La hija de una residente de Taliarte reclama una mejor atención para su madre y achaca el empeoramiento de la salud de su progenitora a la falta de cuidados en este centro sociosanitario de Telde.

Soledad González, frente a la residencia donde vive su madre Juan Castro

Soledad González asegura que lo único que quiere es poder disfrutar de la compañía de su madre el tiempo que le quede de vida y que ella, durante ese tiempo, esté lo mejor posible. Sin embargo, afirma, en vez de acompañarla tiene que dedicar «el tiempo de la visita a revisar que esté limpia o que la vía gástrica no esté taponada» porque, a su juicio, el personal de la residencia no dedican el tiempo ni el mimo necesario para que esté bien, algo que ha denunciado en el propio centro y hasta en la Policía Nacional, la última vez, en octubre.

Apunta cada dato

Está convencida de que el empeoramiento de la salud física de su madre, que tiene 90 años, es fruto de la dejadez y de la escasez del personal de la residencia ubicada en la costa de Telde. Y para asegurarse de que la atienden de forma correcta, ha optado por llevar una agenda diaria en la que apunta cada detalle, la temperatura, el nivel de glucosa, la tensión y los posibles tratamientos que suministran. Pero también apunta si su madre tiene el pañal sucio o si la vía gástrica está taponada porque no le han puesto agua antes y después de introducirle el alimento por ella. 

El último incidente se produjo en octubre, cuando notó que su madre estaba decaída y le realizó una prueba ella misma, que es auxiliar de enfermería para saber si tenía alguna infección y al dar positivo, afirma, avisó al personal. Más de una semana después, continúa relatando, recibió una llamada del centro avisando de que su madre había empeorado y tuvo que ser trasladada al hospital, donde le diagnosticaron una «diabetes de debut ocasionada por la infección de orina que había dañado al páncreas al no haber sido tratada a tiempo». En una semana y media ingresó tres veces en el hospital «porque en cuanto llegaba a la residencia volvía a descompensarse porque no siguen las indicaciones de los doctores».

Pocos cambios y mala limpieza

Pero Soledad va más allá y asevera que esta infección, como otras que dice que su madre ha tenido, es consecuencia de una incorrecta limpieza cuando le cambian los pañales. «A mi madre hay que cambiarla más a menudo que al resto porque se alimenta por una vía gástrica y sus heces son limpias. Ademas, hay que hacerlo bien con una esponja y agua para que quede bien, pero siempre que vengo está manchada y tengo que limpiarla yo, y tanto tiempo así es lo que le ocasiona las infecciones». A esto se suma que hace unos años su madre se rompió una cadera en una caída y está en silla de ruedas. 

«No pido dinero ni nada para mí; lo único que quiero es que le den a mi madre un trato más humano y sanitario en esta residencia», aclara esta mujer que asegura que el caso de su progenitora no es el único y que hay más familias molestas con la atención en este centro, «pero a muchos les da miedo que pueda haber represalias».