En caliente, después de la victoria del pasado sábado ante el Málaga en el Estadio de Gran Canaria, Quique Setién sorprendía a propios y extraños diciendo que el equipo había sumado más puntos de los que merecía.
Aunque luego se desdijo, considerando que sus declaraciones pudieron resultar duras tras analizar el encuentro ante los malagueños más detenidamente, quizás el entrenador de la UD actuó en primera instancia más espontáneamente. Y quizás también enviaba señales viendo las últimas actuaciones de sus hombres.
El técnico cántabro no suele dar puntadas sin hilo. Por ello, ese arranque de sinceridad que tuvo justo después de la victoria contra el Málaga pudo tener que ver con malas sensaciones. Pimero fue el segundo tiempo de Sevilla, donde el equipo en los segundos 45 minutos estuvo a merced del cuadro andaluz, aunque luego ocurriera el hecho del penalti de Vitolo y el córner a ultimísima hora.
Luego vino lo del Málaga. Una UD rutilante desde el inicio que se puso por delante con el penalti de Momo. A partir de ahí, su juego no resultó tan chisposo ante un rival que le complicó. Y eso por no retrotraernos al primer encuentro del campeonato frente al Valencia en Mestalla, un rival que comprometió muchísimo a los amarillos a pesar del desenlace final a su favor.
En Anoeta, en el choque de anoche contra la Real Sociedad, esta vez el conjunto grancanario no tuvo ni un destello de su fútbol habitual, nunca pudo acercarse a su nivel. También porque encajó muy pronto, pero también porque no fue ni la sombra de anteriores apariciones, donde siempre dejaba algo para degustar.
En este sentido también habría que analizar el papel del propio Quique Setién y su apuesta por las rotaciones. ¿Acertadas? Por las conclusiones finales del encuentro de San Sebastián para nada lo fueron. Si se pregona que el objetivo primordial de la UD para la presente campaña se fija en una permanencia tranquila en la máxima categoría, no hubiese sido más acertado pensar que esos cambios buscando la oxigenación de sus hombres con una semana de acumulación de partidos se hiciera no frente a un rival que podría considerarse de su Liga, la Real, sino contra un todopoderoso Real Madrid, en el duelo del próximo sábado, al tratarse de un adversario ante el cual, hasta haciéndolo muy bien, puedes acabar noqueado por su potencial, como ya ocurriera la pasada campaña en el Estadio de Gran Canaria.
Además, las piezas elegidas para suplantar a los titulares indiscutibles hasta el momento, como David Simón por Michel Macedo o como Montoro por Vicente, parecieron dar la razón al míster para tenerlos como recambios. Encima, lesiones que pueden dejar destartalada la UD, sobre todo en la línea defensiva, de cara al encuentro contra el actual campeón de Europa. O sea, que conclusiones positivas que se extraen del desastre de Anoeta pocas o ninguna. Solo cabe esperar que se tratara de una mala noche y que los amarillos resurjan.
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