Un grupo de científicos ha puesto en marcha en la Estación Espacial Internacional el primer proyecto arqueológico en el espacio: su objetivo es analizar y comprender cómo utilizan los seres humanos los espacios en ambientes que no están ubicados en la Tierra y cómo se relacionan con los elementos con los que viven en el cosmos.

Una nueva investigación encara el primer experimento arqueológico en el espacio: dirigido por los especialistas Alice Gorman, de la Universidad de Flinders, en Australia, y Justin Walsh, de la Universidad de Chapman en California, Estados Unidos, el trabajo científico abre prácticamente un nuevo campo de estudios. Su objetivo es descubrir cómo se crea una “cultura humana espacial” o, en otras palabras, cómo las personas que viven en la Estación Espacial Internacional desarrollan su día a día y se relacionan con ambientes y situaciones ajenos a la vida en la Tierra. 

La cultura humana en el espacio

En este momento de nuestra historia, pensar en la vida cotidiana en espacios ubicados en el cosmos sigue pareciendo algo lejano, casi de ciencia-ficción. Sin embargo, la Estación Espacial Internacional fue lanzada en 1998 y se mantiene en el espacio hasta hoy, en tanto que desde la década de 1960 se han realizado diferentes vuelos espaciales tripulados. A su vez, para las próximas décadas las principales agencias espaciales proyectan nuevas misiones con tripulaciones humanas y hasta la posibilidad de establecer colonias en la Luna o Marte. 

No parece descabellado, en consecuencia, comenzar a estudiar las relaciones que establece el ser humano con los espacios que habita fuera de la Tierra. Ese es uno de los propósitos principales del Proyecto Arqueológico de la Estación Espacial Internacional (ISSAP), que se constituye en el primer estudio arqueológico de un hábitat espacial. Según una nota de prensa, los científicos buscan comprender cómo las personas adaptan su comportamiento a un entorno completamente nuevo: para eso, han aplicado perspectivas arqueológicas para el estudio de los ambientes de la Estación Espacial Internacional.

Cavar pozos en la Estación Espacial Internacional

El primer paso ha sido adaptar al entorno espacial la técnica más básica para comenzar las investigaciones en un sitio arqueológico: el pozo de prueba. En la Tierra, los arqueólogos delimitan un área de un metro cuadrado en los sitios y yacimientos: allí comienzan a excavar, buscando descubrir diferentes “capas” de la historia de acuerdo a la profundidad que van logrando. En el espacio, los arqueólogos emplearán cinta adhesiva para definir áreas de un metro cuadrado en la Estación Espacial Internacional, usando fotografías diarias para estudiar cómo se utilizan los espacios. 

Los científicos explicaron que en lugar de excavar pozos para revelar nuevas capas de suelo que representan diferentes momentos en la historia de un sitio arqueológico, las fotografías obtenidas todos los días permitirán identificar cómo se usan los ambientes, qué relaciones se establecen y cómo cambian esos usos y relaciones con el paso del tiempo. De esta manera, las imágenes acompañadas de registros de audio y entrevistas en profundidad cumplirán el mismo papel que las excavaciones: acercar a los investigadores los cambios socioculturales que se concretan en un espacio específico a lo largo del tiempo. 

Cuando la basura aporta información de valor

Otro aspecto importante del nuevo estudio, que ha sido publicado en la revista Antiquity, es el análisis de los elementos que se descartan en la Estación Espacial Internacional, una instalación modular ubicada en la órbita terrestre baja, desarrollada a partir de la colaboración multinacional entre cinco agencias espaciales: NASA, Roscosmos, JAXA, ESA y la CSA. 

Según los especialistas, la devolución de elementos de la Estación Espacial Internacional hacia la Tierra puede interpretarse arqueológicamente como una forma de proceso de descarte. El análisis preliminar de las transcripciones de las entrevistas realizadas a la tripulación indica la complejidad del proceso mediante el cual los elementos ingresan al inventario y luego se descartan. 

En ese sentido, los arqueólogos creen que si los elementos asociados con la Estación Espacial Internacional se han descartado en la Tierra en matrices de suelo, se podrían usar técnicas tradicionales de excavación arqueológica para recuperarlos y analizarlos, ampliando así la visión de la cultura que se crea a partir de la vida en estos ámbitos. 

Referencia

A method for space archaeology research: the International Space Station Archaeological Project. Justin St P. Walsh and Alice C. Gorman. Antiquity (2021). DOI:https://doi.org/10.15184/aqy.2021.114