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El reportaje

El arte de parchear

En el último mes, desde la lesión de Pedro Bigas, la UD ha sobrevivido con buena nota a siete parejas de centrales diferentes en seis partidos

Garrido, central y lateral de la UD. Quique Curbelo

La UD Las Palmas se ha acostumbrado en este mes, desde el 3 de diciembre, fecha de la lesión de Bigas, a ajustar su pareja de centrales como podía. La baja de Bigas ha coincidido con la de David García, la enésima recaída de Alcaraz y tres sanciones diferentes de Aythami. Así, hasta tres jugadores que no habían jugado como profesionales en esa demarcación han tenido que ser utilizados: Javi Garrido, Hernán y Vicente. Y todos han cumplido.

"Cuando parece que ya nada puede ir peor, empeora", dice la Primera Ley de Chisholm, filósofo estadounidense del siglo XX y que dio continuidad a las tesis de Edward Murphy. Nada mejor que sus reflexiones explica lo que le ocurre a la UD Las Palmas en el puesto de central. Desde la lesión de Pedro Bigas en el partido copero ante la Real Sociedad del 3 de diciembre las lesiones y sanciones han sido continuas y el equipo amarillo ha usado hasta siete parejas diferentes en los seis encuentros que ha jugado desde entonces. Antes de Bigas había sido noqueado David García por un golpe en la cadera, recayó Alcaraz de su lesión muscular y Aythami, para agravar la situación, ha vivido tres sanciones diferentes. Ahora regresa David García y a Alcaraz le quedan unos días para recibir el alta médica, pero la maldición continúa y la recibe Hernán Santana, un parche que se estaba consolidando y que estará este mes de baja por una lesión muscular.

Es el último capítulo de un drama que ha llegado en el peor momento, justo cuando el calendario se comprime por la Copa del Rey y cuando más necesaria es la presencia de la segunda unidad. A pesar de todo Quique Setién y la UD Las Palmas se han cargado todos los tópicos de la posición ya que las cifras son notables teniendo en cuenta tanta ausencia. Así, el cuadro amarillo ha encajado siete goles en esos seis encuentros, logrando dejar la puerta a cero ante el potente Betis. Eso le ha servido para mejorar su promedio de goles encajados, dato que hasta entonces era de 19 en 13 encuentro.

Solo un central puro sano

Setién se ha visto obligado a tirar de imaginación y ha recurrido a dos jugadores que no son centrales. Hernán, que solo había ejercido de central en categorías inferiores, ha disputado en este mes 299 minutos en esa demarcación con participación en todos los encuentros. Y Javi Garrido, que es quien más minutos ha disputado con ese rol en este mes, confesó que no había jugado nunca en su carrera en esa demarcación. Y, sin embargo, continúa mejorando poco a poco y, como Hernán, se consolida como una pieza de mucho valor. Vicente Gómez, con un papel testimonial en el día de la lesión de Bigas y el partido siguiente ante el Sporting de Gijón, es el otro efectivo que no es central que se ha empleado en esa demarcación.

Todo ello ha provocado un batiburrillo de parejas de centrales en este mes. Entre lesiones, sanciones y decisiones técnicas la UD solo ha acabado dos partidos con la misma pareja de centrales con la que empezó. Fue en la jornada 15 frente al Betis, con Hernán y Garrido como elegidos, y dos semanas más tarde ante el Espanyol, cuando Aythami Artiles se juntó con Hernán por primera vez.

El último en sumarse ha sido David García, que podría formar este domingo en Bilbao la séptima pareja de centrales en este mes si Setién le junta con Aythami Artiles. Se conocen de sobra y formaron el dúo más usado la temporada pasada, pero en este curso solo han coincidido en el duelo ante el Eibar, primero con una defensa de cinco y luego con una de cuatro. El primer capitán afronta una gran oportunidad para disfrutar de minutos. Ante el Granada, en el que fue su segundo partido de la temporada, aprobó con buena nota a pesar de la inactividad y del hecho de entrar sin apenas calentar.

Quique Setién había admitido antes de la cita que le daba inseguridad la falta de ritmo de David García, pero tras el encuentro se mostró muy satisfecho y elogió su actuación. Ahora, por primera vez en este mes, el cántabro encara un partido con dos centrales disponibles y el tercero, Antolín Alcaraz, está a la vuelta de la esquina. El paraguayo recibe el alta médica la próxima semana y apunta al duelo de Copa del Rey en Éibar. Además, el plazo para la recuperación de Pedro Bigas se cumple a mitad de enero, por lo que en el transcurso del mes, antes del regreso de Hernán, Quique Setién, si no hay nuevos contratiempos, podría contar con sus cuatro centrales.

Fichar un central, a debate

La recuperación del paraguayo será clave en las próximas semanas. En el club no garantizan su continuidad al cierre del mercado de invierno debido a sus numerosas recaídas en la lesión en el gemelo. Con contrato hasta final de temporada, no se descarta una rescisión para hacer hueco a otro central. La dirección deportiva está ojeando refuerzos para esa demarcación aunque la decisión no está cerrada.

El carrusel de incidencias de este mes ha contrastado con el primer mes y medio de Quique Setién en el cargo. El cántabro acabó de un plumazo con el debate del número de defensas que se había instalado con Paco Herrera y en sus cinco primeros encuentros al mando de la nave dio continuidad al dúo formado por Aythami y Pedro Bigas, que son los centrales que más minutos han completado en el global de la temporada.

Antes solían jugar acompañados por Alcaraz y mostraron una gran solidez ante rivales de mucho nivel. Ahora la UD mantiene el listón a pesar de los pesares. Ha convertido la pesada tarea de parchear en un arte. Todo lo que tenía que empeorar ha empeorado, pero el equipo amarillo ha salido vivo.

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