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Retiran objetos metálicos abandonados en el barranquillo de Salinetas tras una denuncia ciudadana

Operarios de Tragsa eliminan restos de bañeras y una puerta metálica que obstruían el cauce, ante el riesgo de nuevas inundaciones por lluvias intensas

Lluvia en Vecindario por la borrasca Olivier

La Provincia

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Telde

Cuatro operarios de la empresa pública Tragsa han procedido este miércoles a retirar dos bañeras metálicas y los restos de una puerta, también de metal, que habían quedado abandonados en el cauce del barranquillo de Salinetas, en el municipio grancanario de Telde, según ha informado TeldeActualidad.

La actuación se produjo de urgencia, tras la advertencia de la Policía Local de Telde y Protección Civil, que alertaron del riesgo potencial que suponían estos objetos para el correcto desagüe del barranco, especialmente ante la previsión de lluvias intensas por la llegada de una nueva borrasca al Archipiélago.

Los elementos metálicos habían sido utilizados durante las recientes labores de ahondamiento y limpieza del cauce, impulsadas por el Consejo Insular de Aguas tras los daños provocados por la última DANA. Sin embargo, fueron olvidados en pleno lecho del barranco, generando una paradoja: unos trabajos pensados para prevenir inundaciones acabaron creando nuevos riesgos.

TELDEACTUALIDAD fue el primer medio en denunciar esta situación, que se vuelve aún más sensible considerando que en marzo pasado este mismo punto sufrió un desbordamiento que afectó a garajes y viviendas.

Una zona con antecedentes graves

El barranquillo de Salinetas ha sido escenario de diversos episodios de impacto: contenedores arrastrados hasta el mar, viviendas afectadas y un vehículo desaparecido, que fue localizado bajo el agua pero permanece sumergido. La acumulación de sedimentos durante años provocó que se taponara la salida natural hacia la playa, lo que motivó el inicio de las obras de limpieza.

Esta intervención puntual forma parte de las actuaciones anunciadas por el presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, dentro de un plan para adaptar las infraestructuras hidráulicas al cambio climático y reforzar la capacidad de respuesta ante fenómenos meteorológicos extremos.

Con la retirada de los restos metálicos, se pretende ahora asegurar que el cauce quede completamente libre de obstáculos, evitando nuevas inundaciones y protegiendo tanto a los residentes como a las infraestructuras cercanas.

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