Los propietarios del hipódromo Luanfra ponen a la venta el terreno

El destino de la escuela ecuestre y de las cuadras alquiladas, que cuentan con alrededor de 20 caballos, dependerá del uso que decidan darle los compradores

Benyara Machinea

Benyara Machinea

Las carreras de caballos generaron una gran afición en el municipio de Telde, que llegó a atraer en su época dorada a apasionados del mundo ecuestre de todo el Archipiélago. El centro de referencia siempre fue el hipódromo Luanfra, hasta que poco a poco empezó a perder asistentes, motivo por el que sus dueños dejaron a un lado las competiciones para centrarse en el alquiler de cuadras y en realizar todo tipo de eventos en su restaurante y sala de fiestas. Ahora el recinto de Las Huesas afronta una nueva etapa, pues sus propietarios han decidido poner el terreno en venta, dejando el futuro de los caballos y de la escuela ecuestre que imparte clases en el establecimiento en manos de los futuros compradores.

El precio de venta es de 850.000 euros e incluye 50 establos con área de entrenamiento y pistas, un apartamento de un dormitorio y un edificio separado con escenario, bar y sala de juegos, según recoge el anuncio publicado por la agencia inmobiliaria Guide Properties. Francisco González, uno de los tres propietarios, asegura que "hay varios compradores interesados en el terreno", tanto empresarios de la Isla como extranjeros, aunque desconoce el uso que quieren hacer del espacio y si tienen intención de continuar con la actividad habitual o destinarlo a otros fines.

El dueño regenta el terreno junto a sus dos hermanos, Luis y Antonio González, que compraron el espacio en 1980 con la intención de celebrar carreras de caballos. Pese a ser una pista de reducidas dimensiones, con 600 metros de recorrido y un número limitado de jinetes cabalgando, esto no impedía concentrar a 600 y 700 personas en las gradas durante las fechas más disputadas. El centro permitió trasladar la afición más allá de las fiestas populares, a donde parecía quedar relegada, con competiciones cada 15 días. "Era un espectáculo verlas y eso que no reunía las condiciones necesarias", aseguró Jonay Cabrera, miembro de la asociación El Estribo, formada por un grupo de apasionados del mundo de la equitación que también ha colaborado en la recuperación de las carreras de Valleseco.

El peligroso trazado de las pistas hace inviable llegar a retomar las carreras en algún punto

Con el paso del tiempo y con otros centros hípicos en la Isla que sumaron carreras, como el de Vecindario y el de Valleseco, la asistencia empezó a decaer. Hace 16 años los dueños tomaron la decisión de dejar de realizar estas competiciones y el recinto continuó funcionando con los ingresos de los alquileres de las cuadras, que cuentan con cerca de 20 caballos. Los inquilinos hacen uso del terreno como lugar de descanso para los animales, pues tiene espacios habilitados para darles de comer, limpiarlos y entrenarlos en unas pistas donde tienen la opción de practicar. Además, contaban con otro alquiler complementario de un edificio adjunto con un espacio de celebraciones y un restaurante destinado a multitud de eventos como bodas, bautizos y comuniones, que después también cesó su actividad.

Vista panorámica del hipódromo y las cuadras del Luanfra.

Vista panorámica del hipódromo y las cuadras del Luanfra.

Pese al declive que ha vivido en los últimos años, el recinto llegó a ser en su momento el único de la Isla en celebrar este tipo de competiciones y contaba con un permiso específico para ello. De hecho, en la última década el Ayuntamiento de Telde ha buscado fórmulas para recuperar las carreras en el municipio y fortalecer la afición, por lo que la primera opción que se barajó fue la de retomar la actividad en el hipódromo Luanfra. "No se ha tomado una decisión ni hay nada sobre papel pero es una pena que este tipo de espacios desaparezcan", aseveró el concejal de Ganadería y Festejos del Consistorio, Servando González, al conocer el anuncio de la venta del recinto.

No se pueden recuperar las carreras

Sin embargo, las características y las dimensiones de las pistas hacen inviable retomar el deporte que dio a conocer el centro. "En el pasado, cuando no se tenía tan en cuenta el bienestar animal como ahora y se tomaban decisiones sin el suficiente consenso, estaba bien visto, pero hoy en día la sociedad ha avanzado y hay que procurar que se hagan las carreras con todas las medidas de seguridad necesarias", afirmó el edil.

De hecho, González ha mantenido reuniones con los representantes de la asociación El Estribo, una de las pocas que se dedican al mundo ecuestre en la Isla, para evaluar los posibles recintos de carreras. Sin embargo, los miembros del colectivo les plantearon la necesidad de buscar otros espacios más allá del de Las Huesas al entender que no reúne ni la capacidad ni las condiciones para esa afición

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En concreto, el concejal enumera que se tratan de calles muy estrechas, que no permiten albergar a muchos caballos, y que debe tener un ángulo de curva bastante más grande para que los jinetes puedan girar sin complicaciones. La asociación especifica la peligrosidad del trazado, con un giro muy cerrado que genera posibles riesgos para los jinetes y sus animales.

Esta situación dificulta la posibilidad de ver carreras de caballos en los próximos años en el municipio, al tratarse del único lugar con pistas de carrera. La única vía pasa por habilitar nuevos espacios, para lo que es necesaria una inversión importante que "tendría que ir de la mano de otras instituciones como puede ser el Cabildo o alguna empresa privada que esté interesada en desarrollar algo parecido aquí en el municipio", incidió el concejal de Ganadería.

"Aquí hay tradición de mantener las carreras en el asfalto pero creo que hay que ir caminando hacia espacios donde se corra en tierra y en pistas preparadas, no improvisadas", añadió González. Por su parte, Jonay Cabrera señala que "se echa en falta ese espacio de carreras" y cuestiona que cada vez hay menos caballos en el espacio de Las Huesas.

Un terreno agrícola y ganadero

El futuro del Luanfra está en manos de sus próximos propietarios, que podrán optar por continuar con la actividad ecuestre o por destinar el espacio a otros usos. El anuncio de venta lanzado por la inmobiliaria Guide Properties señala como una posible opción separar una parte de la tierra para cultivos de frutas y verduras, o bien para albergar a otros animales de granja. Se trata de una superficie de más de 31.000 metros cuadrados que en estos momentos alberga establos, áreas de paddock, asientos en la arena y un tanque de agua. Se le suma otro edificio destinado a eventos con capacidad para albergar a 300 personas, además de otra sala para 50 personas equipada con una cocina industrial. La venta también incluye los accesorios del lugar y la maquinaria agrícola.

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