepción de la creación siempre pasa por la composición dibujística y ello se observa en sus diversas etapas creativas.

La primera época está relacionada con el dibujo y la pintura en diferentes técnicas (óleo y acrílico sobre papel, cartón y madera; tinta, sanguina y lápiz sobre papel). La temática es variada: paisajes urbanos ruinosos de edificios resquebrajados, criaturas fantasmagóricas y personajes siniestros e inquietantes.

La fantasía perturbadora, la atmósfera del misterio y la angustiosa soledad envuelven muchas de estas obras. Su segunda etapa se centró en el grabado al aguafuerte y litografías destacando la serie de La Pasión y Locos. Estas dos primeras facetas manifiestan su profunda influencia religiosa. En lo que respecta a su producción escultórica cuenta con un amplio repertorio de temática variada (mitológica, religiosa, retratística, etc.). El profesor Jonathan Allen realizó una monografía de obligada lectura que tituló como Sueños Barrocos. La obra artística de Luis Arencibia Betancort (1976–2006).

No falta su faceta literaria publicando varios libros de cuentos. El primero bajo el título San Juan Bicéfalo (1985); después Locos (1991), con el poeta Leopoldo María Panero. Al año siguiente publica El discurso del cuerdo (1992) del que realiza otra nueva edición en 2014 ampliada con quince relatos inéditos. La Pasión (1995) es otra interesante obra que realiza con la poeta Isla Correyero. Manual de oscuridades (2012) con Luis Alberto de Cuenca. Su última publicación es Santorales y diablos con el profesor y crítico de arte Jonathan Allen (2015), entre otros títulos.

A lo largo de su vida el escultor Luis Arencibia recibió diversos galardones y condecoraciones que reconocían su talento creativo y gran personalidad. También deja un grato recuerdo en todos aquellos que tuvieron la suerte de compartir su tiempo y vivencias con él.