Entrevista | Juani González Falcón, 'Glezcón' Ilustradora y pintora

Juani González Falcón: «He ido creando un lenguaje y una simbología que son solo de Glezcón»

Juanita, la de la playa, aquella niña que rebosaba creatividad y se sentaba cada tarde en el paseo de Salinetas, en Telde, a vender sus dibujos se ha convertido en una reconocida artista que lo pinta todo, desde botellas a piedras, papeles, zapatos, lienzos y murales

Sus trazos y colores repletos de vitalidad constituyen un sello identificativo que la diferencia de cualquier otro artista

La artista Juani Gonzalez Falcón, Glezcón, en su taller de Salinetas, en Telde

LP/DLP

¿Cuándo cogió un rotulador por primera vez?

Desde bien chica ya le pintaba a mi madre las paredes, los cojines, el tapizado recién puesto de los sillones, le pintaba de todo, y siempre digo que el secreto es que ella nunca me llamó la atención. Recuerdo sobre todo un dibujo que hice una vez en la pared, con unos cinco años, que supuestamente era Caperucita Roja, pero era un puro garabato. 

Ya después, durante toda la infancia, en el colegio hacía dibujos de Disney, los fotocopiaba y los vendía a 25 pesetas, y le cobraba a mis amigos por hacerles los dibujos de clase. 

Y en el instituto pintaba con rotuladores permanentes los macutos militares que usábamos entonces. Tengo alguna foto mía haciéndolo y la gente haciendo la cola para que se los personalizara. 

Más tarde, mi hermano mayor me animó a coger pinceles para plasmar los dibujos en las camisetas y de ahí di el paso al lienzo y los formatos grandes. 

¿Esa libertad que tuvo de pequeña pudo influir en que ahora lo pinte absolutamente todo, desde papeles, hasta botellas, cajas, piedras o zapatos?

Eso y que cuando era pequeña viví en Las Palmas de Gran Canaria frente al Club Prensa Canaria, que hacía un montón de exposiciones a las que iba con mi padre, que era un fanático del arte. Desde chica he estado acostumbrada a ver el arte por casa

La artista Juani Gonzalez Falcón, Glezcón, en su taller de Salinetas, en Telde.

La artista Juani Gonzalez Falcón, Glezcón, en su taller de Salinetas, en Telde. / LP/DLP

En los hospitales

¿Hay alguna obra que le haga especial ilusión o a la que le guarde cariño?

Todo lo que hago es único porque no soy capaz de repetir un mismo trazo, una misma obra, pero hay algo que me encanta que hice con una amiga historiadora del arte, Odesa Campos, que fue un proyecto en Hospital Insular y en el Doctor Negrín, que era hacer un mural en el hall sobre la enfermedad del Crohn y la colitis. La verdad es que me encanta, porque personas que han estado en esa sala de espera me han enviado mensajes diciéndome que están dialogando sobre la obra y me gusta saber qué puedo hacerles ese momento más grato.

"Mi estilo es entre naíf, figurativo y surrealismo mágico; cada persona ve algo distinto"

Juani González Falcón

Una de las iniciativas que le sirvió para proyectarse fue Las Ramblas del Arte en las ramblas de Arnao.

Era un proyecto que se celebraba cada 15 días y venía y participaba gente de toda la Isla. Lloviera, hiciera sol o viento, de allí no nos movíamos. Siempre decía que todo el que pasaba era bien recibido y aunque no hubiera nadie en la calle, como pasara alguien lo captaba y siempre le enganchaba con alguna obra. 

Echo de menos aquella etapa de Telde en la que se hacían cosas tan interesantes como esa. Incluso ilustré varios carteles de actividades como la campaña de verano que ya no se hace.

¿Qué es lo que más le gusta pintar?

Depende de la época, el estado y las emociones, y eso se traslada también al formato. Unas veces prefiero expresarlo en un lienzo grande o una pequeña libreta, que para mí tienen la misma importancia. 

Sin límites

¿Sus clientes pueden encargarle que dibuje sobre cualquier cosa y formato?

Lo que ellos quieran. Una empresa suele encargarme bastantes trabajos para empleados que se jubilan, aniversarios o cumpleaños, y me hace gracia porque siempre digo que entre todos los compañeros me cuenten un poco sobre la persona para yo percibir cómo es y captar qué significa para ellos, y no hace mucho me mandaron un correo reenviado con lo que decía cada uno y al final ponía «bueno ustedes pongan lo que quieran que después ella va a hacer lo que quiera». Y no es que haga lo que me dé la gana, pero siempre interpreto lo que me cuentan y suelo captar lo más importante. 

"En un mundo tan digitalizado, yo soy de papel y tengo un montón de carpetas con proyectos míos"

Juani González Falcón

— Artista

También cuenta historias a través de sus ilustraciones. ¿No es complicado?

Al principio sí, pero luego es como montar en bici. Ellos te cuentan la historia y al final esa persona también es parte de la tuya porque contribuyes a sus emociones. A lo mejor alguien fuera de la calle ve el dibujo y dice que parece hecho por un niño, pero quien lo recibe se siente identificado con cada símbolo, trazo o color empleado en la obra.

Estilo propio

¿Cómo definiría su estilo?

Creo que entre naíf, figurativo, porque puede ver en algunas cosas elementos, y surrealismo mágico. Cada persona ve algo distinto y si lo vuelves a mirar, encuentras trazos o símbolos nuevos. 

Y pasa de una explosión de color a realizar trazos en blanco y negro. ¿A qué se debe ese giro tan radical?

El blanco y negro me encanta y no tiene por qué ser algo soso, sino que puede ser alegre y vital. Yo creo que según el estado de ánimo, pero si es verdad que el color lo utilizo bastante.

He ido cambiando según las épocas, creando un lenguaje y una simbología que son solo de Glezcón. Si ves algo pintado por mí se sabe que eso lo hizo Juanita. Con los años, antes de hacer un simple garabato ya sé qué es lo que voy a pintar, qué es lo que quiero expresar. Gemma Medina, una curadora de arte contemporáneo que vive ahora en Países Bajos me ha ayudado muchísimo para encontrar mi estilo y saber quién soy.

Precisamente con ella hizo una residencia artística en ese país europeo.

Fui becada por el CAAM y fue una experiencia brutal. Imagina: ¡Juanita la de la playa en Holanda! 

Emprendedora

¿Juanita la de la playa?

Mucha gente sí sabe que pinto, que yo hacía cosas desde pequeña y me ponía al lado del quiosco, en el paseo de Salinetas y las vendía, pero luego, con los años, te pierden de vista y se sorprenden cuando descubren que soy la persona que está detrás de Glezcón. 

El suyo es un claro ejemplo de que se puede vivir del arte.

Sí, y casi desde siempre. Ya con 20 o 21 años me pagué muchos viajes y muchos estudios vendiendo mis cosas. También es verdad que esto no es suerte; detrás hay organización y constancia. Yo me considero como una artesana y desde que me levanto me pongo a hacer cosas. 

¿Tiene un horario establecido para sentarse a dibujar?

Sí, porque además de la pintura estoy con la asociación Apaelp pintando con personas con discapacidad, que me dan la vida, y con personas mayores que ya están perdiendo la memoria o su motricidad, con quienes hago talleres de arte dos o tres veces a la semana en el sur. 

Arte y artesanía

Llama la atención que en un mundo tan digitalizado, sus herramientas sigan siendo pinceles y rotuladores.

Y libretas, que tengo infinidad de ellas. Todo es a rotulador. De hecho, tengo una tablet que me regaló mi hermano hace un montón y no la he usado aún. Ya le dije que para qué se había gastado tanto dinero en algo que no iba a utilizar. Yo soy de papel y tengo un montón de carpetas con proyectos y dibujos míos, incluso láminas hechas en el instituto para un profesor que me suspendía. 

¿Suspendía Plástica?

Sí, pero a final de curso me pedían mis obras para exponerlas en el hall del instituto y me presentaba a los concursos de diseño que organizaba el centro y ganaba. 

¿Cuántos rotuladores puede tener?

Cajas y cajas de rotuladores nuevos y otros que están ya bastante cascados, pero no los quito hasta que mueren del todo. Y me dan igual las marcas, tengo de todas. Me duele en el alma cuando veo que la gente no cuida los materiales. Si hablamos de los lápices de colores, hasta los limpio cada cierto tiempo. Si me regalan un rotulador, sea cual sea, soy la mujer más feliz del mundo. Y libretas. Tengo de todos los tipos y tamaños, algunas de publicidad; me da igual, las uso todas. 

"Siempre me ha hecho mucha ilusión pintar un coche, una guagua o un avión"

Juani González Falcón

— Artista

Proyectos

¿Y en qué trabaja ahora mismo? ¿Qué tiene entre manos?

Ahora mismo me estoy tomando un descanso de grandes proyectos por primera vez en mi vida, pero más bien un descanso emocional, porque necesito reponerme de casi cinco años sin parar, después de enfermedades familiares y el fallecimiento de mi hermano. Necesito parar y decir, calma, es tu momento para recargar pilas y empezar de nuevo

Pero sí acepta pequeños encargos, ¿no?

Sí y sigo también con Apaelp, con las personas mayores y con la empresa a la que le hago cosas para sus empleados. 

Entre las cosas que estoy haciendo ahora mismo está un encargo de una amiga que tiene dos hijos seguidos y necesita poner orden en su casa. Estamos haciendo unos imanes con los hábitos que deben seguir los niños, la rutina de lunes a viernes, y las cosas divertidas del fin de semana, rompiendo las dinámicas del resto de los días. Estos imanes se pegan en una especie de cartón imantado y todas las formas están redondeadas para que no se hagan daño.

También ha hecho juegos con temática canaria.

Hice un juego de la oca sobre la trashumancia de Gran Canaria para la asociación de Productores de Queso Artesano del Noroeste, Proquenor, y está inspirado en la trashumancia, el queso de flor y de media flor, el de Guía... Y en vez de ir de oca a oca, se va de queso a queso. También hicimos una especie de twister y el cuento de Maday, una niña que se criaba con los abuelos queseros. 

¿Hay algún proyecto que le gustaría realizar o alguien para quien le gustaría pintar?

La persona me da igual, como si es la vecina de enfrente. Lo que a mí me encanta es que la persona que vaya a comprarme un cuadro lo haga porque quiera algo mío. Por eso le doy todas las facilidades para el pago, porque entiendo que a veces el coste puede suponer una dificultad. Me llena de orgullo y de vida es saber que esa persona tiene una obra mía porque la siente. 

Pero sí es verdad que siempre me ha hecho mucha ilusión pintar un coche, una guagua o un avión. Cualquier cosa que sea móvil. 

Incursión en la moda

Y ahora que la moda canaria está experimentando un impulso y que usted pinta sobre todos los lienzos, ¿ha pensado en dar el salto a la industria textil más allá de las zapatillas que ilustra?

Creé una marca con una amiga que se llamaba Moon de gofio e hicimos camisetas, sudaderas, cholas y una colección de baño, pero cuando los problemas de salud en la familia llegaron, tuve que aparcar este proyecto que es tan bonito. Es curioso que ahora, a través de las redes sociales, hay gente que me enseña cosas y me dicen que debería hacerlas y yo les respondo que eso ya lo hice en los 90, lo que pasa es que en aquella época no había redes. Eso sí, por ahí tengo aún el blog. Creo que ahora mismo está todo muy viciado y hay cosas muy repetidas. Todo el mundo tiene derecho a crear y deberían tener su propio sello, sus trazos y colores identificativos.

¿Cuál es su color favorito?

Cuando era pequeña, el amarillo y hoy en día me encantan todos, sobre todo los tonos vivos e intensos. 

Este es un momento de reconexión después de haber perdido a su hermano por una grave enfermedad.

Mi hermano Dani falleció en 2019, antes justo de la pandemia. Siempre he dicho que murió entonces porque en el confinamiento habría sido multado con miles y miles de euros porque no habría aguantado en casa; le gustaba estar en la calle. Lo tengo siempre presente. Cuando tenía una exposición él era el que pintaba el local de blanco y colocaba los cuadros de forma alineada. Cuando estaba de los nervios, él era el que me calmaba y siempre me acompañaba. Mi otro hermano es el de las fotos y mi hermana, la que sale bien en las fotografías.

El lunar

¿Ha pintado algo en su recuerdo?

Sí y no solo después de su muerte. Cuando lo acompañaba a las sesiones de quimioterapia él se preocupaba y me decía «mira que tienes que estar aquí un montón de horas y yo no puedo ni hablar» y yo le contestaba que estuviera tranquilo, que llevaba una libreta y rotuladores. Tengo muchos algunos dibujos que reflejan la camilla, la bolsita con la quimio, todo lo que estaba en el hospital. 

Y luego, él tenía un lunar característico en la cara y a mí me ha salido en el mismo sitio una peca. Me parece que me la dejó ahí y ahora casi siempre que pinto algo le pongo el lunar. 

¿Se apoya lo suficiente al creador en Canarias?

No hay que ir a comprar fuera porque en Canarias hay muchos diseñadores y artistas muy buenos. Animo a la gente a ir a ferias o puestos donde vean a un diseñador jovencito se acerquen a conocer lo que hace y le compren para que no tengan que irse fuera. 

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