"Una hamaca o una silla de madera y una caseta de palmeras costaban tres pesetas". Juan Peña, que junto a su hermano Francisco fue el primer hamaquero de Maspalomas y Playa del Inglés, recordaba ayer que mucho antes de que se levantaran las primeras urbanizaciones en San Agustín, su familia contaba con una concesión de la Comandancia de Marina para poder explotar este negocio. Según explicó, durante casi diez años vivió de alquilar las tumbonas de madera y las casetas donde la lona sustituyó a las hojas de palmeras. Fue cuando el Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana se hizo con la concesión cuando se retiró. Antes había trabajado con el conde de la Vega Grande como encargado de abrir a los turistas la cancela de acceso a Playa del Ingles. Pero Juan Peña se adaptó a los avances del turismo y trabajó como portero del desaparecido restaurante La Rotonda, la primera construcción que se hizo en 1964 en San Agustín. Ayer, a sus 78 años, lucía, con nostalgia, junto a su mujer, el uniforme de portero.