Cristina Rivero Arencibia: «En los procesos judiciales el estigma de las prostitutas es fuertísimo»

Cristina Rivero Arencibia es trabajadora social y la responsable de la delegación de la asociación In Género en Canarias, con sede en Telde, una ONG que ofrece servicios de apoyo, asesoramiento y acompañamiento a las personas que están en situación de prostitución o son víctimas de la trata, entre otras.

¿Desde cuándo trabaja esta ONG en las Islas?

La sede física lleva abierta un mes, pero llevamos un par de años investigando y haciendo prospecciones de las personas que hay ejerciendo la prostitución en Canarias y de los locales que hay. 

¿Hay relación entre la prostitución y el turismo?

Una de las características propias de la prostitución es que las personas que la ejercen se desplazan a los lugares donde hay más turismo y en las temporadas turísticas porque hay más demanda. 

Más de 500 personas

¿Con cuántas personas creen que trabajarán?

Por islas, hay mucha más fluctuación en Gran Canaria y también es donde hay más gente ejerciendo la prostitución y más lugares. En esta isla tenemos censadas 349 y en Tenerife, 161 personas. Estas son las cifras de la prospección que hicimos a finales del año pasado, que es temporada alta. Imaginamos que en temporada baja, la cifra será menor. Calculamos que durante el año atenderemos a más de 500 personas. 

Y hablan de movilidad.

Sí, hay gente que viene desde la península a ejercer aquí unas semanas o una temporada y luego se va a otro lugar. Hemos creado la app Nosotras que ofrece más de 17.000 recursos sociales, sanitarios y jurídicos en todo el territorio español para dar respuesta a estas personas que hoy ejercen la prostitución en Madrid y mañana están en Barcelona y no tienen el arraigo del empadronamiento porque viven en clubes o pisos en los dueños se niegan a empadronarlas. Esta app está geolocalizada y da información de todos los recursos cercanos. 

Esta movilidad, ¿se da también dentro del archipiélago? ¿Hay muchas personas de fuera?

Pasan de una isla a otra y entre el 4 y 5% son mujeres canarias. La mayoría son migrantes. 

El perfil

¿Cuál es el perfil?

La mayoría son mujeres migrantes y entre 40 o el 50%, en situación irregular. 

¿Qué datos maneja la ONG sobre la trata?

Estimamos que en España, entre un 10 y un 20% de las personas que ejercen la prostitución son víctimas de la trata. El año pasado, In Género atendió a 6.255 personas y acompañó a unas 50 víctimas, de las que la mitad no puso denuncias. Somos una de las entidades que más acompañamientos hacemos para poner denuncias y atendemos los dos fenómenos de forma diferente. En la prostitución hay una diversidad de situaciones personales y generales. Hay gente que viene a ejercer la prostitución, pero hay otras que se ven involucradas porque la Ley de Extranjería, por ejemplo, te impide hacer nada con tu vida durante los tres primeros años y te obliga a trabajar en el subterfugio y en actividades que nadie quiere hacer, de manera explotadora y cruel. Nosotros no juzgamos; sabemos que la prostitución es una violencia de género, acompañamos y damos respuesta a las personas que la eligen y a las que no y tienen que soportarla porque la alternativa son ofertas de 12 horas de trabajo por 300 euros. 

Vulnerabilidad

¿Cómo diferencian los casos de trata y explotación?

Cuando vamos a clubes o lugares de prostitución para llevar material sanitario y de prevención, o damos talleres hablamos de salud, de trata o de vivienda, donde se da una explotación flagrante. Alrededor de la prostitución hay un montón de gente que se beneficia de ellas, que las explota y abusa de sus condiciones y del sistema porque son muy vulnerables. Lo que hacemos es educar, prevenir y atender a las personas que solicitan nuestra ayuda sanitaria, jurídica, de orientación laboral y acompañamiento. 

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También hay violencia explícita.

Sí, agresiones sexuales y violencia de género, y nos personamos en todos los procesos, porque esa violencia estructural se refleja en los procesos judiciales, donde el estigma de estas mujeres es fuertísimo. La Ley del Sí es sí hace sea más fácil denunciar las agresiones sexuales. Antes se cuestionaban porque consideraban que al ser prostitutas no podían ser violadas, pero cuando establece un negocio y el cliente se salta las condiciones y se quita un preservativo o intenta hacer algo que ella no quiere, es una agresión. 

Ahora se ven menos prostitutas en la calle.

Las ordenanzas municipales lo prohíben, pero todo lo punitivo se vuelve en contra de las mujeres. A quienes detienen, identifican y multan es a ellas, no a los clientes.

Y se van a pisos.

En los pisos se esconden las personas más vulnerables porque quienes tenían papeles se quedan en un club. La Policía no puede entrar una vivienda, pero allí la seguridad es peor. Antes, muchas gestionaban sus anuncios, pero ahora son terceras personas quienes lo hacen a través de grupos de WhatsApp o de Telegram. 

Abolición

¿Qué opina sobre el movimiento que pide la abolición de la prostitución y que se persiga a los puteros?

Que es punitivista y cuando se implementan esas políticas no son tan eficaces. In Género no tiene un posicionamiento, pero no nos mantenemos neutros ante la violencia y trabajamos en primera línea para que se cumplan los derechos humanos. 

También hay hombres y personas trans.

El 10% son mujeres trans y entre el 1,5 y el 2%, hombres CIS, trans o personas de género no binario. 

¿Hay muchas entidades como In Género?

Creo que somos una de las dos organizaciones de España especializadas en la prostitución y la trata. Estamos en la calle y escuchamos a estas personas para que se sientan protegidas. Nuestras sedes son espacios seguros para todas las personas que ejercen la prostitución. Casi todas las organizaciones se niegan a atender a personas trans. De hecho, hay administraciones en la Península que nos insisten en que en sus proyectos solo se ponga que intervenimos con mujeres, a lo que no accedemos porque, entre otros factores, las mujeres trans son infinitamente más vulnerables a la hora de la salud, del apoyo psicológico, por las vivencias personales en una espiral de violencia brutal. 

La ONG In Género apoya desde Telde a las víctimas de trata y a las prostitutas

¿No ha mejorado esto?

La juventud respeta mucho más las transiciones y la diversidad, pero estas personas llevan muchos años así y el 95% viene de países con una cultura donde hasta te pueden matar. Son unas historias de vida terribles. 

¿De qué países habla?

Venezuela, Colombia, Brasil, República Dominicana... 

Trabajo en el origen

¿Cómo se puede luchar contra la trata?

Es importante la prevención porque las víctimas a veces están agradecidas a sus captores porque aunque las secuestren, les quiten el dinero y las esclavicen, sienten que las han sacado de una situación peor y, al menos, ven un horizonte de libertad. Cuando vamos a lugares de prostitución concienciamos a las personas para que sean responsables de las otras y avisen si hay alguna menor, si les quitan el dinero o si pegan a alguien. Tenemos un teléfono para estas denuncias 24 horas al día, el 670 96 26 16. 

¿Cómo se puede poner freno?

Hay que acabar con la desigualdad y la pobreza en el mundo, y evitar el engaño en el país de origen. 

¿Qué países genera más tráfico?

Ahora, Colombia. 

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¿Se da una correcta respuesta a las víctimas?

La Administración no les da una respuesta adecuada. Con la denuncia se inicia un proceso muy duro y solitario en el que la salud mental se quiebra y el sistema de acogida no es el adecuado porque se ofrecen casas de acogida y debería fomentarse la autonomía. Además, desde hace años exigimos la restitución económica de las víctimas de trata, así como que se destine el dinero que se reparte entre entidades afines a ayudar a las personas que quieren abandonar la prostitución.