La fiebre de la barbería llega a Telde con un nuevo centro de formación

David Cabello enseña a una veintena de alumnos las claves para realizar un buen corte en la academia Arnao, regentada por su colega Luis Rodríguez

Academia de barbería y peluquería Arnao, en Telde

Juan Castro

Benyara Machinea

Benyara Machinea

La academia Arnao, abierta el pasado mes de diciembre en el barrio de San Gregorio por el barbero Luis Rodríguez, forma a una veintena de alumnos en una profesión que no para de crecer en la isla de Gran Canaria. El profesional del sector David Cabello, que acumula 23 años realizando cortes de caballero, enseña a un grupo de estudiantes a poner en práctica sus conocimientos con sesiones gratuitas a los clientes.

El municipio de Telde se suma a la fiebre de la barbería con la apertura de su único centro de formación para transmitir las claves de una profesión que no hace más que crecer en Canarias. El local en cuestión se llama Arnao Academy y en él tanto su propietario, Luis Rodríguez, como su profesor, David Cabello, transmiten a una nueva generación de jóvenes que buscan abrirse un hueco en el sector todo lo que han aprendido en sus más de 20 años realizando cortes de caballero

"Hoy en día si pasas por cualquier localidad te encuentras todas las barberías llenas", incidió Cabello, que desde hace casi dos meses ofrece clases a una veintena de alumnos en el nuevo local abierto en el barrio de San Gregorio. Las redes sociales donde comparte su trabajo y su participación como jurado en las tres batallas de barberos celebradas en la Isla le han permitido darse a conocer entre un grupo de estudiantes que no superan los 30 años. 

El profesional del sector cogió su primera máquina de cortar a los 13 años, animado por su hermano mayor, que trabajaba en una barbería, y desde entonces ha pasado por distintos locales y centros hasta formar a 600 personas de Gran Canaria, así como de otras Islas y de la Península Ibérica. "Llevo diez años metido en la enseñanza. Empecé viajando y yendo a clases de famosos barberos que venían aquí y a raíz de eso decidí formar mi primer local y, gracias al boca a boca, logré alcanzar mucha demanda", explicó el profesional.

La alumna María Franco practica un corte a tijera con un maniquí.

La alumna María Franco practica un corte a tijera con un maniquí. / Juan Castro

Al gerente de la academia, Luis Rodríguez, le conoció desde pequeño porque ambos residían en el barrio de Jinámar y coincidían con frecuencia al compartir la misma profesión. Sin embargo, la idea de montar este negocio juntos no surgió hasta hace unos pocos meses, después de que Rodríguez asistiera a una de las clases impartidas por Cabello y acto seguido le propusiera enseñar en el local. "Es una pasión que compartimos los dos, nos encanta que los niños aprendan y queríamos hacerlo juntos", aclaró Rodríguez. 

"El hombre a día de hoy se cuida mucho más que antes", remarca el gerente del centro de formación

En las clases compaginan la enseñanza de las bases teóricas con lecciones prácticas, en las que los alumnos tienen la opción de realizar sus primeros cortes, que llevan a cabo de forma gratuita a los voluntarios que asisten al local. Además, los participantes aprenden a realizar cortes con navajas, se familiarizan con la aplicación de los colores, así como con los peinados y los acabados. "Hay gente que ya tiene años de experiencia pero no tiene las bases, el temario ni los conocimientos y ahora están actualizándose a raíz de que ha crecido mucho la rama de la peluquería y la barbería y tanto las técnicas como las tendencias y la moda han sufrido un gran cambio", enfatizó Cabello.

Ambos profesionales concuerdan en que el sector de la barbería lleva en auge un par de años y apuntan como principales motivos a los nuevos materiales que utilizan, la apertura de nuevos centros de formación y la ampliación de las salidas profesionales. "El hombre se cuida mucho más a día de hoy y eso también influye", señaló por su parte el propietario del local. 

Luis Rodríguez y David Cabello, al centro, posan junto a sus alumnos.

Luis Rodríguez y David Cabello, al centro, posan junto a sus alumnos. / Juan Castro

A esto se le suma que "dentro del sector de la barbería en España y en Canarias hay muy buen nivel", tal y como señala Luis Rodríguez. Prueba de ello son las batallas de barberos que se han celebrado hasta en tres ocasiones en Carrizal. Este concepto de competición, importado de Estados Unidos, reúne a cerca de 40 participantes en un mismo espacio que se baten en un tiempo determinado para realizar el mejor corte dentro del tema que les lanzan.

Por otra parte, dentro de esta profesión tradicionalmente masculina, cada vez son más las mujeres que se animan a buscar un hueco en el sector. Tal es el caso de María Franco, alumna de la academia, que después de probar a formarse en la peluquería tradicional se dio cuenta de que su verdadera pasión era la barbería. "Lo que más disfruto es de esa creatividad que te abre el mundo de la barbería. A mí me gusta innovar y jugar con cortes atrevidos porque al final el pelo es algo que crece", remarcó la estudiante.

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