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Medicina tropical

El mosquito tigre abre la puerta al virus Oropouche en Europa: podría provocar un brote en España

Es el único vector competente que provoca vulnerabilidad en las zonas donde está asentado, especialmente en el entorno mediterráneo

Mosquito tigre, presente en 156 municipios españoles.

Mosquito tigre, presente en 156 municipios españoles. / Pixabay

Redacción T21

Madrid

Un estudio confirma que el mosquito tigre puede transmitir la enfermedad del virus Oropouche, aunque de forma limitada, y señala a España como una de las zonas de mayor riesgo por sus altas temperaturas.

Un nuevo estudio realizado en la Universidad de Hamburgo (Alemania) ha evaluado la amenaza que representa el virus Oropouche (OROV) para Europa, concluyendo que el mosquito tigre (Aedes albopictus), ya presente en gran parte del continente, tiene la capacidad de transmitirlo, aunque de forma limitada y bajo condiciones de temperatura específicas. Esta investigación sitúa a las regiones del Mediterráneo, incluida España, como las zonas con mayor riesgo potencial para la transmisión local del virus.

El virus Oropouche se ha convertido en una importante alerta sanitaria en América Central y del Sur durante 2024. A finales de noviembre de ese año, se habían confirmado más de 11.000 casos, y por primera vez se registraron muertes y transmisiones de madre a hijo, lo que llevó a la Organización Panamericana de la Salud (OPS/OMS) a elevar el nivel de alerta. El virus, que pertenece al género Orthobunyavirus, causa una enfermedad febril y su principal transmisor conocido hasta ahora son pequeños insectos del género Culicoides.

Con la llegada a Europa de viajeros infectados procedentes de zonas endémicas, surgió una pregunta crucial: ¿podrían los mosquitos europeos iniciar una cadena de transmisión local? Para responder a esta incógnita, un equipo de investigadores alemanes evaluó la competencia vectorial de cinco especies de mosquitos comunes en el continente.

El mosquito tigre, único vector competente

El estudio analizó la capacidad de cinco especies de mosquitos para transmitir el OROV: dos nativas (Culex pipiens y Culex torrentium) y tres invasoras (Aedes aegypti, Aedes japonicus y el conocido mosquito tigre, Aedes albopictus). Los mosquitos fueron alimentados con sangre infectada con una cepa del virus Oropouche de 1955 y se observó su evolución en laboratorio a diferentes temperaturas.

Los resultados revelaron que, si bien varias especies podían infectarse con el virus, solo una demostración ser capaz de transmitirlo a través de su saliva.Las especies Culex pipiens, Culex torrentium y Aedes aegypti mostraron una baja susceptibilidad a la infección, pero en ningún caso lograron transmitir el virus. El Aedes japonicus ni siquiera llegó a infectarse.

Sin embargo, el mosquito tigre (Aedes albopictus) fue el único que demostró tener la capacidad de transmitir el OROV. Su capacidad para transmitir el virus está fuertemente condicionada por la temperatura ambiental y el tiempo que transcurre desde que se infecta, constató esta investigación.

Temperatura cálida

Para que un mosquito pueda contagiar a una persona, el virus necesita un período de incubación en su interior para replicarse y llegar hasta sus glándulas salivales. El experimento demostró cómo la temperatura afecta a este proceso: a una temperatura cálida y constante de 27°C, el virus tardó 21 días en hacer que el mosquito fuera infeccioso. A una temperatura ligeramente más moderada de 24°C, el proceso fue más rápido, y el mosquito ya podía transmitir el virus en solo 14 días. Finalmente, a temperaturas más frescas ( 21°C y 18°C ), el virus nunca llegó a completar su ciclo en el mosquito, por lo que no se produjo ninguna transmisión.

Estos hallazgos sugieren que el mosquito tigre puede, esporádicamente, transmitir el virus Oropouche, pero solo si las condiciones de temperatura son lo suficientemente cálidas y se mantienen durante el tiempo necesario para que el virus se desarrolle en su interior. Esto limita el riesgo a los períodos y regiones con veranos más calurosos, si bien su capacidad para transmitirlo, aunque sea de forma esporádica, representa un riesgo real de que se produzcan brotes locales si el virus es introducido por viajeros.

Referencia

Risk assessment of Oropouche virus transmission by mosquitoes in Europe. Stephanie Jansen et al. The Journal of Infectious Diseases, jiaf356. DOI:https://doi.org/10.1093/infdis/jiaf356

El Mediterráneo, en el punto de mira

Basándose en los resultados de laboratorio, los investigadores realizaron un análisis de riesgo para Europa. Cruzaron los datos de temperatura necesarios para la transmisión (períodos con temperaturas medias diarias superiores a 24°C) con las áreas donde el mosquito tigre está establecido actualmente.

El mapa de riesgo resultante señala que las regiones que bordean el mar Mediterráneo son las más vulnerables. España (donde el mosquito tigre ha sido detectado en 156 municipios españoles desde 2023), el sur de Italia, Grecia y Turquía fueron identificadas como las zonas con períodos más largos de temperaturas favorables para la transmisión del virus por parte del mosquito tigre. Esto significa que, durante los meses más cálidos, estas áreas presentan las condiciones adecuadas para que un mosquito tigre pique a una persona infectada y, tras un período de incubación, pueda transmitir el virus a otras personas.

Aunque el estudio indica que el riesgo de una epidemia a gran escala de Oropouche en Europa es bajo, precisa también que la posibilidad de brotes autóctonos, como ya ha ocurrido con el dengue, el Zika y el chikungunya, es una preocupación real. La amplia distribución del mosquito tigre en Europa, combinada con el aumento de los viajes internacionales, crea un escenario que requiere vigilancia y preparación.

Los autores del estudio subrayan la necesidad de continuar investigando. Advierten que su experimento utilizó una cepa antigua del virus y que la nueva variante que circula en América desde 2022 podría tener una mayor capacidad de transmisión en mosquitos.

Por tanto, consideran fundamental reforzar la vigilancia epidemiológica y entomológica en las zonas de riesgo para detectar a tiempo la posible llegada y circulación del virus Oropouche en el continente europeo.

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