Una red social que funcionó hace 50.000 años entre poblaciones africanas separadas por 3.000 kilómetros proporciona el primer vínculo directo entre el cambio climático y el comportamiento social humano antiguo.

Un nuevo estudio arqueológico realizado por científicos del Instituto Max Planck para la Ciencia de la Historia Humana ha permitido descubrir la red social más antigua entre poblaciones humanas que ha sido identificada hasta el momento.

Hace 50.000 años, sociedades del este y el sur del continente africano compartieron durante 17.000 años costumbres y prácticas culturales, a pesar de estar separadas por 3.000 kilómetros. Las interacciones fueron impulsadas e interrumpidas por el cambio climático, específicamente por las variaciones en los patrones de lluvia.

Las relaciones entre las antiguas poblaciones africanas se hicieron evidentes a través del análisis de collares realizados con cáscaras de huevo de avestruz, una práctica sociocultural que mostró notables similitudes en los diseños utilizados por cada pueblo, a pesar de la distancia geográfica que los separaba.

Según una nota de prensa, las semejanzas permiten comprobar la existencia de una intensa red social entre ambas poblaciones, que comenzó hace 50.000 años y se interrumpió 33.000 años atrás.

Collares que revelan el pasado human

Aunque el estudio del ADN es una herramienta fundamental para descubrir las interacciones genéticas entre poblaciones, no es capaz de mostrarnos las características concretas de los intercambios socioculturales que se establecen entre las sociedades humanas a lo largo de la historia, ni tampoco deja en claro cómo las variables climáticas pueden influir en estas relaciones comunitarias.

En tiempos de redes sociales digitales, una antigua conexión a distancia entre poblaciones africanas aclara determinadas condiciones sobre la interacción entre las relaciones sociales y los cambios climáticos. Fue posible gracias al estudio de los collares diseñados con cáscaras de huevo de avestruz, considerados como los adornos de fabricación compleja más antiguos del mundo.

Estos accesorios prehistóricos brindan a los investigadores una forma de rastrear conexiones culturales, ya que las conchas utilizadas en su diseño eran completamente modificadas por los artesanos: de esta manera, los distintos estilos dejaban en evidencia la impronta sociocultural de cada pueblo.

En el nuevo estudio, los científicos analizaron más de 1.500 collares desenterrados de 31 sitios diferentes en el sur y este de África, que abarcan los últimos 50.000 años. Los datos muestran que las poblaciones localizadas en uno y otro sector geográfico compartieron diseños casi idénticos, en función de una red social establecida únicamente a lo largo de un período de casi 20.000 años, pero que súbitamente borró sus huellas.

El impacto climático

De acuerdo a lo indicado por los investigadores Jennifer Miller y Yiming Wang en un artículo publicado en la revista Nature, existió una razón ligada al cambio climático que marcó el nacimiento y la eclosión de esta antigua red social africana. Durante el período en el cual se concretaron las relaciones entre las poblaciones, el clima benéfico hizo posible la creación de una extensa red de intercambio cultural y económico, en un corredor geográfico de más de 3.000 kilómetros, que cruzaba África de este a sur.

Sin embargo, en forma simultánea al colapso de la red social, el este de África experimentó una dramática reducción de las precipitaciones, debido al desplazamiento del cinturón de lluvia tropical hacia el sur. El violento incremento de las lluvias en el área que conecta el este y el sur de África, conocida como la cuenca del río Zambeze, generó inundaciones en las zonas ribereñas y creó una barrera geográfica que puso fin a las interacciones sociales regionales, dejando aisladas a las comunidades.

El descubrimiento puede marcar un punto de inflexión en cuanto a la comprensión de las relaciones entre las prácticas culturales, el entorno geográfico y las variaciones climáticas, dando lugar a nuevas concepciones e investigaciones que arrojen luz sobre el comportamiento de las sociedades humanas antiguas.

Referencia

Ostrich eggshell beads reveal 50,000-year-old social network in Africa. Miller, J.M and Wang, Y.V. Nature (2021). DOI:https://doi.org/10.1038/s41586-021-04227-2