Paleontología

Descubren el posible cerebro más antiguo de todos los vertebrados

El cráneo de un pez fosilizado contiene cerebro y nervios craneales y es el único espécimen conocido en su tipo, con casi 320 millones de años: sería el cerebro más antiguo de un vertebrado identificado hasta hoy

Ilustración de Coccocephalus wildi con una “ventana” a su estructura cerebral.

Ilustración de Coccocephalus wildi con una “ventana” a su estructura cerebral. / Crédito: Marcio L. Castro.

Pablo Javier Piacente

Un fósil de cerebro de pez notablemente detallado y excepcionalmente conservado de 319 millones de años de antigüedad fue descubierto azarosamente por un paleontólogo, mientras escaneaba restos identificados hace 100 años. Se trata del cerebro del pequeño pez Coccocephalus wildi, que disponía de aletas radiadas y es único en su tipo: podría ser un ancestro de más de la mitad de todos los animales con columna vertebral vivos en la actualidad.

Una investigación liderada por la Universidad de Michigan, en Estados Unidos, puede haber derivado en el hallazgo del ejemplo más antiguo de un cerebro vertebrado bien conservado, según concluyen los científicos en un nuevo estudio publicado recientemente en la revista Nature. Se trata del cerebro fosilizado del pez Coccocephalus wildi, que alcanzaba un tamaño total de entre 15 y 20 centímetros.

Redescubriendo las huellas del pasado

El fósil había sido extraído un siglo atrás de una mina de carbón en Inglaterra, pero sus características internas no lograron identificarse porque en ese momento los investigadores no quisieron aplicar técnicas invasivas, privilegiando la preservación del ejemplar. Ahora, una tomografía computarizada reveló los detalles internos, mostrando que el cráneo del pez contiene un cerebro y nervios craneales de aproximadamente 2,5 centímetros de largo.

De acuerdo a una nota de prensa, el descubrimiento permite conocer la evolución temprana de un grupo de peces vivos en la actualidad, los peces con aletas radiadas, que han cumplido un papel crucial en el desarrollo de este tipo de organismos. Vale recordar que los peces con aletas radiadas se separaron hace más de 300 millones de años del resto de los peces vivos en la actualidad, derivando en dos caminos evolutivos diferentes.

Los científicos concluyeron que las comparaciones con los peces vivos mostraron que el cerebro de Coccocephalus wildi es más similar a los cerebros de los esturiones y los peces espátula, que habitualmente se denominan peces “primitivos” porque precisamente se separaron de todos los demás peces vivos con aletas radiadas hace más de 300 millones de años. Para el líder de la investigación, el paleontólogo Matt Friedman, este pequeño fósil nos muestra el ejemplo más antiguo de un cerebro de vertebrado fosilizado.

Video: un pez fosilizado revela el ejemplo más antiguo de un cerebro de vertebrado bien conservado. Crédito: Universidad de Michigan / YouTube.

Una nueva mirada en la evolución del cerebro

Al mismo tiempo, demuestra que gran parte de lo que pensábamos sobre la evolución del cerebro a partir de especies vivas deberá volver a estudiarse. Por ejemplo, a diferencia de todos los peces vivos con aletas radiadas, el cerebro de Coccocephalus wildi se pliega hacia adentro. Esto indicaría que este fósil está capturando un tiempo anterior a que evolucionara esa característica distintiva de los cerebros de peces con aletas radiadas, que siempre muestran pliegues hacia afuera.

En definitiva, el cerebro fosilizado mostró varias características que se encuentran en los cerebros de los vertebrados: era bilateralmente simétrico, contenía espacios huecos de apariencia similar a los ventrículos y tenía múltiples filamentos, que se extendían hacia las aberturas en la caja del cerebro, de apariencia similar a los nervios craneales en especies vivas.

Los investigadores creen que este nuevo estudio puede ser solo un primer paso para aprovechar las nuevas técnicas de análisis disponibles y la capacidad de determinados tejidos para preservarse correctamente por tanto tiempo, revelando rastros del pasado que anteriormente se creían poco significativos.

Referencia

Exceptional fossil preservation and evolution of the ray-finned fish brain. Matt Friedman, Rodrigo T. Figueroa et al. Nature (2023). DOI:https://doi.org/10.1038/s41586-022-05666-1