Un hombre afronta 13 años de cárcel por estrangular a su amigo en Telde para robarle el móvil: "No quise matar a nadie"

El fiscal considera que el acusado, Alexander Macías, utilizó una "violencia extrema" al golpear a la víctima con un yeso y practicarle hasta tres mataleones

El fiscal se dirige al jurado bajo la atenta mirada de los acusados de receptación (primero desde la derecha) y homicidio (tercero por la derecha).

El fiscal se dirige al jurado bajo la atenta mirada de los acusados de receptación (primero desde la derecha) y homicidio (tercero por la derecha). / B. M.

Benyara Machinea

Benyara Machinea

Las Palmas de Gran Canaria

Un hombre afronta una pena de 13 años y seis meses de cárcel por estrangular a su amigo con hasta tres mataleones en su vivienda de Telde el 17 de agosto de 2023, acción que le provocó unas heridas mortales que le causaron la muerte cuatro días más tarde tras una continuada agonía. Después de la agresión, como reconoció el acusado Alexander Macías, le robó el teléfono móvil para venderlo por menos de 30 euros.

El juicio, que se celebró ante un jurado popular en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Las Palmas y concluyó este martes, estuvo marcado por un acuerdo de conformidad entre el fiscal César Casorrán y la defensa tras el reconocimiento de los hechos por parte del encausado. "Yo realmente no lo quise hacer, no quise matar a nadie. No soy ningún asesino, pero quiero pedir disculpas y me arrepiento de mi acto", aseguró al hacer uso de su derecho a la última palabra.

La acusación también se dirige contra una segunda persona, Eulogio P. J., a la que se le imputa un delito de receptación porque, al día siguiente de la agresión, compró a través de un mediador el teléfono móvil robado. Este encausado, que también admitió los hechos, era consciente de la procedencia ilícita del dispositivo y aun así se lo apropió sin participar en el crimen, por lo que afronta seis meses de prisión.

La acusación también se dirige contra otro varón, que afronta seis meses de cárcel por comprar el teléfono robado

En la segunda y última sesión del juicio declaró el agente de la Policía Nacional que instruyó el atestado tras recibir el 22 de agosto de 2023 la llamada de una de las hermanas del fallecido Blas. Lo encontraron en la cocina de su vivienda en posición lateral con varios hematomas repartidos por todo el cuerpo, lo que dio pie a una investigación ante una aparente muerte violenta.

Los testigos que se encontraban por la zona apuntaron a Alexander Macías porque escucharon que el día 17 le dio una paliza, le hizo varios mataleones y "se le fue de las manos" en su intención de robarle el teléfono móvil. Esta versión fue corroborada cuando analizaron las imágenes de un cajero cercano. Primero, se vio pasando a la víctima en perfectas condiciones y, después, a su agresor, que tenía un yeso en uno de sus brazos. Al cabo de unos minutos solo volvió a aparecer este último con manchas de sangre y la escayola deshilachada.

Localización de los acusados

Las siguientes pesquisas se centraron en localizar el dispositivo sustraído, por lo que los agentes pidieron a la compañía telefónica que identificara si a ese número de teléfono se le había introducido una nueva tarjeta PIN en los días posteriores al crimen. Fue así como localizaron a una señora que les contó que era su hijo quien utilizaba el móvil, el cual le había regalado Eulogio P. J. tras comprarlo en Jinámar a una tercera persona ajena al procedimiento.

El dispositivo concluyó con la detención del presunto autor del crimen por presuntos delitos de robo con violencia y lesiones, ya que en ese momento no contaban todavía con el informe forense para concluir que la muerte se había producido como consecuencia de la paliza recibida. Fue entonces cuando el encausado confesó todos los hechos de forma espontánea.

También declaró la médica forense que elaboró el informe de autopsia, Beatriz Naranjo, la cual concluyó que el motivo de la muerte fue una lesión cervical compatible con un estrangulamiento sufrido en días anteriores. Los hematomas que presentaba, añadió, también se podían corresponder con el uso de un yeso por parte del acusado. Presentaba diversas fracturas en el cuerpo, pero la que más le llamó la atención fue la del hioides, un hueso en el cuello importante para el habla que es "muy raro que se fracture" y para lo que hubo que ejercer "mucha fuerza" y "mucha intensidad de violencia".

El jurado popular recibirá este miércoles el objeto del veredicto para retirarse a deliberar

El representante del Ministerio Público, que aceptó rebajar las penas que pedía inicialmente de 20 años y un año y medio de prisión para los encausados, explicó que el hecho de que admitieran lo ocurrido "supone unos beneficios para ellos" en forma de atenuante, a pesar de estar "plenamente convencido" de que el homicida acabó con la vida de la víctima porque "quiso hacerlo, consciente y con voluntad".

"Alexander ya conocía previamente a Blas, acudió a su domicilio porque eran amigos y conocidos y, por lo tanto, entró con consentimiento de él y, con intención de acabar con su vida, le propinó una brutal paliza. Esa brutal paliza empleó una violencia inusitada, una violencia extrema", concluyó en su informe final.

La magistrada presidenta, Pilar Parejo, anunció a los miembros del jurado popular que este miércoles a primera hora se les dará traslado del objeto del veredicto para que se retiren a deliberar y adopten una decisión.

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