"Alquilar es tirar el dinero". "Una hipoteca te ata". "Los pisos siempre se revalorizan". "Tener casa en propiedad es contar con una renta para toda la vida". "Alquilando, soy libre". "No quiero deberle nada a nadie y menos a un banco". ¿Compro o alquilo? Esta antigua disyuntiva tiene hoy en día poco margen para la elección y mucho de respuesta inmunológica a la salud del mercado inmobiliario.

España es un país de compradores. Hay poco lugar a la indefinición. Por economía, pero también por cultura: aquí siempre se ha preferido una cuota hipotecaria a una de alquiler. Sin embargo y pese a la constatable recuperación económica, muchos ciudadanos son todavía incapaces de adelantar la entrada del precio de la vivienda y/o de asumir los costes de constituir una hipoteca.

¿Y qué puerta es la que el mercado quiere que abramos? Como en Alicia en el país de las maravillas, eso dependerá mucho de nuestro tamaño y de lo que nos diga la ecuación al respecto. En ambos casos se tratará, como siempre, de echar cuentas.

Marilia lleva cinco años residiendo en España. Es brasileña y el mes pasado adquirió la nacionalidad española. Aunque siempre había encontrado ventajas a la compra, ha vivido todos estos años de alquiler hasta que en abril pasado se decidió por adquirir una vivienda en propiedad. "Tenía miedo", cuenta, "de las subidas imprevistas y desproporcionadas que están experimentando muchas amigas con sus alquileres, algunas de las cuales se han visto obligadas a cambiar de vivienda". Confiesa que consideró que aquel era un buen momento para comprar, "aunque el precio de los pisos, sobre todo en Madrid, están subiendo a un ritmo acelerado".

Las condiciones de compra, continúa, "influyeron en mi decisión y el hecho de que el euribor seguirá bajo determinaron definitivamente la elección de dejar el alquiler". "Sí o sí tendré que pagar la vivienda, pues mejor pagar algo que algún día llegará a ser mío, y las revisiones anuales de la hipoteca las consideraré como el reajuste anual del alquiler".

Muchos buscan, pocos compran

El de Marilia es un caso excepcional. La compra está malherida después de que en abril registrara una caída del 3,1%, la mayor desde abril de 2017, anotando así el tercer mes consecutivo de descensos, en datos del INE. Los jóvenes representan el gran reto del sector inmobiliario. De ellos, siete de cada diez necesita ayuda familiar para pagar la entrada de un piso y solo un 13%, según Fotocasa, puede acceder a pisos de 200.000 euros.

El portal inmobiliario señala que la demanda en el mercado de propiedad ha crecido en búsqueda pero no en compradores efectivos, mientras que en el alquiler ha aumentado la proporción de personas que buscan sin encontrar pero también la cifra de quienes rubrican un contr