Alejandro García y su mujer viven en una vivienda de más de 200 metros cuadrados con calificación energética A y la valoración de Muy Bueno en la certificación Breeam ES, o lo que es lo mismo, habitan en la primera casa de España que consiguió un certificado de sostenibilidad. Estos arquitectos, propietarios de Estudio1403 en Valencia, están especializados en elaborar edificios habitables donde prima la eficiencia energética o lo que hoy en día se conoce como casa pasiva -han construido todas en su comunidad y una en Galicia-. "Básicamente se construye la vivienda teniendo en cuenta el lugar, su clima y su orografía, como antiguamente", concreta García.

A través de un análisis del terreno, las casas de estos arquitectos tienen todo lo primordial para el ahorro de energía y el aprovechamiento de los recursos naturales que ofrece el espacio donde se encuentre. "Las 3 patas principales de estas casas son: reducir la demanda energética, un sistema de climatización eficiente y las energías renovables", explica el arquitecto.

Aprovechar el sol para la luz y el calor en invierno y contar con una ventilación natural para poder refrescar el espacio son dos de las claves que hacen que esta pareja, en su hogar, gaste tan solo 1,5 euros al día en calefacción los días de frío. "Es cuestión de aplicar una serie de estrategias dependiendo de la zona donde se ubique. El buen aislamiento y la inercia térmica son indispensables. Las viviendas con calefacción y aire acondicionado no tienen esto en cuenta, al contrario que antiguas iglesias o cuevas, que al ser de piedra acumulan energía manteniendo el frescor en verano, por ejemplo", explica.

Porque una vivienda pasiva tiene que contar con una ventilación idónea, donde el edificio sea estanco y haya un movimiento de aire mecánico y donde además haya un recuperador de calor. "La ventilación coge el aire del exterior, pero lo mete a una temperatura óptima. Con respecto a esto es muy importante que las ventanas no tengan puntos frágiles, algo que en las construcciones ordinarias pasa mucho".

Ahorro de dinero

García, que asegura que este tipo de vivienda está entrando de forma bastante lenta en el mercado español, sabe que el futuro pasa por contar con una vivienda pasiva. "No hay mucha gente concienciada con esto, pero llegará un momento en que no se permita hacer una casa que no tenga estas características de eficiencia".

En palabras del arquitecto, "vivir en una de estas casas no solo hace que ahorres energía, sino que es mucho más confortable. Que haya inercia térmica y recuperador de calor hace que el aire, en general, sea más sano, y hasta que no se comprueba no se sabe". El arquitecto sabe de primera mano que, aunque el coste, a priori, sea algo más elevado, a la larga se ahorra dinero. "De mi casa lo que más me gusta es la amplitud y la luz natural", comenta, aunque cada vez que su madre vaya abra todas las ventanas para ventilar. "Hay que educar a la gente para usar estas viviendas y cambiar las costumbres, el chip. Aunque no hay una receta mágica para la elaboración de estas casas, cada una es un mundo".

Villa Vera, primera vivienda en España en obtener la Certificación Ambiental BREEAM ES. Vídeo: Youtube