La danza de las luces sobre el lienzo nocturno

La joven artista aruquense Tatiana García presenta una muestra que mezcla la calma de las horas de sueño con los trazos de luz característicos de las ciudades

Tatiana García, artista plástica y autora de la exposición 'La noche como refugio', que se podrá visitar en la Casa-Museo León y Castillo.

Tatiana García, artista plástica y autora de la exposición 'La noche como refugio', que se podrá visitar en la Casa-Museo León y Castillo. / LP/DLP

Benyara Machinea

Benyara Machinea

El vacío de las calles de la ciudad durante las horas de sueño encierra tras de sí un paisaje de calma para las personas más noctámbulas, que aprovechan esas horas del día para liberar la mente de las preocupaciones cotidianas. O, al menos, eso es lo que ha motivado a la joven artista Tatiana García a utilizar este motivo como eje de su última exposición, titulada 'La noche como refugio', que permanecerá abierta para visitas en la Casa-Museo León y Castillo hasta el próximo 23 de enero. Los ocho lienzos pintados al óleo mezclan lo onírico con lo simbólico y comprenden desde paisajes estáticos caracterizados por la ausencia de luz hasta estampas movidas que contrastan con los haces de luz de las farolas.

Recién graduada de la carrera de Bellas Artes por la Universidad de La Laguna, fue precisamente en una de sus asignaturas donde dirigió por primera vez su pincel a un lienzo en forma de paisaje, pues lo que siempre le había interesado dibujar eran los retratos. "Nunca me había adentrado en esas pinturas porque no me llamaban la atención, pero yo pensaba en los clásicos paisajes florales que se pueden comprar y nada más", explicó la nacida en Arucas. Lo primero que le atrajo al plasmar una estampa nocturna fueron los colores neones, que ya había tratado de incluir en los retratos que hacía.

Los paisajes expuestos en la sala del museo teldense nacen a raíz de unas fotografías sacadas por García en las calles de ciudades como Santa Cruz de Tenerife y La Laguna, que era donde residía la joven artista al momento de adentrarse en la temática, pero la cotidianidad de los espacios recuerda a cualquier otra urbe. Los cuadros muestran autopistas observadas desde un coche en movimiento, con el reflejo de las luces de los otros coches, así como rincones de la ciudad tales como una parada de tranvía o una vía del casco antiguo recorrida a pie.

Una de las obras que conforman la segunda parte de la exposición, que contrasta la oscuridad y las luces de la ciudad.

Una de las pinturas que conforman la segunda parte de la exposición, que contrasta la oscuridad y las luces de la ciudad. / LP/DLP

"Me gusta la noche por la tranquilidad, la calma que transmiten los espacios de la ciudad cuando la gente está en sus casas, ya que representan todo lo contrario al día, que es cuando están llenos de ruidos y de tráfico", expresó la artista. Los fondos son difusos debido a las sombras que rodean el final del día, pero el uso de la luz en los lienzos "es una manera de contrastar el paisaje con formas tranquilas y oníricas, que en forma de trazos de luz danzan en medio del lienzo asemejándose a una especie de baile", asegura su autora.

La muestra también ahonda en el debate de la salud física y mental, que la aruquense siempre procura incluir de una forma u otra en su producción artística. "Hablo de la salud mental en relación con la productividad, que está muy ligada al estrés", aclara García. Mientras que durante el día las personas tienden a omitir el tiempo de descanso en favor de avanzar tareas pendientes, la noche es para la artista una etapa en la que se conoce mejor y es más consciente de lo que busca en la vida. La productividad, llevada a un extremo, "lo único que hacen es provocarnos ansiedad, transtornos de sueño y múltiples enfermedades que van a afectar a nuestra salud", sostiene.

Tomar un respiro

Las obras recopiladas inciden en la necesidad de tomar esos minutos de descanso durante la noche, resaltando la capacidad que tienen esos momentos del día a la hora de relativizar los problemas y tomar un respiro de la rutina. Esa pausa sirve para "darle importancia a la familia, a lo que tenemos, a lo que hemos perdido y a lo que verdaderamente importa", aclara.

En un futuro, la artista plástica no descarta la posibilidad de volver a plasmar pinturas de cuerpos, pero quiere mantener ese punto intermedio entre la pintura más abstracta y la simbólica que ya ha introducido en sus obras más recientes de esta sala. En estos momentos se encuentra trabajando en un nuevo proyecto para ilustrar cuerpos humanos desde una perspectiva más emotiva.

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