"Un pequeño oasis": este el secreto que esconde la costa de Telde cuando baja la marea

Hay lugares que no se dejan ver fácilmente. Rincones que exigen paciencia, intuición y saber esperar el momento justo en el que el mar se retira para revelar su tesoro. Un instante en piedra y agua que parece coreografiado por la naturaleza.

Entre la espuma y el rugido de las olas, justo en la costa de Telde, entre La Garita y Hoya del Pozo, aparece una charca de aguas cristalinas que desde la cuenta @celienruta comparten con sus seguidores como un secreto digno de exploradores. “¿Conoces esta charca en Gran Canaria?” Una vez allí, sigue el paseo hasta el famoso Bufadero y, entre los miles de charcos que se forman con la marea baja, encontrarás esta charca perfecta para desconectar”, cuentan en su vídeo.

Donde el mar danza y susurra

El entorno no puede ser más singular. Las charcas de La Garita es una formación geológica de origen volcánico que actúa como una especie de piscina natural cuando el mar entra con fuerza en sus cavidades, el agua sale acumula por sus oquedades.

Este fenómeno, propio de costas volcánicas, se forma por el juego caprichoso de las olas y la piedra, que da lugar a una danza líquida imprevisible.

Este rincón costero invita tanto al objetivo de una cámara como al placer del baño, aunque este último exige extrema cautela. El mar, abierto al noreste, puede tornarse traicionero y no han sido pocos los que han vivido un susto por ignorar su bravura.

¿Cuál es el mejor horario para verlo?

Para ver este espectáculo natural en todo su esplendor, lo mejor es acudir a primera o última hora del día, cuando la luz transforma el agua en cristal líquido y la marea baja deja al descubierto la charca. Hay bancos y un paseo acondicionado para observar sin prisas.

Pero el viaje no acaba ahí. Desde este lugar puedes recorrer a pie la costa de Telde hasta la playa de Melenara, donde Neptuno emerge del océano en forma de escultura. En la vecina playa del Hombre, más de 500 metros de costa te invitan al surf y al buceo, mientras que en La Mareta, la zona comercial cercana, puedes disfrutar de tiendas y gastronomía.

Otra opción es relajarse en las arenas de La Garita o sumergirte en la historia del municipio. Telde, la segunda ciudad más poblada de la isla, conserva joyas arquitectónicas en barrios como San Francisco o San Juan. Este último, con su actividad cultural y servicios, late como el corazón urbano del municipio. No muy lejos, el barrio de San Gregorio y playas como Salinetas te ofrecen una postal distinta de Gran Canaria. Esta charca efímera no solo es un rincón de belleza natural, es también un recordatorio del ritmo propio de las islas.