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Foto agridulce en la película del capitán

David García se estrenó en Primera a los 33 años con derrota - Estuvo al nivel de los otros dos centrales, que sufrieron con la movilidad armera

El capitán del ascenso a Primera lució el brazalete en la máxima categoría a la séptima jornada. Se hizo de rogar, pero la lesión de Antolín Alcaraz abrió la puerta a un nuevo fotograma en la larga película de David García en la UD Las Palmas. La escena se saldó con derrota y una imagen de fragilidad defensiva a nivel colectivo solo vista esta temporada en Vigo. Porque el conjunto amarillo cedió primero ante la movilidad de los mediapuntas y después, con una línea de cuatro por el resultado, frente al contragolpe letal de los hombres de Mendilibar. Y en ese panorama David García estuvo a la altura del resto de compañeros en un mal partido de toda la zaga. Salvó varios remates de los rivales dentro del área, aunque perdió muchos duelos aéreos con el punta.

"No ha sido el debut esperado", admitió. "Son muchas temporadas aquí y hoy -ayer para el lector- me han dado la oportunidad. A nivel personal me sentí bien. Me he entrenado a tope todos los días para que me llegase la oportunidad. Lo único ha sido la derrota. En ese sentido hay que seguir mejorando pero a nivel personal estoy contento", resumió David García.

El sureño no tuvo delante a ningún atacante contrastado en Primera como había ocurrido en jornadas anteriores con Griezmann, Fernando Torres, Luis Suárez, Neymar, Fernando Llorente o Kevin Gameiro. Pero tanto él como los demás centrales lo pasaron muy mal con el Eibar. Borja Bastón y el gran dinamismo del resto de atacantes sembraron el pánico en la zaga amarilla, que con tres centrales nunca había mostrado tanta fragilidad. No fue el día de Pedro Bigas, siempre inconmensurable hasta ayer, cuando empezó el carrusel de errores con una siesta a un centro templado de Juncà que remató a placer Saúl, que ya había adelantado a un pasivo Dani Castellano.

El tempranero gol no fue la primera ocasión armera, que a los 40 segundos ya se topó con el travesaño en un disparo lejano de Adrián. Pero el tanto dibujó el panorama ideal para los atacantes del Eibar. El equipo amarillo, sin Hernán para ejercer de pegamento, se descosió con demasiada facilidad y tanto David García como sus dos compañeros sufrieron con muchos espacios entre líneas.

Al capitán, en ese difícil escenario, le costó ganar duelos individuales ante la potencia de Borja Bastón, con quien había tenido varias batallas el curso pasado en la categoría de plata. Para intentar arreglarlo Paco Herrera optó por momentos cambiarle con Aythami. Así, a ratos ejercía David García de líbero y el de Arguineguín de central derecho, algo que no había ocurrido nunca antes en la temporada. Mientras, con el balón en los pies ninguno se complicó. El césped, la ausencia de un mediocentro que se acercara y la presión del Eibar invitaba a no arriesgar, aunque en algún caso sí se atrevieron con cambios de juego puntuales para David Simón.

En la segunda mitad el contexto fue todavía más complicado para la defensa. La UD salió en los primeros minutos con algo más de autoridad y el Eibar reculó unos metros para intentarlo al contragolpe con más descaro que en la primera mitad. Fue ahí cuando Paco Herrera cambió el sistema, quitó a Dani Castellano para situar a El Zhar. Y las piezas de la defensa se recolocaron.

Vuelta a la defensa de cuatro

No había más remedio que arriesgar por el 0-1 y el Eibar, de manera acertada, estuvo siempre pendiente de sentenciar al contragolpe. Y lo hizo. Llegó tras un buen corte de David García que acabó en los pies de Juncà. El ex del Girona remató a puerta, rechazó el capitán y el balón cayó a los pies de Borja Bastón, que totalmente solo remató a la media vuelta. Imparable para Javi Varas, irremediable para una UD espesa.

Pero David García, que ha vivido muchos momentos complicados en sus trece años de amarillo, sumó un capítulo agradable a su carrera en el aspecto individual. Junto a los dos ascensos y portar el brazalete durante cinco años, jugar en Primera entra en la cumbre.

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